miércoles, 30 de enero de 2008

CONCURSO DE IDEAS

Los múltiples comentarios que habéis hecho los miembros del grupo de Las Verdes y el correo que me ha enviado uno de sus miembros fundacionales, Abel, me ha inspirado crear esta entrada acerca de la "tormenta de ideas", como diría Abel para elegir logotipo en esa futura equipación.
Tener un logotipo y equipación p
ropia -aunque, sabéis que yo sólo podré utilizarla en los entrenamientos, dada mi filiación asociativa -, me parecería una ideal genial y por vuestros comentarios he comprendido que es un asunto que cuenta con vuestro apoyo.
Así que lanzó el guante y pongo a prueba vuestra calenturienta imaginación a los miembros del grupo, presentes y futuros (que espero esté integrado por todo aquel corredor que lo desee, que tan sólo habrá de contar con dos requísitos, que hasta ahora son nuestros dos únicos artículos estatutarios de carácter consuetudinario: que le guste correr y que le guste la cerveza, y no tiene por qué ser por ese orden, precisamente). Así que os dejo ya con la primera sugerencia de logotipo, la de Abel (je,je): (Recordaros que podéis consultar las anteriores entradas, pinchando en el margen derecho o bajando la pantalla tras ésta)



martes, 29 de enero de 2008

REFLEXIONES PARA LA INACTIVIDAD


LLEGADA DE VICTOR


MI TORTUOSA LLEGADA


LLEGADA DE JAVI




SALIDA

No deseo comenzar esta entrada sin antes agradeceros a todos, incluidos quienes habéis llamado por teléfono, vuestras muestras de solidaridad que han realmente emocionantes y entrañables.
Como corredores que sois, com
prendéis mejor que nadie lo que supone una lesión. Y de toda esa amalgama de sentimientos e impresiones que circundan la mente de un corredor siempre destaca esa pregunta tortuosa: ¿Cuánto tiempo? Y no se trata tanto de la imposibilidad de poder correr en un tiempo limitado, sino de la incertidumbre y ansiedad que pudiera provocar el no saber con exactitud el alcance de la lesión y los efectos que pudiera tener en el futuro. Pero no tengo en estos momentos tal ansiedad e incertidumbre. La tuve cuando me lesioné y hube de abandonar la Media Maratón Sevilla-Los Palacios el pasado 16 de diciembre, pero ahora no atravieso por esa crisis. En primer lugar, porque a pesar de sentir mucho dolor y casi "arrastrarme" desde el kilómetro 14 en la Media de Almería, pude culminar la prueba, sin bajar en ningún momento de 5 minutos el kilómetros en esos últimos 7; en segundo lugar, porque ya era conocedor de la naturaleza de la lesión, algo que desconocía casi por completo en la prueba sevillana; en tercer lugar, porque iba mentalizado a que la lesión se pudiera reproducir ya que tuve varios avisos los días previos (tanto en la ruta por la Vega de 25 kms., con el grupo de las Verdes como en un entreno individual a los pocos días). Por tanto, esas tres premisas han posibilitado que el ánimo en estos momentos esté en buenos niveles. Se trata de aceptarlo sin más.
Cuando tuve la lesión en diciembre, esperé 15 días a pesar de que el quiromasajista me comenté
que aguardara al menos 3 semanas o un mes. Craso error. A pesar de ello, el soleo llevaba un camino muy recto hacia la recuperación, de lo contrario también tendría que haber abandonado en Almería; no obstante, no fueron suficientes esos cortos días de reposo.
Cuando acabé la carrera del pasado domingo tuve sentimientos encontrados, ambivalentes. Por una parte -es visible en la fotografía llegando a meta; mala fotografía, ya que se trata de reclamo, pe
ro obviamente no voy a abonar un euro por una carrera que no guardaré para la historia-, llegué mal, muy mal, con un fuerte dolor en el soleo izquierdo y ansioso por acabar; por otra parte, había tenido excelentes sensaciones, ya que si no fuera así no sería posible haber llegado con un buen promedio en esas condiciones. El año anterior tan sólo hice dos minutos menos, sin contar con problema de lesión alguna, por lo que este año -sin que me atreva a vaticinar la marca-, estoy seguro que habría estado en condiciones de haber mejorado sensiblemente la marca del año anterior si hubiera contado con mejores condiciones físicas. Es algo que me hizo ver Javi -no Javi de las Verdes, sino un corredor granadino que también sigue este blog-: "Yo he hecho 1 hora 29 minutos, y en la Media de Granada llegué justo detrás de ti". Eso, como sabéis, a veces, no significa nada, ya que depende de cómo te encuentres en esa carrera, cómo hayas entrenado los días anteriores, cómo de cargadas tengas las piernas...no sé, hay toda una gama de imponderables. Pero es una referencia. Es más, en mis kilómetos de "gloria", los que fueron del 11 al 14 la sensación era de fortaleza y ligereza, pero n sé que hubiera pasado cuando llegara al particular muro en Media Maratón: el kilómetro 15.
Ahora queda detenerse. Me he decretado - es el mejor ejemplo de autogobierno- un mes exacto sin salir a trotar. En todo caso, estaré atento al estado del soleo cuando transcurran tres semanas por si fuera factible ir dando pequeños trotes de no más de 20 ó 30 minutos. Así que si todo va como he diseñado mi idea es hacer con algunas garantías la Me
dia Maratón de Málaga, la primera semana de abril, y si es posible, en marzo, la tercera prueba de Fondo de Loja, del Circuito de Diputación de Granada. No estimo poder estar ni tan siquiera para la prueba de Albolote a finales de febrero. Ahora bien, aviso para el grupo de las Verdes: el codo no lo tengo lesionado.
Así que aunque de mala calidad os coloco unas fotografías que he captado de la página de la organización, ya digo, fotos de reclamo: en una está la llegada a meta; en otra los primeros metros de la carrera -junto a Javi-. También incluyo más foto: la llegada a meta de Javi; la llegada de Victor y una instantánea más sosegada con Javi, tras la prueba, en el Estadio de los Juegos del Mediterráneo, debida a la gentileza de Nuria.
Pero hay muchas cosas interesantes que mostrar aquí en los próximos días, si bien habrá que ir dosificando el material. Le comentaba a Paco esta tarde que subiría el corto pero magistral e inédito video que nos grabó desde su moto en la tirada de 25 kilómetros del domingo 20 de enero. Seguro que disfrutaréis con él, a pesar de que no será posible verlo a pantalla completa -mucho más espectácular- dado que las herramientas de este blog no lo permiten.
También en la próxima entrada comenzaré a hablar de la charla a la que he sido invitado por el Club de Atletismo de Armilla en colaboración con el Ayuntamiento de esa población, gracias a la gentileza de Nacho -su presidente- y Roberto, al que saludé en carrera en Almería. La charla será distendida, alejada lógicamente de lo academicista y espero que amena, sobre los mundos del corredor, que en definitiva es de lo que hablamos en este blog. Abundaremos sobre ella en la próxima entrada.

domingo, 27 de enero de 2008

XI MEDIA MARATÓN "CIUDAD DE ALMERÍA" (27/1/2008)



















En teoría las carreras se corren con las piernas, y en ocasiones se suele utilizar la cabeza. Pero no sabía hasta hoy que también se pueden correr con el corazón. Comencemos.

