domingo, 30 de marzo de 2008

VII PRUEBA DE FONDO "CIUDAD DE LOJA" (30/3/2008)


















LOJA DESDE GOOGLE EARTH

¿ Ha mostrado hoy la prueba de Loja sus temidas condiciones orográficas ? En general sí. De hecho no ha variado un ápice el terreno dedicado a subidas - si bien sí se ha acortado en un kilómetro aproximado, incomprensiblemente, los 12 kilómetros 200 metros prometidos-; pero todo dependerá de la impronta que haya dado cada correro a la carrera de esta mañana en la cuna de Ibn-Jatib y el General Narváez.

La prueba de Loja cuenta con tres dificultades muy estructuradas: la primera, casi al comienzo, en ese ascenso extenso por la antigua carretera hasta introducirse de nuevo en la Avenida de Los Ángeles; la segunda, en la dirección de la carretera de Priego, una vez atravesado el puente del río Genil, buscando la decrépita estación del tren, en las faldas de la sierra lojeña; y la tercera, ya en pleno casco urbano, buscando la dirección de la calle principal de Loja y, por consiguiente, la entrada a meta. Las opiniones en cuanto a laa dificultades serán varias, pero casi siempre gana por goleada la tercera subida, entre el kilómetro 9 y 10, cuando las piernas y el corazón van más agotados y los kilómetros van pesando.
Esta podría ser una lectura de la carrera muy común y que podría ser compartida por muchos de nosotros. Sin embargo, esta carrera ha perdido algo de dureza con relación a hace dos años. Las cuestas siguen estando donde estaban, pero se han ido limando algunos kilómetros año tras año. De hecho éste ,de manera incomprensible, cuando todos los corredores habíamos programado la mente y las piernas para hacer 12 kilómetros, la organización opta por eliminar un kilómetro, que en la abundancia kilométrica es perceptible. También han acompañado esta mañana las condiciones climatológicas.

