Cuando ayer noche -mientras tomábamos unas cervezas, como es muy habitual, cerca de su empresa, tras terminar mis 17 kilómetros con introducción de fartlek por la Vega de Pinos Puente -, le comentaba que había quedado con Paco para correr el sábado a las 11 de la mañana, y sabiendo yo positivamente que no tenía partido por la tarde sino el domingo por la mañana, y que por tanto, sería una magnífica oportunidad para salir a correr "algo más de lo que haces habitualmente las pocas veces que corres", me dijo: "no sería mala idea", si bien pronto comenzó a pergeñar asuntos cotidianos que se le interponían a esa hora, con argumentos mezclados sobre que vais a hacer muchos kilómetros, iréis muy rápido, etc., etc.; pero rápida y habilmente le interferí sus argumentos haciéndole ver que venía de hacer 17 kilómetros de calidad y que, por tanto, mis piernas no estarían para mucho tras apenas medio día de descanso. En fín, que ahí se quedó el argumentario, si bien para mi sorpresa esta mañana sonaba mi teléfono a las 10,30: "voy a ir. Me recoges en mi casa, en Pinos". Excelente noticia, por tanto.
Trás recoger a Paco, éste habilmente también le confirmó a Emilio que había medido el recorrido con la moto, que si tal y cuál, que no serían más de 11 kilómetros. Al final han sido 12 placenteros kilómetros a ritmo muy tranquilo - no menos de seis minutos el kilómetro-, disfrutando enormemente de nuestra Vega y cuidadosos Paco y yo de que nuestro amigo no se arrepentiera de por vida de esta mñana de sábado (si bien les pedí permiso para hacer un cambio de ritmo el último kilómetro). Los resultados han sido excelentes y considero que esta magna empresa que me propongo para ambos consistente en que algún día, corran una media maratón en algún sitio de España que eligamos, se convierta en una realidad. Al menos ya hemos dado el primer paso, ya que Paco si no decae en su ritmo de entrenamiento -ahora ha decaído un poco-, y conociendo como conoce lo que es hacer 15 kilómetros en competición - en Almuñecar-, pronto dará el paso de hacer una media maratón. Por su parte Emilio necesita más entrenamiento y dedicación, si bien atesora lo que a otros corredores nos ha costado mucho conseguir: un peso excelente y una morfología fibrosa y fina, además de muchos años de deporte en sus piernas y una vida sana si hacemos abstracción de esos siempre "incómodos" compromisos sociales que se eternizan hasta el amanecer. Su debút ya lo hemos fijado: será a lo grande, en su pueblo de residencia: Santa Fé, y será la última prueba del Circuito, en el mes de noviembre.
ALGUNAS NOTAS SOBRE MI FARTLEK DE AYER VIERNES
Ayer viernes tenía programado un fartlek de 15 kilómetros, si bien añadí un par de ellos más de descarga que no me sentaron nada bien y ahora explicaré por qué.
El trote inicial de calentamiento consistió en 20 minutos a un ritmo alegre de 4,30 el minuto aproximadamente. A partir de ahí inicié el primer cambio de ritmo de aproximadamente 800 metros si bien evolucioné a un ritmo quizá demasaido alto, en torno al 95% del umbral anaeróbico, algo que corregí un poco en los siguientes cambios. Posteriormente continúe a un trote lento de dos o tres minutos para ir incrementando la velocidad de crucero, en torno al ritmo habitual de unos cuatro minutos y treinta y cinco o cuarenta segundos. Tras diez minutos procede otro cambio de ritmo de un kilómetro aproximadamente, hecho en torno a 4,15 el kilómetro, un ritmo un tanto fuerte, pero asumible en todo momento. Los posteriores cambios, hasta un total de cinco, evolucionaron en la misma línea del segundo.
Concluidos los 15 kilómetros decidí descargar un par de kilómetros a ritmo muy tranquilo de 5 minutos y veinte o veinticinco segundos, pero noté que las piernas se me quedaban como engarrotadas con alguna molestía, algo que atribuí a la diferencia de trote en poco intervalo (cuando las piernas memorizan un ritmo, bajarlo tiene sus consecuencias). Así que los últimos quinientos metros elevé el ritmo a 4 minutos y 50 segundos, aproximadamente, eliminándose ese engarrotamiento y esas molestías, si bien el soleo izquierdo lo notaba algo cansado y con algunas molestias.
Finalmente, ejecuté unos ejercicios de estiramiento para elongar los músculos, muy necesarios para los doce kilómetros ejecutados esta mañana.
Mañana por la tarde acumularé el resto de kilómetros que lleven al total de los 60 que me había propuesto ejecutar esta semana, si bien hechos de una forma irregular u no muy aconsejable toda vez que el 85% de éstos los haré en tan sólo tres días.