Esta mañana se disputaba la XI edición de una de las medias más célebres -por mérito propio- de abajo de Despeñaperros. Una carrera aún joven, pero ya consagrada, y es así porque Almería rezuma deporte; no en vano fueron valientes para organizar unos Juegos Mediterráneos en 2005; y no en vano cuentan con un equipo de fútbol en la élite estata
l. Y son esos algunos de los motivos por los que me gusta ir a correr la Media Maratón de Almería; y es la razón por la que llevo dos años consecutivos corriendo allí, a pesar de que la climatología te puede dar alguna sorpresa en estas fechas invernales, caso del año anterior, pero que no ha sido el caso de este año, ya que los numerosos corredores que hemos acudido a esta cita atlética disfrutamos de una excelente climatología, sin apenas viento.
Con un circuito totalmente urbano, dando dos vueltas incompletas al mismo, nada que objetar a la numerosa organización que ha estado atenta y correcta en los avituallamientos, en la entrega de dorsales, en el ropero...Se trata de una carrera bien organizada y con presupuesto, algo que se descubre inmediatamente cuando encuentras entre los atletas de élite invitados al qatarí Shami Mubarak, subcampeón de Marató
n en los últimos mundiales, en Osaka'2007 y el suizo Victor Rothlin, bronce en Osaka. Pudimos contemplar la exhibición de estos corredores: su ritmo, su estilo, su clase. Son los grandes del asfalto y por eso los admiramos.
Por tanto, la prueba ha contado con todos los ingredientes para disfrutarla pero no siempre existe una conjunción perfecta de las estrellas, porque aunque era algo que barruntaba más que temía, no contaba con que la lesión reapareciera y, sobre todo, que reapareciera tan pronto. Iba con Javi en el kilómetro cuatro cuando comenzaron a aparecer las molestias en el soleo izquierdo, así que le comenté que tirará que no quería forzar: intentaré cogerte si caliento bien el músculo, pero eso no ocurrió. Es más el músculo no dejó de
molestar ni en el kilómetro cinco, ni en el seis, ni en el siete...Curiosamente estuvo desafiante y hostil -pasando de la molestia al dolor- hasta el kilómetro 11; y digo curiosamente porque en el kilómetro 11 desaparecía toda molestia y todo dolor, así que si entre el 4 y el 11 mi ritmo mental de carrera quería ir a más y mi corazón no protestaba, las molestias y el miedo a una lesión mayor imposibilitaron que ese ritmo fuera más allá de 4'50''; y claro, sufría, porque es una carrera llana y las piernas necesitan más ritmo, así que intentaba aumentar un poco la marcha y aparecía como una especie de limitador de velocidad en forma de dolor. Pero no nos perdamos lo acontecido con relación a la inclusión del término "curiosamente", así que retomemos la explicación sobre qué paso en ese kilómetro 11: insisto: desapareció el dolor, desapareció la molestia e iban muy bien en cuanto a ritmo aeróbico. Resulta que los 11 kilómetros iniciales habían sido corridos a ritmo fácil, de entrenamiento básico y en el 11 observo que no hay dolor ¿ Qué hacer, pues ? Lo advinisteis. Vamos a tirar todo lo que podamos. Y se notó. Bastante, ya que con el ritmo de 4'50'' me hubiera colocado en el 14 en 1 hora y algo más de 7 minutos. Sin embargo, esos 3 kilómetros a mayor ritmo consiguieron que cruzara el 14 en 1 hora y 4 minutos.
Metido en esos indicios de cálculos -hechos con más precisión ahora-, el soleo izquierdo se reveló sin sonrojarse y sufrí como una especie de descarga dolorosa que cortó el mejor ritmo impuesto en toda carrera, que en esos momentos estaba en torno a los 4' 20''. Ese zumbido sin aviso provocó que casi me detuviera. Y desde ese promedio hube de subir al infierno de los 5' el kilómetro (Qué contradicción, siempre pensé que al infierno se bajaba), sin que ya pudiera au
mentar ni lo más mínimo la marcha; si lo hacía, sentía como navajazos traperos en la incrustación del gemelo y las opciones eran detenerme o ir a ese ritmo. Pasaban los kilómetros, el quince, el dieciséis, el diecisiete, y el dolor iba en aumento. Pero fue en el 18 cuando tuve que mirar el dolor a la cara y obedecer su cruel dictadura, sin posibilidad de transacción: debía de bajar aún más el ritmo si quería llegar al Estadio, ya que de todas formas allí tendría que ir andando.
Durante esos kilómetros de cierta agonía no es fácil expresar lo que pasa por la cabeza, debes de ir pensando en cada paso que das y la gama de dolores es distinta en cada ocasión. Además, debes de atemperar el ritmo que quieres llevar con el que puedes llevar, y esa ecuación no es fácil. Es más fácil ir lento porque no se puede tirar del alma, pero nada fácil tener que ir lento sin que participen más elementos volitivos en esa decisión que el dictado del músculo dolorido. Pudiera parecer una descripción dramática , pero no tiene por qué serlo, tan sólo se trata de lo siguiente: un corredor que va bien en lo aeróbico, que desea y que puede ir más rápido, pero que alguna disfunción muscular no se lo permite. Y no es dramático porque el ritmo en ese momento está en 5 minutos el kilómetro, media nada desdeñable, si consideramos que son 21 kilómetros. Por tanto, satisfecho. Positivo y satisfecho, acabando a una media de 4'42'', en un tiempo de 1 hora 38 minutos y 57 segundos. Perfecto, ya que me conformaba con hacer 1'40.
¿ Y ahora que es lo que hay que asumir ? Tal vez, lo que debería de haber asumido tras la lesión en Los Palacios: hay que parar un mínimo de un mes. Al menos ya sé los resortes psicológicos que me impedí
an "andar" y sé cual era la pregunta que parecía hacerme el otro día en la foto de la llegada a la Cruz de Granada, tras la ruta de 25 kilómetros.
me contaba al final que no se le han reproducido los problemas ¿ Y qué decir de mis amigos de las Verdes ? Muy bien ambos. Javi (saludos a Nuria) y Victor (también corrió su mujer). Javi no tuvo problemas tibiales, aunque sí tuvo sus proble
mas con los espolones. Posteriormente me comunicaba a través de SMS que ha hecho su mejor marca, 1 hora 33 minutos. Con Victor hablé también por teléfono cuando salía de Almería y ha hecho una carrera enorme, dejando el cronometro en 1 hora y 31 minutos. Felicidades a ambos.
¿ Y qué decir de mi estado de ánimo ? Me acaba de llamar Jose (Oliver) y le comentaba que me encontraba muy bien de ánimo: he acabado otra carrera larga; la he acabado con un promedio de 4'42, a pesar de que he corrido lesionado y soy consciente que he de parar un mínimo de un mes. Sin problemas. Lo importante será curarse por completo y abordar todo un año que queda de
carreras y más carreras; de entrenamientos y más entrenamientos.