Volvía a la competición, de una manera más solvente, tras la escaramuza de la prueba de Albolote. Estaba entrenando bien, pero había corrido demasiado poco en la última semana, y es algo no decísivo, pero sí notable; de ahí la falta de ritmo y falta de velocidad punta. Ese ritmo lo aportará la competición y esa velocidad punta los entrenamientos de calidad. Espero.
Entre nosotros, la gente que solemos entrenar juntos - al menos una vez por semana- y que nos hemos autodenominado el grupo de Las Verdes, como sabéis quienes seguir más asíduamente este blog, teníamos diferentes estrategias. Unos pensando en el MAPOMA, otros no pensando en nada concreto.
En mi caso particular, sabia que había hecho los suficientes kilómetros para comprender que la lesión estaba superada, pero no había introducido calidad alguna, por lo que poco valdrían las expectativas animosas y los conjuros atléticos para intentar marchar a un ritmo que, probablemente, no iba a poder conseguir. De manera que me dejé llevar, sin sufrimiento, sin forzar en ningún momento. Y así fue durante toda la carrera. Pero nada que haga sospechar que iba sobrado, porque no lo iba en absoluto.
En los primeros compases cogimos la rueda de Antonio, Jesús, Mario, Abel y yo mismo. Todos al ritmo que pudiera marcar Antonio, tal vez, uno de los miembros de grupo más en forma y que más está trabajando, que decidió mostrar alguna solidaridad con el clan que dudaba entre quedarse en cochinero o coquetear con la teoría gacelista (ver los post anteriores), ya que Javi y Victor, fieles a sus proclamas claramente apostaron por esta teoría, desde el principio. Paco y José Manuel decidieron quedarse más atrás, no en vano el primero, mentor indiscutible del sector cochinero tenía que ser consecuente con su teoría.
La primera subida nos sorprendió a este primer grupo apiñados, si bien las primeras rampas comenzaron a lanzar latigazos a diestro y siniestro. Antonio, con una facilidad pasmosa subía esas primeras rampas, pudiéndole seguir a duras penas quien esto suscribe, y no mucho más lejos Abel. En la bajada nos reagrupamos los tres citados, pero sabíamos que cada subida supondría un hachazo del malagueño, dispuesto a hacer una suerte de series en cuestas. Así de sobrado iba. Así que hasta el comienzo de la segunda subida, en la carretera de Priego, fuímos juntos, con un Abel ya más lanzado, unos metros por delante nuestra. Metros que fueron más amplios en la subida a la estación, siguéndole Antonio y, probablemente, alcanzándole. Yo no iba sobrado, pero tampoco demasiado mal, no obstante, padecía el síndrome de la falta de competición o del entrenamiento más concienzudo y opté por segui al ritmo que mente, corazón y piernas aconsejaran. No mucho más lejos nos seguían Mario y Jesús.
La bajada de nuevo hasta Loja es pronunciada, pero también en este tipo de bajadas hay que estar "fino", porque son muchas las ocasiones en las que hay que mover las piernas a una alta velocidad y el corazón y los pulmones siempre son una correa de transmisión directísima. Una bajada rápida y en breve, en torno al kilómetro 9,2, la última y más temida subida hacia la meta. Una subida estrecha y pendiente; mitad dura a nivel orográfico y mitad dura a nivel psicológico. Quedan pocos kilómetros y las piernas ya van más castigadas.
Quienes corrimos en la prueba organizada en Salobreña, al margen del Circuito, habíamos probado el elixir de la subida, por lo que ésta podría ser una réplica, si bien no tan dura e intensa como aquélla.
La subida la hice en solitario; por delante cuatro miembros de las Verdes, y por atrás otros cuatro, así que siguiendo la máxima aristotélica de Agustín de Hipona, comprendí que "en el término medio está la virtud". Me mantenía y subía sin demasiados problemas, pero tampoco consideraba que fuera el momento idóneo para forzar la máquina, así que era conveniente dejarse llevar. De manera que con esa filosofía dejé el cronómetro en 51 minutos y 9 segundos, lo que supondría una media aproximada de 4,33 el kilómetro, en torno al minuto por detrás de Antonio y Abel, que doy por bien empleada para las características de la prueba, si bien en absoluto llegué totalmente fresco, aunque sí algo más fresco que en ediciones anteriores, dato éste que ofrece esperanza en cuanto al ritmo de la recuperación y el entrenamiento a seguir.
Javi y Victor llegaron en torno a los 46 minutos y algo, atesorando lo que ya sabíamos: se encuentran en muy buena forma; Antonio pudo seguir esa estela pero había llevado a cabo esta semana más de 80 kilómetros, pero se le apreció sobrado; Abel, a pesar de que anunció que no sufriría en competición, barrunto que está encontrándole el elixir venenoso a la misma y se le veía alegre; Mario, está aún en fase de recuperación tras su lesión y a buen seguro nos mostrará su potencial verdadero muy pronto; y dato a destacar es el excelente comportamiento en carrera de Jesús Lens, después de haberse "descuidado" físicamente por tierras de Senegal. Paco mostró valor tras su trato con el cochinillo la noche anterior y José Manuel, ahora mucho más sosegado en su febríl comienzo, va buscando su punto adecuado.
Departí unos minutos con Jose (Oliver) que hizo la bestialidad de 41 minutos, demostrando que mi amigo no tiene apenas altibajos y pudimos saludar a amigos de este blog como Rafael Botello, uno de los runners más activos de la provincia; a Eduardo que nunca abandona; a Juan Antonio del Club de Albolote que interpreta el correr de una manera muy pura; a Angel de mi club, que le ví muy fresco a los pocos minutos de llegar, lo que demuestra su progresión; a Alberto Soria, que en la primera subida, como siempre, me indicó que tirada y que seguía corriendo de madrugada, ya que de lo contrario no podría, a Fernando Medina a punto de salir para MAPOMA, a gente del Club de Armilla como Roberto -que no para- Nacho, entre otros. En síntesís, un día para el atletismo en Loja, que culminó con una excelente cita gastronómica en tierras lorquianas con el grupo de Las Verdes, cuestión ésta que postergaremos para las siguientes entradas, ya que fueron tan excelsos los momentos vividos, que probablemente aquí falten las palabras y sean necesarias ayudas gráficas.
La organización de la carrera ha estado a muy buen nivel en cuanto al control del tráfico. Este aspecto es algo que destaca mucho y que hace que el corredor disfrute sin más preocupación que la de correr. Siguen existiendo puntos negros en esta prueba -como en casi todas-, siendo uno de ellos la inexactitud de la medición y la más que cansina entrega de una camiseta de algodón que para nada ha de utilizar el corredor en sus carreras y entrenos. No es la bolsa del corredor lo importante, pero esos gestos materiales hacen que las pruebas susciten más querencia en los corredores. No obstante, acertada ha sido este año la presentación del famoso rosco lojeño.