Cuando volvía a Granada, me apetecía tomar un par de cervezas y leer la prensa, así que paré en una venta a pie de carretera, en el cruce de Dólar, a 17 kilómetros de Guadix. Y hasta ese momento no había comprendido que mi cuerpo era una auténtica geografía del dolor, o al menos, eso sentía. Junto al dolor de soleo, que ahora se había enfriado tras más de una hora conduciendo, había que unir una deshidratacion e irritación bestial en la entrepierna y la almohadilla de apoyo, cercana al pulgar del pie derecho totalmente dolorida y sangrando, algo que atribuyo a la nueva técnica de pisada de ese pie, el cual intento abrir menos al golpear con el terreno. Así que salir del coche, entrar en la venta y dirigirme hasta la barra ha sido todo un poema, una imagen que nos familiarizaba con nuestra navidad infantil de ciertas muñecas que se dirigían al portal de Belén.
Poco más que añadir. Una carrera más, en este caso, muy extraordinaria.

viernes, 25 de enero de 2008

TEST FINALIZADO: VOY A ALMERIA


Todo era incertidumbre, sobre todo cuando el pasado miércoles entrenando por la Vega (15 kms, a un ritmo de 4'50''), pude comprobar que el soleo izquierdo aún reclamaba atención. Las molestias surgidas sobre el kilómetro 5 se convirtieron rápidamente en dolor, si bien no me imposibilitó seguir la ruta, con prudencia, con miedo, con desasosiego, sin disfrutar demasiado, a pesar de las buenas sensaciones que sentía corriendo. Y curiosamente,a falta de 3 kilómetros decidí enreciar el ritmo y el dolor desapareció, así que llegué a casa mucho más confundido que antes de correr.
Esta mañana, el soleo parecía dolerme, incluso, andando, si bien no se trataba de un dolor totalmente definido, sino más bien una sensación de pinchazos leves pero intensos, así que me dije que si andando dolía, corriendo el dolor sería mayúsculo. Pero no. Vengo de hacer 10 kilómetros por los caminos que hay entre la Carretera de Córdoba y Maracena, Albolote y, posteriormente, Atarfe, y en ningún momento ha habido molestias, a pesar de que todos los sentidos (excepto el auditivo, por la música) los tenía puestos en ese punto. Esos diez kilómetros, suaves -en torno a los 4' 50''- han servido para testimoniar que el dolor, al menos hoy, ha desaparecido y para intentar corregir la pisada derecha, que es una cuestión más biomecánica que costumbrista. Pero las sensaciones han sido magnificas: un ritmo tranquilo pero no trotón y una sensación de ir acumulando kilómetros fáciles.
Así que visto lo visto y experimentado lo experimentado la opción es clara: ir a correr la Media Maratón de Almería y repetir al menos la instantánea de arriba, si bien no las tengo todas conmigo, porque a pesar de que la apuesta en esta carrera es modesta - me conformaría con hacer 1 hora 40 m), siempre se expone más en competición y los músculos sufren mucho más que en un entrenamiento; además, se trata de 21 kilómetros, todos ellos por asfalto. Ahora bien, estando ya la decisión tomada nada ocurrirá si hay que volver a esperar al autobús escoba, mentalizado voy.
Pues nada, hechos los deberes ahora vamos a dar cuenta de unas verdes con otro lesionado, que para colmo aún no ha podido entrenar sus flamantes Mizuno: Emilio.

jueves, 24 de enero de 2008

El mundo, de Juan José Millás


El mundo. Dos palabras. Dos significados: uno real, como concepto de la suma de países, mares, bosques, desiertos, personas, animales, cosas que conforman nuestro globo terráqueo; otro imaginado o ficticio o vivencial o experimental o personal. Porque la literatura de Juan José Millás no se limita a un plano rectilíneo. No es así su mente de simple; es más, es inevitablemente compleja y complejos son los nudos gordianos que se van atando y desatando en sus novelas, en sus entrevistas, en sus articuentos.

"El mundo" es su última obra. Ganadora del premio Planeta, que lleva dos años dando en la diana en cuanto a ganadores: el año pasado fue Alvaro Pombo - con la obra "La fortuna de Matilda Turpín"- escritor de minorías pero mayoritariamente valorado y este año Juan José Millás. Venía a decir que a pesar de premio Planeta esta novela del escritor valenciano es de innegable calidad y en ella recurre a su mundo, pero no se detiene -ni le interesa- en elaborar una hagiografía del personaje desde su casi más tierna infancia, ni una suma de aniversarios y onomásticas, nada de eso. Si el hipotético lector de esta entrada ha leído alguna obra de Millás, sabrá a que me estoy refiriendo porque a nuestro autor nada de lo cotidiano le guía; por tanto, su mundo no puede ser otra cosa que el de las sensaciones, el de los pensamientos, el de la imaginación (un triste tendero imaginado como un alto espía de la Interpol). Sin embargo, tampoco desdeña lo cotidiano, es más, pareciera que es a partir de ahí de donde surge todo ese andamiaje onírico que circunda su obra. Al contrario de lo que ocurre con otros escritores que intentan tapar - a veces, en vano- nombres y lugares, Millás llama a las ciudades por su nombre, a las calles por su nombre, a las personas por su nombre, sin tapujos o sin necesidad de ellos. Entonces elaborado el andamio de lo real comienza e enhebrar como una especie de tela de araña onírica, imaginada, sensorial, que convierte lo cotidiano, lo real, lo empírico, en algo como soñado. Estamos hablando claramente de una ensoñación, algo parecido al efecto del primer alcohol ingerido, antes de llegar al embriagamiento total. Y sí, es probable que el mundo que recrea sea opresivo - a mí no me lo parece tanto, sin embargo -, pero alejado de ser heredero de Sartre o Camus, en mi opinión.

Con esta obra, Millás consigue escribir una novela larga; o al menos más larga y densa que otras a las que nos tiene acostumbrados (Dos mujeres en Praga, El orden alfabético, entre las que más destaco). Y además, con ella parece consagrarse -aunque yo creo que ya lo estaba- para el gran público. Y en absoluto nos decepciona con "El mundo" porque se vive con el escritor la intensidad que debió de desarrollar al escribirla; se denota todo ese esfuerzo mental para intentar resumir en la novela "su mundo" y de camino explicarse ciertas cosas, al parecer, aún enclaustradas; en absoluto nos decepciona porque existe literatura por doquier y nada de la novela es prescindible. Y sobre todo, no nos decepciona porque sigue siendo el mejor Millás, sin que pueda dejar de reconocer que otras obras suyas -algo más cortas- provocaron en mí mayor impacto, probablemente, como consecuencia de ser las primeras leídas de este autor. Por tanto, una lectura aconsejable para estos meses fríos y de más recogimiento.

martes, 22 de enero de 2008

UNA MAÑANA MEMORABLE







Tal vez la grandeza de correr estriba en que cada sesión es distinta, algo similar a la frase del filósofo griego Heráclito acerca de que no se puede entrar dos veces en el mismo río. Y quizá, ese sea el motivo básico que nos empuja a correr sin caer en el hastío.
Y si es así en el plano individual, cuando corres en grupo esas sensaciones se magnifican de manera geométrica. De esa forma pensaba esta mañana cuando leía algunos de los comentarios de los integrantes del grupo de los verdes (hasta el momento Paco, José Manuel, Mario, Abel, Javi, Victor y Antonio), porque no es ningún tópico lo que decimos, cuando sostenemos que los pasamos realmente bien; lo pasamos realmente bien corriendo, charlando, bromeando y sosteniendo al final unas verdes. Comentaba con Paco hace unos días -Paco, calladamente es coautor de este espontáneo proyecto-, que es extraordinario que cada miembro que se incorpora sea una excelente persona dotada de educación, responsabilidad, discreción y respeto, y amor a correr, algo que ratificaba mi amigo conmigo. Es algo que se confirma cada domingo. De hecho comentábamos el otro día que en este mundo de running, del correr (en español mejor), existe una mejor interrelación entre los deportistas, no existiendo esa insana rivalidad que a veces se aprecia en el fútbol y, en ocasiones, en otros deportes como el baloncesto (tal y como mostró Patón en su blog en cierta ocasión). Aquí en este mundo existe una enorme generosidad. Y en nuestro grupo existe una enorme generosidad. Desde aquella frase ya mítica de Mario "vamos hasta con tensión" hasta la exhibición mostrada por Paco el otro día, asistiéndonos, fotografiándonos, llevando ropa y material, animándonos con su moto, existen una infinidad de detalles que muestran la grandeza de este deporte y de quienes lo practican.


Del recorrido de la mañana
del domingo 20 de enero atesoro muchas y muy buenas sensaciones que no os extrañe que me cueste expresar y que será buen material para la charla sobre el el corredor y sus mundos del próximo 8 de febrero en Armilla. Son sensaciones que trascienden a lo meramente deportivo, pero que al mismo tiempo forman un nexo indeleble con la faceta deportiva en sí. Momentos concretos que tienen un tapiz de fondo envidiable, a través de una Vega, que comienza algo urbana para ir convirtiéndose en totalmente rural. Un trote inicial suave, un aumento de ritmo considerable a partir del kilómetro 9-10, unos caminos que se nos van abriendo de manera casi misteriosa, veredas rebosantes de verde, un río Genil por el que discurren unas tímidas aguas, unas alamedas que comienzan a desperezarse, unos caminos dotados de piedras inertes y milenarias, unos secaderos que dormitan en una Vega limpida, y sobre ese escenario seis corredores (si bien Mario se despidió antes) y una moto que evita rugir porque la conduce un corredor vocacional. A todo hay que añadir un error de dirección (mea culpa) que nos hace avanzar otros cinco kilómetros cuando los depósitos estaban previamente para cinco menos. Y es en esos momentos, a la entrada de Pedro Ruíz donde comienzan momentos míticos que surgen y desaparecen con la facilidad y puesta en escena de lo puro pero efímero. Un camino que se alarga desde la pedanía santaferina y gestos de dudas a un ritmo alto, muy alto. Todos presentimos que no vamos por el camino correcto, estando ya instalados en torno al kilómetro 16-17 de carrera. Paco que propone volver y cruzar por el pueblo para coger la ruta inicial y una observación: nadie secunda la idea. Y es entonces cuando pienso: ¡ madre mía cómo me van a hacer sufrir éstos ! Resulta que Paco - que va en moto-, alertado por la enorme vuelta que hay que dar, propone volver sobre nuestros pasos y ninguno de los corredores secunda esa idea, pienso; luego ¿no es demencial? Y es ahí donde funciona lo psicológico. Observo que Víctor y Antonio ajenos a añoranzas de menor kilometraje siguen dando caña a un ritmo demencial, siguiéndoles aún sin demasiadas dificultades Abel y Javi. Sin embargo, en mi sí observo ya dificultades, no ya físicas - el soleo aún no me molestaba- pero sí de aspecto aeróbico y mental: inseguridad a raudales. Paco me hace un gesto para que no me descuelgue pero le miro derrotado. Y es cuando en un gesto de generosidad Antonio que marchaba muy cómodo en cabeza, va bajando el ritmo hasta llegar a mi altura, uno metros rezagado. Le propongo que no baje el ritmo porque el mío será cada vez más bajo, ¿Dónde estamos? me pregunta; seguramente en Pedro Ruiz, contesto. Pero no, igual que en la Maratón de Madrid mi vista no captó la presencia de la Plaza de Toros de las Ventas en el kilómetro 40 aproximádamente, aquí tampoco fuí capaz de comprender que ¡estábamos llegando a Fuente Vaqueros!. No era tan grave mi desgaste mental como en Madrid, pero mis piernas ya comenzaban a revelarse. Y no pude evitar casi gritar ¡estamos en Fuente Vaqueros! comprobando como el estupor hizo detener a Abel, que seguramente ya comenzaba a barruntar que serían muchos más de 20 los kilómetros a hacer. Ese gesto de Abel se quedó en mi memoria. Y Paco, perfecto maestro de ceremonias, se esforzaba enormemente para que no saltara la alarma, que él sabía que ya estaba a punto de estallar en mi caso y muy cercana a Javi que ya encontraba problemas con su ritmo debido a sus talones.
Comienza la carretera que une F
uente Vaqueros con el cruce de la Nacional 432, y quien esto suscribe, muy acostumbrado a circular por allí en mis entrenamientos, evita hacer cábalas para no informarme a mí mismo sobre los kilómetros que faltan, tal es ya la debilidad. El grupo comandado por Antonio y Víctor sigue ajeno al desaliento: van muy fuertes a un ritmo muy alto. Y es entonces cuando comienza a molestarme el soleo, a sentir bastante calor y a no dejar de pensar que no puedo ir a ese ritmo. En otras palabras: me descuelgo totalmente. Curiosamente, pasa un conocido de Fuente Vaqueros y me ofrece un caramelo, ofrecimiento éste que me confirma que mi estado en ese momento es penoso. En eso pienso más o menos cuando mis cuatro compañeros de ruta se van alejando, al mismo tiempo que el grupo de cuatro poco a poco se va haciendo añicos.
Dada la curva cerrada que se despide de la ciudad lorquiana se acerca Paco en moto y es cuando le comento que muy probablemente tenga que montarme ya que parece haberse reproducido la lesión. Veo un poco más por delante que Javi tampoco va bien.
Y efectivamente a los 500 metros me detengo y subo a la moto con Paco, con la idea inicial de no bajarme de ella ya hasta Pinos Puente, pero no permanezco en ella más de 700 metros. Y es en una parada fotográfica -justo en el cruce de la Carretera con el camino hacia Pinos Puente, a la altura del desvío a Pedro Ruiz- cuando habría que situar el comentario que hace Paco sobre la raza que vamos adoptando poco a poco en la medida en que nos vamos haciendo más corredores. Mientras Paco hace unas impresionantes fotografías de Víctor, Antonio y Abel entrando al camino (por cierto, impresionante la fortaleza de Víctor en esa instantánea) estiro y decido continuar con Javi que se acerca por la carretera visiblemente tocado. Y comienzo de nuevo a correr con las piernas engarrotadas, molestias en soleo, que no pasaron de ahí, cansancio, calor y, por qué no decirlo, cierto desanimo y un interrogante que gráficamente es muy visible en una instantánea ya llegado a la Cruz de Granada: ¿Qué me está pasando? De los tres corredores de cabeza ni rastro.
El camino serpentea y bachea abundantemente pero el entorno es bonito y la temperatura excelente para correr. Paco va y viene con la moto y me comenta: ya sabes que falta poco. Pero a ese ritmo lento y trotón los metros pasan muy despacio. Observo por atrás que Javi me acompaña en esta particular procesión que ambos hemos organizado. No son momentos dramáticos como vives en los últimos kilómetros de un maratón pero la zozobra, la inseguridad ante la lesión, la ostensible falta de forma, podrían casi justificar el comentario que me hizo Víctor sobre el pundonor.
Pasan los kilómetros y espera la llegada. Unas verdes no serán mala recompensa.
Un documento gráfico para poner los dientes largos como ha comentado Mario, que seguramente "celoso" de nuestra hazaña no ha dudado en reinterpretarla a una hora en la que la Vega podría pasar por un bosque élfico.