viernes, 28 de marzo de 2008

EL CLAN DEL COCHINILLO


















Mi Compae, con su ingenio y desparpajo habitual ha acuñado un nuevo término.
Hablaba en un comentario sobre su segura ingesta de cochinillo la noche anterior a la carrera de Loja, y es cierto, ya que en esa peña, en la que pase buenos años, fuí goleado en multitud de ocasiones, hice alguna parada que otra meritoria e ingerí viandas y bebí todo lo bebible, existe una gran afición a ese tercer tiempo; cualquiera que no conociera la constancia en jugar todos los sábados del año, llueva o truene, excepto los meses más tórridos, podría pensar que esa peña está concebida única y exclusivamente para "jugar" esos prolongados terceros tiempos. Y Paco es peñista hidalgo, de los primeros, de los puros, y es por eso que sé que en las primeras rampas de Loja se le representarán esos bocados apetitosos de la noche anterior, pero ya será tarde para arrepentirse de tanta gula. Y es por eso por lo que con su natural sapiencia nos habla del grupo del cochinillo, al que podríamos denominar el que va justo delante del coche escoba, con gases, eructos y alguna que otra efervescencia gaseosa trasera. Y al que algunos - sin probar bocado- nos queremos unir de forma voluntaria, por distintas razones: Antonio esgrimía la posibilidad de unirse a ese clan, pensando más en Málaga y Madrid que en Loja, además del ataque hipocondríaco que sufrió el otro día haciendo series y que algún disgusto dió a Ana, a la que me la imagino reprimiéndole su exceso de celo en la carrera y, tal vez, en los juegos amigables con su hermano de 90 kilos en canal; Abel esgrimía que no iba a sufrir ni loco, que quería disfrutar, ya que es así como quiere sentir la competición, decisión sabía, por cierto; yo, porque en toda esta semana -excepto hoy que he corrido 13 kilómetros, con excelentes sensaciones iniciales pero con un final penoso-, nada he corrido y esa inactividad siempre ha de pasar factura ante una prueba como la de Loja.
Otros componentes de Las Verdes se han mostrado mucho más ambiciosos. Por ejemplo, Víctor, que no niega que comenzará más tranquilo en la primera cuesta, pero que posteriormente irá a lo que dé; y hace bien porque tiene MAPOMA ahí, a la vuelta de la esquina, enseñando sus fauces, que las tiene y muy afiladas. Además, quienes corremos con Víctor sabemos de su afición "acordeón", cambiando de ritmo como si fuera haciendo un fartlek permanente, algo que nos mostró el pasado domingo en la tirada de 27 kilómetros, ante los atónitos ojos de Javi, Abel y quien esto suscribe, que en determinados momentos pensábamos que se iba para siempre a la altura de Armilla y Ogíjares. Por su parte Javi no niega su espíritu competitivo y aunque ha coqueteado con correr tranquilo y comenta que se encuentra cansado, no ha negado que después dará lo que tenga, que en una carrera como la de Loja, con cuestas, será mucho. Y poco ha dicho nuestro amigo Lens, tan sólo que está intentando quitarse el lastre adquirido en Senegal y, probablemente, pensando que en buena hora ha vuelto, justo cuando la carrera siguiente es una de estas características. Le vaticino sufrimiento, pero luego dará cuenta de unas carnes rojas a la brasa afición que le arriendo.
Todo esto lo ha resumido Mario con la contundencia que le caracteriza: al final seréis gacelas; y razón no le falta y entono el "mea culpa", ya que siempre suelo decirlo, porque es lo que pienso inicialmente, pero si me siento bien aligero el ritmo. Es algo natural.
Pero todo esto es prosa, y será la carrera la que nos ponga en nuestro sitio, una carrera que para muchos es una de las más duras del circuito, pero que disfrutaremos como siempre. Y luego tendremos ocasión de comentarla junto a las alamedas lorquianas y unas verdes con buenas viandas. Que así sea.