domingo, 20 de enero de 2008

RUTA GRANADA-PEDRO RUIZ-FUENTE VAQUEROS-PINOS PUENTE (25 KMS) 20/01/08

En una excelente mañana para correr..... Es cierto, suena a tópico, pero la mañana ha sido excelente como excelente ha sido la labor de mi "compae" Paco en cuanto a dos labores muy importantes: logística, en cuento a transporte y la realización de este magnífico y completo reportaje fotográfico y cinematográfico que aparece tras estas lineas. A esa doble labor habría que añadir la de moto-escoba, utilizando este servicio - de nuevo - éste que suscribe dado que sobre el kilómetro 20, ya con bastantes problemas para seguir el ritmo de mis compañeros -¿de fuga?-, hizo amago de reaparición la temida lesión en el soleo izquierdo, "Paco, no te alejes mucho que igual me tengo que subir en la moto", le dije y, efectivamente, a los pocos metros ya estaba subido en su moto de 1250 (lo del cero ¿ha podido ser un error tipográfico?), y a pesar de que no soy creyente, rezando para que no volviera a reproducirse la lesión del pasado 16 de diciembre en Sevilla. Sin embargo, al llegar al cruce del camino, a la altura del cruce de la pedanía santaferina de Pedro Ruiz, opté por hacer unos estiramientos y me ví capacitado para seguir. A esas alturas el grupo de cinco -Mario hubo de dejarnos en los primeros cuatro o cinco kilómetros ya que tenía tareas pendientes esta mañana- ya iba bastante desecho. En la cabeza dos incombustibles corredores: Victor y Antonio Sánchez, que se incorporaba hoy al grupo. Ambos han dado un recitar en cuanto a estado de forma. Un poco más atrás, sufría Abel en su entreno en la larga distancia, y bastante tocado en ambos talones venía Javi, que no está aún todo lo fino que el quisiera. Al verme con ánimo y comprobar que la lesión no se había reproducido como creía, bajé de la moto (estuve en ella menos de un kilómetro) y esperé a Javi en el cruce de Pedro Ruiz para acabar la ruta en la Cruz de Granada.
Un elemento que ha agravado aún más el sufrimiento de los que, como yo, aún no estamos al cien por cien, ha sido la incidencia sufrida en la carrera, no esperada. La idea era salir de Granada, pasando cerca de Santa Fé, acceder a Pedro Ruiz y desde ahí hasta Pinos Puente por un camino de Vega. Sin embargo a la entrada de la pedanía pregunté a unos vecinos por la carretera de Fuente Vaqueros y nos derivaron a un camino que conectaba, sí, con la carretera de Fuente Vaqueros, pero no a la altura que nosotros teníamos previsto, ya que entramos en la misma localidad lorquiana. Esa incidencia ha supuesto alargar la ruta 5 kilómetros. Y como quiera que existía la mentalización de los 20 kms, el ritmo comenzó a ponerse hostil antes del kilómetro 15, algo que yo, en particular, he pagado con creces.
Y muchas conclusiones que sacar en lo personal de esta ruta: 1. Que aún estoy lejos de la forma que poseía antes de la lesión. 2. Que me es muy difícil, hoy por hoy, seguir el ritmo de mis compañeros del grupo de "las verdes" y en particular de Victor y Antonio Sánchez. 3. Que hay que seguir corriendo y sufriendo para conseguir el estado adecuado. Pero contento, al menos, en una cosa básica: la lesión, a pesar del amago de hoy, parece desaparecida y hoy ha sido un buen test para confirmarlo; tal vez el susto de ver que podría reaparecer no me hizo dudar ni un segundo en parar. Mejor parar en un entrenamiento que no parar un par de meses. Finalmente fue un susto.
En cuanto a mis compañeros del entrenamiento de hoy qué decir: muy preparados veo para maratón a Victor e, incluso, a Antonio; Abel ha superado con nota la gran distancia y está totalmente preparado para hacer un buen papel en media maratón, de manera que una vez que acabe de cuatro a cinco medias estará más dispuesto a participar en la gran distancia. En cuanto a Javi, ya conoce lo que es correr media maratón, con un tiempo bastante bueno; ahora bien, dar el salto a maratón conllevará entrenamiento de largas tiradas y adaptarse a su "espolón". En cuanto a quien esto suscribe, como les decía jocosamente hoy, tendré que conformarme con volver a mirar las fotos del MAPOMA 2007 para convencerme que ese que corría con el pañuelo en la cabeza era yo y no una alucinación. Es una forma de decir que mi estado de hoy -y no se bien porqué, al margen del parón de la lesión- no está para grandes batallas y al entrenamiento de hoy me remito.
Por otra parte, tengo mucha ilusión en que Paco algún día pueda hacer esta ruta, sin moto, para salir desde Pinos Puente hasta Granada. Sé que ahora que ha cerrado definitivamente la despensa lo conseguirá. Y yo haré esa ruta con él.
Finalmente, para ilustrar estas breves palabras dejaros con la película de la mañana, comenzando con unas caras resplandecientes y acabando, igualmente, con la misma alegría, en torno a unas "verdes", haciendo honor al nombre oficioso del grupo.
En defnitiva, como decía al principio, una excelente mañana dedicado a nuestro deporte favorito en muy buena compañía.






















viernes, 18 de enero de 2008

...Y OTRAS NUEVAS ZAPAS

ANTES (SIN ESTRENAR)................






















Generalmente suelo comprar los pares de zapatillas de dos en dos, pero no por ninguna mania fetichista sino porque me gusta comenzar a desgastarlas al mismo tiempo y eso provoca que se hayan de reponer también al mismo tiempo. Pero no simpre es así. Hay ocasiones en las que encuentr un buen par de zapatillas que dispone de lo necesario para mis características y esa zapatilla aparece con una buena relación calidad-precio, por lo que no desaprovecho la oportunidad, si bien he de decir que no soy nada fetichista en esto del material deportivo técnico -lo fuí por supuesto, pero ya no-. Actualmente busco con cabeza fría el material que creo me puede ir bien y sí se adapta a mis exigencias lo compro, con independencia de que en ese momento lo necesite más o menos, porque sé que lo necesitaré en el futuro.
Por lo demás, no soy corredor de cambiar zapatillas cada poco tiempo, porque tampoco soy corredor de un volumen imponente de kilómetros (sólo revolucioné el marcador en la preparación del MAPOMA), pero sí es habitual que cada año comprE como mínimo un par y, generalmente, dos pares como ha ocurrido en esta ocasión.
Para documentarme sobre zapatillas utilizo las mismas fuentes que utilizamos todos: Internet, revistas especializadas, experiencias de otros corredores conocidos, pero últimamente me
baso mucho más en mi propia experiencia añ haber poseído ya distintas marcas y modelos. Esa vivencia empírica suele ser siempre la mejor alíada, así que sigo ojeando reportajes y poniendo el oído cuando se cuentan experiencias de otros corredores, pero a la hora de adquirir algunas siempre sé, más o menos, lo que busco. Y busco zapatillas que amortigüen bien porque mi peso y estatura necesitan esa amortiguación. Además me interesa sobremanera la amortiguación en toda la zapatilla, es decir, no sólamente en el talón, sino también en el antepíe, ya que es una zona que sufre mucho los impactos del terreno y muy expuesta a la temida fascitis.
Por eso no me importa pagar algo más si e
sa zapatilla reúne esos requísitos, pero hasta cierto punto. La zapatilla técnica es un producto caro porque posee bastante I+D y se utilizan materiales de mucha calidad. Ahora bien, si los corredores habituales necesitamos un par de zapatillas al año como mínimo, la experiencia de correr puede salir por un pico. Por tanto, hay que rebuscar y encontrar opciones ventajosas, y para ese fín Internet es una experienca inmejorable, si bien cuenta con determinados inconvenientes, siendo el principal la imposibiidad de probarse la zapatilla, que es lo aconsejable.
A pesar de ese riesgo, he optado por arriesgarme y pedir zapatillas -incluso a Estados Unidos como es el caso de
las Saucony y éstas Asics que ahora os presentaré- con un tallaje concreto. Tras probarme y haber corrido con casi todas las marcas sé que la talla de la zapatilla que necesito es la 12 USA, mucho más fiable y estable que el tallaje europeo. Se da la circunstancia que la 12 USA en Adidas corresponde a un 46 y dos tercios en Europa, pero si se trata de otras marcas como Asics, Mizuno o Saucony, suele ser un 46 y medio. De ahí que prefiera siempre la opción americana -sin que sirva de precedente en otras cuestiones menos prosaicas-. Y hasta ahora me ha ido bien.
Bueno, supongo que después de toda esta parrafada os estaréis preguntando acerca de qué nueva zapatilla ha e
ntrado a formar parte de mi entorno. Se trata de la Asics GT 2100, tal y como veis en las fotos de abajo (mejor ver las fotos cuando está aún sin entrenar y estrenar). ¿ Y por qué esa zapatilla, considerando que ese modelo ya ha sido sustituido por la Asics GT 2120 ? Elegí esa zapatilla porque la encontré en un store virtual de Estados Unidos y estaba a buen precio. Además, leí hace algún tiempo que fue calificada por los directores de todas las ediciones mundicales de Runner's Wordl, como la mejor zapatilla del momento, y esa afirmación me pareció curiosa. Así que la ví y sabiendo que era Asics, no podía ser inadecuada.
A estas alturas, tras dos años cor
riendo y haber experimentado con Mizuno, Adidas, New Balance, Nike, Saucony y Asics, no podría, honestamente, eliminar de mi lista a ninguna de ellas -excepto las Nike que nunca me convencieron-. Tuve unas Supernova antiguas y fueron un fíasco, pero me compré para preparar la Maratón de Madrid las nuevas Supernova Formotion y les dediqué una Oda como homenaje de lo bien que respondieron. Tuve las Mizuno Wave Rider 7 y fueron de maravilla, si bien duraron poco; tuve - tengo aún - las New Balance 1023 y respondieron estupendamente; tuve la Asics Cumulus V y me impresionó su rendimiento. Ahora tengo dos Asics -ésta última- y la Gel Landreth, que le quedan horas de vida y las Saucony; y todas de las enumeradas respondieron y responden perfectamente, pero hoy cuando corría por la Vega hacia Fuente Vaqueros con las Asics GT 2100 me dije: "lo tuyo son las Asics", y es que verdaderamente son un guante, precisas, cómodas, adaptables a todos los terrenos, ergonómicas, amortiguadas y un largo ectcétera, hasta el punto que podría afirmar que, en mi opinión, Asics es el mejor fabricante de zapatillas, afirmación que hago a sabiendas que en este mundo de tan grandes marcas, es muy difícil vaticinar cual es el mejor. Y en ese aspecto cada uno de nosotros tenemos nuestra predilección al ser el nivel de todas las marcas mayúsculo ¿ Cuál marca es vuestra preferida ? ¿ Y de esa marca preferida qué modelo ?

Y ya sin más demora os dejo las fotos de las Asics GT 2100, si bien veréis dos momentos distintos y to
do porque hoy se me ha ocurrido estrenarlas (por cierto, denotando aún una falta de forma apreciable) por una Vega que presentaba algunas zonas totalmente embarradas y se han puesto como un cristo, pero eso ha servido para ratificarme en el magnífico comportamiento de esta zapatilla, incluso, en charcos y barro, terreno éste que con otras zapatillas en ocasiones a punto estuve de perder la verticalidad.


...........DESPUÉS DE 13 KILÓMETROS POR UNA VEGA EMBARRADA:




Por último, volver a ratificar la quedada para el próximo domingo. Será:

EN LA PUERTA PRINCIPAL DEL ESTADIO DE LA JUVENTUD (CAMINO DE RONDA), A LAS 10,30. ACCEDEREMOS A LA VEGA HASTA PINOS PUENTE (EN TOTAL UNOS 20 KMS., PASANDO POR VEGAS DEL GENIL, CERCA DE SANTA FE, PEDRO RUIZ Y FINALMENTE ACABANDO EN PINOS PUENTE). DESDE PINOS PUENTE NOS VENDREMOS EN EL TRANSPORTE PÚBLICO QUE ESTÁ MUY CERCA DE LA LLEGADA (REST. LA CRUZ DE GRANADA). Y COMO SIEMPRE, SEREMOS PUNTUALES.
INFORMAROS QUE EL AUTOBÚS TIENE SU ÚLTIMA PARADA JUSTO AL LADO DE LA ESTACIÓN DE RENFE, I
NFORMACIÓN QUE DOY POR SI OS DESPLAZÁIS EN COCHE HASTA EL LUGAR EN EL QUE HEMOS QUEDADO, CON EL FIN QUE NO OS QUEDE LEJOS DESDE LA ÚLTIMA PARADA DEL AUTOBÚS AL REGRESO.
DESDE PINOS PUENTE PODEMO
S SALIR CUANDO NOS APETEZCA, YA QUE HAY UN AUTOBÚS CADA HORA. Y LAS VERDES, VERDES SÓN.

RUTAS NOCTURNAS























En estos días de entre semana, generalmente, cargados de obligaciones, siendo aún las tardes cortas, nada mejor que buscar rutas por la ciudad, que tienen la ventaja de poder hacerse a cualquier hora nocturna, gracias a la iluminación de las calles. Por su parte, también cuentan con claras desventajas respecto a rutas alejadas de la ciudad, que como siempre digo, son las que prefiero. No obstante, el corredor necesita una cosa básica: correr y, por lo tanto, hay que adaptarse a las circunstancias.
Sin embargo, existen rutas muy diferentes dentro de la ciudad y dependiendo de qué ciudad se trate. En el caso de Granada, como o
curre en todas las ciudades, hay lugares por los que es practicamente imposible correr debido a la estrechez de calles, a que éstas estén atiborradas de gente, o bien que sean calles cargadas de cruces y de coches, tan enemigos para el corredor (aunque claro el enemigo es siempre el conductor determinado). Pero hay otras rutas - las hay en todas las ciudades- donde la sensación de correr por ciudad es menor y eso es debido sobre todo a la existencia de grandes avenidas, nuevos barrios en expansión, por lo general menos poblados y con menor volumen de tráfico. Por suerte, llevo residiendo desde hace catorce meses en un barrio de una zona de expansión de la ciudad -que probablemente estará atestado de tráfico en pocos años-, y el correr en esta zona es bastante asequible gracias a la existencia de grande avenidas, con sus grandes aceras, poco tráfico y lugares perfectamente iluminados para correr de noche. Los amigos que vienen a visitarme, invariablemente, comentan que no me quejaré por la buena zona que es para correr y, ciertamente, no me quejo, porque a pesar de que llevo mal correr en ciudad, al menos por aquí existen espacios amplios y libres para el corredor.
En otras ocasiones he dibujado con Google Earth algunas rutas por esta zona, pero ya sabéis que es muy conveniente ir cambiando de vez en cuando para no caer en la monotonía, así que ay
er y hoy he decidido cambiar un poco la ruta, adentrándome en otras zonas también amplías e idóneas para correr. En total, es una ruta que está muy cercana a los siete kilómetros, que cuenta con algunas dificultades, ya que se corre en la parte más baja a ras de la Vega y es necesario subir un poco en dirección norte. Además, es una ruta que se puede hacer en media hora perfectamente si se va alegre o un poco más si se va a un ritmo tranquilo de cinco minutos y algo el kilómetro. Normalmente cuando quiero hacer una amplía sesión de estiramientos y ejercicios de técnica de carrera, suelo elegir esta ruta u otra parecida, lo que no robará más de una hora de una ajetreada tarde, pudiéndose hacer a las siete, a las ocho o incluso a las nueve de la noche. La ruta es la que aparece arriba dibujada en Google Earth.

En otro orden de cosas, parece que se consolida el domingo como el día que elegiremos para hacer esos 20 kms. por la Vega granadina hasta Pinos Puente y que no habrá problema alguno en que estemos todos los que habitualmente vamos y algún nuevo amigo corredor -Antonio Sánchez- que se unirá.
Si os parece bien, podríamos quedar el domingo a las 10,30 de la mañana en lo que fuera la puerta principal del Estado de la Juventud, en Camino de Ronda, de manera que desde el Camino de las Vacas accederíamos a la Vega hasta Pinos Puente, pasando muy cerca de Sant
a Fé y atravesando la localidad de Pedro Ruiz.
En cuanto a la logística del transporte existen varias vías: la más sencilla, venir desde Pinos Puente a Granada en el autobús que sale a escasos metros de la Cruz de Granada; o bien llevar un par de coches a Pinos Puente, que es una solución viable si bien un poco más compleja. Espero vuestra opinión. Mientras tanto os adjunto algunas fotografías que me ha envíado Emilio de los aledaños de Pedro Ruiz -que es por donde él suele correr-, por donde pasaremos el próximo domingo, para ir haciendo boca.

martes, 15 de enero de 2008

XXI GRAN PREMIO DE FONDO DE DIPUTACIÓN DE GRANADA



Desde hoy, día 16 de enero, está abierto el plazo para la inscripción en el XXI Gran Premio de Fondo de Diputación de Granada, dándose el pistoletazo de salida -como ya es habitual- con la clásica "La Industrial", de Armilla el próximo 3 de febrero, sobre un circuito llano y urbano de 10 kms., para ir tomando contacto con un circuito que se prolongará hasta el 9 de noviembre con otra carrera de 10 kms. en Santa . En total, 15 pruebas para todos los gustos y condiciones.
Un año más - y es algo que mucho no comprendemos -, estará ausente la Media Maratón de Granada, prueba que por desavenencias políticas acabó disgregándose del circuito. Curiosamente los políticos que toman la decisión lo suelen hacer desde su despacho ignorando qué significa correr y pensando muy poco en quienes corremos. No obstante, el Circuito sigue contando con la fuerza de años anteriores, si bien necesita más colaboración de algunos de los municipios participantes, ya que existe una clara descompensación en cuanto a organización de unas carreras y otras. De hecho, muy poco tiene que ver la organización de pruebas como la Media Maratón de Motril con lo demostrado el año anterior en cuanto a deficiente organización en pruebas como la de Dílar -particularmente a su paso por Otura- o La Gabias, prueba en la que se creó cierta confusión en cuanto al pago de inscripción y la ausencia de camiseta conmemorativa. Sin embargo, salvando estos casos extremos, la organización del resto de las pruebas está a gran nivel, sobre todo si consideramos que son muchos los inconvenientes que se presentan para organizar una prueba, que suele necesitar en todos los casos, corte de carreteras y calles, además de contar con fuerzas de seguridad, protección civil, cruz roja, técnicos deportivos municipales y voluntarios. Aunar todo eso - y lo sé por experiencia propia- es tremendamente complicado, sobre todo si consideramos que algunos municipios no cuentan con gran potencial humano y económico.
Por tanto, en mi opinión, hemos de apoyar este Circuito para seguir siendo una de las pocas provincias españolas que cuentan con un evento de estas características, que está posibilitando que Granada cuente con un gran nivel de atletas populares.
Existen carreras muy duras y carreras mucho más llevaderas, pero siempre está la máxima que afirma que las carreras siempre la hacen duras los propios corredores, así que nadie se asuste y que cada cual adapte la carrera a su ritmo y condiciones físicas y mentales. Es la mejor determinación para competir porque siempe será la carrera la que nos ponga en nuestro propio lugar. Es como una democracia perfecta.
Decid para los iniciados, que el Circuito absorbe. Por tanto, es muy conveniente -como diría un compañero de mi club-, enviar una copia del calendario a pareja, familiares y amigos más asiduos, con el fin de que se vaya estructurando la agenda de los fines de semana ante la inminencia de las pruebas, que conllevan, además, horas de entrenamiento entre semana porque es indudable que cada uno de nosotros intentan estar mejor para la prueba siguiente.
Podéis pinchar en el logotipo del Circuito en el margen superior izquierdo para acceder a la información e inscripción. Una vez en esa página pinchad en "Programas y actividades", y una vez ahí buscar la opción "Gran Premio de Fondo".

domingo, 13 de enero de 2008

UNA TIRADA DE CASI 16 KMS. A UN RITMO ALEGRE

Hoy ya he sentido otras sensaciones en la tirada de casi 16 kilómetros por la Vega de Pinos Puente (perdón compañeros por mis pobres cálculos en la distancia), si bien no atesoro aún ese "puch" que sí tenía antes de la lesión. No obstante, me conformo -que no es poco- con que la lesión haya remitido -creo- por completo. Si el pasado viernes, a mayor velocidad percibía algunos "pinchazos" en la zona del sóleo-gemelo izquierdo, hoy a una ritmo bastante vivo -sobre todo en los kilómetros finales- no he percibido molestia alguna, algo que celebro. El mejor ritmo, el ritmo de competición, las mejores sensaciones irán llegando a medida que vayamos afinando. Poco a poco, como diría Javi.
Esta mañana ha sido igual de placentera que otras pasadas, con un día bastante claro y un frío que se pal
paba en la Vega, pincipalmente, en los


Esta parte de la Vega ha sido añadida hoy al recorrido dominical

kilómetros iniciales; de hecho,
era posible contemplar algunos charcos del camino con una capa de hielo, que denota los rigores climatológicos de la noche en la Vega granadina.
El grupo de "las verdes" hoy ha estado compuesto por un número record de corredores, a la sazón: Paco, José M
anuel -que ha debido de parar antes de acabar el recorrido por molestias en el sóleo-, Abel, Javi, Mario y Victor, que se ha incorporado hoy por vez primera, además de quien esto suscribe.
Desde el primer momento formamos dos grupos. Por un lado, más adelantados: Abel, Javi, Mario, Victor y servidor; atrás quedaron, más relajados (probablemente José Manuel ya sentía molestias), Paco y José Manuel.
Como siempre el ritmo ha sido pr
ogresivo, acabando en la recta de la carretera de Córdoba, al paso por Pinos Puente, en torno a los 3,31 el kilómetro (rectifícame Javi si me equivoco). Una vez más comenzó el cambio de ritmo a falta de unos tres kilómetros aproximadamente, comandando el grupo un Victor muy fuerte y con él un Abel que está en un estado de forma formidable, a pesar del poco tiempo que lleva corriendo y Javi que se le ve mucho mejor que la semana pasada. Junto a éstos, despegándome unos metros a medida que se aumentaba el ritmo marchaba quien esto suscribe, rezagándose Mario unos metros ya que la activa semana de bici, correr y andar que se ha metido entre pecho y espalda le ha pasado hoy factura. La subida del puente, que solemos llamas en Pinos Puente, de Carbonell, ha sido tremenda por parte de Victor, AbelJavi, siéndome imposible seguirles el ritmo, si bien muy cercano al grupo ( en las cuestas adolezco mucho de falta de forma ). A la altura de la carretera consigo contactar con el grupo de tres, tomando en algún momento la iniciativa, sin que me haya sido posible dar el sprint final, que mis compañeros, más enteros, si han podido llevar a cabo.
Vimos a Paco venir sólo por lo que inmediatamente supimos que José Manuel estaba tocado, hasta el punto de necesitar el "coche escoba" de Paco.
Así que contento por la evolución de la lesión pero consciente de estar lejos de la forma que atesoraba antes de ésta, si bien con estas liebres del domingo, la forma llegará antes de previsto.
Y posteriormente ¿ qué ? Pues claro, había que hacer honor al grupo, y otras verdes bañaron nuestros comentarios de la carrera. Unos momentos muy relajantes, en buena compañía. Como siempre.
La semana próxima la sesión será más intensa en kilómetros. El domingo (o tal vez el sábado, existen las dos opciones), serán 20 los kilómetros que llevaremos a cabo desde Granada hasta Pinos Puente, siguiendo el curso del Genil hasta Pedro Ruiz (pedanía de Santa Fé), para acceder a Pinos Puente por los caminos de la Vega desde la carretera local de Fuente Vaqueros, si bien antes de ese día habrá que hacer los deberes esta semana, incorporando poco a poco entrenamiento de calidad, técnica de carrera que tanta falta hace a la díscola piscada de mi pierna derecha y acumulación de kilómetros. Y es que ya ha pasado la época de fastos y ambiciosas pruebas nos aguardan.

sábado, 12 de enero de 2008

QUEDADA A LAS 11 DEL DOMINGO 13 DE ENERO


Amigos conocidos y desconocidos, mañana a las 11 horas tenemos una nueva cita en La Cruz de Granada (para quien no conozca el lugar, es muy fácil: justo a la entrada de Pinos Puente, una vez dad la curva tras la larga recta de Sierra Elvira). Serán unos 18 kms. (algo menos), por una Vega que encontraremos fría y, quién sabe, a lo mejor hasta lluviosa. Por tanto echar en el coche ropa de abrigo y no vendrá mal algún chubasquero por si acaso. Lógicamente si la lluvia es persistente desde primeras horas de la mañana, será muy difícil correr por la Vega, donde persisten muchos caminos no asfaltados (cada vez menos), por lo que iríamos a buscar una zona de asfalto: Búcor o Caparacena. Un solo apunte más: sé que alguna gente no se anima a venir por el asunto de los ritmos, algo que no debe preocupar en absoluto, ya que los grupos y ritmos suelen ser diversos. Por poner un ejemplo exagerado: podría salir a correr con nosotros (es un decir) Paul Tergat y el gordo de Full Monty y no habría ningún problema: cada uno a su ritmo y tan contentos.
Pues nada, todo queda dicho:

QUEDAMOS A LAS 11 EN LA CRUZ DE GRANADA (como siempre seremos puntuales).

viernes, 11 de enero de 2008

UN MATINAL Y BRUMOSO RECORRDO POR LA VEGA

Estaba la Vega de Pinos Puente esta mañana fría y brumosa. Una intensa niebla cubría los vastos y fértiles campos y las finas alamedas ofrecían un aspecto fantasmal en esa quietud de la mañana. Llevaba el Ipod, pero era tan sonoro el silencio y tanta calma existía que opté por desconectarlo durante largos trechos del circuito de 15 kilómetros.
Enfundado en malla pirata Mizuno, segunda capa Brooks (reciente adquisición), guantes técnicos Nike y comprobando el comportamiento de las nuevas Saucony, poco más se podía pedir. Pero explicaré las sensaciones de esta mañana, que de todo hubo:
Comencé rápido, tal vez dejándome llevar por el frío que en ese momento existía (4º centígrados), así que cuando estaba en el kilómetro 3, a la altura de Alitaje, percibí un suave - y a la vez intenso - pinchazo en la misma zona de la lesión: sóleo izquierdo. Como es lógico en esos segundos de estupor no sabía qué hacer porque, en verdad, el dolor no era muy intenso. Sin embargo, ya estaba mentalizándome para lo peor, y lo peor no era otra cosa que parar y desandar lo corrido. No obstante, decidí seguir unos segundos y el dolor desapareció. No hay que decir ni tan siquiera que mi dicha en ese momento era enorme, en cantidad similar al miedo que experimenté segundos antes.
Toda la recta del Camino Real, que
conducirá a la carretera local que une Fuente Vaqueros con Valderrubio intenté hacerla a un ritmo algo inferior porque presentía que a más velocidad era mucho más factible que reapareciera el dolor. El resumen final de esos atribulados pensamientos que transcurren en muy pocos minutos fue: no estás totalmente recuperado, reconocélo, pollo. Así, que asumido quedó a lo largo de los 10 kilómetro largos que aún faltaban para acabar la ruta. A partir de esos momentos, hubo ocasiones en los que no existía molestía alguna, pero en otros sentía la zona tensa y algo molesta pero sín dolor alguno. Y en todo momento controlando para el ritmo no experimentara ningún ascenso.
El camino que comienza cuando se deja el camino asfaltado que conduce al matadero, lugar en el que se encuentra el olmo - o el álamo- negro que por su gran tamaño es posible ver desde Google Earth, se presentaba igualmente cargado de niebla y la quietud era más intensa si cabe. Las alamedas de la derecha, antes de llegar a la aldea de Ánzola parecían estar ahí desde la noche de los tiempos, y el camino aún oscuro por el barro pareciera la antesala de un mundo lejano y misterioso pero al mismo tiempo proximo. La llegada a Ánzola se presenta algo más clara, gracias a la presencia de las edificaciones que hacen que la niebla se disperse un poco. Justo a la entrada de Ánzola hay un pequeño picadero y dos caballos blancos miraron de reojo, en la forma acostumbrada de los caballos, mi paso silencioso.
Cruzada la calle que es el noventa por ciento de la aldea de Ánzola, queda enfilar la curva y atravesar el río Velillos por un puente de pérfil muy bajo, que suele inundarse en época de grandes precipiaciones. Superada este pequeño puente y acabada la pequeña cuesta que empalma con el camino que llevará a Pinos Puente, el día parece más claro, si bien no es más que una ilusión óptica ya que se trata de hazas totalmente despobladas de árboles, excepto algún arbusto disperso.
Llegando a Pinos Puente, me encuentro un pueblo muy cubierto de niebla y más que la luz típica de mediodia pareciera que estuviera recién amanecido y aún desperezándose. Desde las primeras casas de la población hasta la llegada, La Cruz de Granada, existen no más de kilómetro y medio que habrá de correrse por el andén de la carretera de Córdoba, en dirección a Granada, que en ese momento se muestra con poco tráfico.
Al llegar observo que me encuentra aún mal de forma, pero que la pierna izquierda, a pesar del susto relatado, no ha respondido mal, si bien soy consciente que la lesión aún no está totalmente recuperada. Es más, si no actúo con prudencia siento que tendría que volver al sillón. La media ha sido muy discreta, en torno a los 4,53 minutos por kilómetro.
Acabada la sesión de estiramientos y el intercambio necesario de ropa y zapatillas, hubo alguna cerveza - no verde en esta ocasión - en Santa Fé, donde habíamos quedado Emilio y yo para ver zapatillas y ropa técnica. Por cierto, impresionantes las Mizuno que se ha mercado Emilio esta mañana.