miércoles, 26 de marzo de 2008

COMO VERDADERAS LÁGRIMAS EN LA LLUVIA










Ayer, sobre las cinco de la tarde, llamaron al vídeo-portero automático y apareció la imagen de un mensajero con un paquete que iba destinado a José Antonio Flores Vera.
Un día antes, cuando la semana estaba comenzando a coger el frenético ritmo de los días laborables, un amigo que no citaré porque citándolo descubriría al autor del regalo, me envió un mensaje al correo electrónico y otro al móvil, solicitándome la dirección postal porque "estoy reorganizando la agenda". Y claro, se la envíe en cuanto tuve un minuto.
El azar anárquico - si es que eso existe - de las nuevas urbanizaciones hace que sea muy complicado encontrar portales, calles, bloques y pisos, de manera que el mensajero antes de localizarme buscó infructuosamente por la zona y desistió de su empeño, así que el emisario del regalo me lo comentó en otro mensaje y casi sin dar importancia me afirmó que quería que leyera unos artículos de una revista. Nada extraño, porque meses antes ya me había enviado un libro para que le diera su opinión. Así que cuando el mensajero ya me tuvo enfrente y me entregó el paquete comprendí en el momento a través del tacto que para ser una revista aquel objeto tenía una textura muy extraña. Y claro, no era la consabida revista sino un regalo cinéfilo de gran calidad y nivel, una suerte de colección que sólo se editan para coleccionistas, fetichistas de alguna película, actor, actriz, director, guión, o la mezcla de todo eso. Fue de esa forma como mis ojos se nublaron y no daban crédito ante la imagen sobreimpresionada en una bellísima caja de lata de la figura del policía galático más mítico de la historia del cine, una suerte de película y las circunstancias circundantes de la misma que hacen que el cine se funda con la poesía y es en ese contexto en el que interpreté ese regalo inesperado. Y creédme, no es fácil que en mi personalidad eso ocurra, pero me quedé sin palabras, es más me quedé sin una mínima idea.
Mati me dijo inmediatamente: tienes que llamar a tu amigo para agradecerle ese extraordinario detalle, fruto de una gran generosidad y bonhomía, pero en estos casos lo mejor es no hacer uso de las palabras: no sabría qué decir, qué palabras pronunciar, qué sentimientos expresar, así que opté por enviarle un mensaje electrónico en el que debería de alejarme de topismos y tipismos, tan sólo expresar que me era imposible hablar por teléfono.
Por la noche, en la tranquilidad de la velada, sostuve entre mis manos ese regalo y pensé que mientras existan personas que interpreten el mundo, la vida, la amistad, la fraternidad y un largo etcétera de esa manera, aún hay lugar para la esperanza. Amigo, gracias sinceras, porque la magia aún permanece en el mundo, a pesar de lo que está cayendo.

martes, 25 de marzo de 2008

RECUPERACIÓN DE LIBRO





Tendría que remontarme a los meses de octubre y noviembre de 2007 -con motivo de la preparación de la Medía Maratón Sevilla-Los Palacios, en la que me lesioné el 16 de diciembre- para encontrar en mi agenda un volumen de kilómetros similar al realizado en esta pasada Semana Santa.





Dijeron los especia
listas a los que acudí que debía de guardar reposo tras la microrotura fibrilar, en torno a las cuatro o cinco semanas. Pero no hice demasiado caso, y apenas a los 15 días ya estaba trotando por caminos, calles y carreteras. Es más, lejos de ausentarme de alguna prueba de competición de larga distancia, con inseguridad pero con determinación, me inscribí en la Media Maratón de Almería a finales del pasado enero.




Y el resultado no podía ser otro que desastroso.

Fue ento
nces cuando vino la recuperación de libro, acertada frase que pronunció el otro día VVíctor en un comentario a raíz de la entrada dedicada a la tirada de 27 kilómetros del pasado domingo. Y razón no le falta a nuestro amigo del grupo de Las Verdes, ya que comprendí que no se puede frivolizar con las lesiones y cada una necesita su tiempo. No respetarlo significa transformar en crónica una lesión que, siguiendo las pautas adecuadas, se puede quedar en pasajera. Y es eso lo que comprendí a la perfección.





Como quiera que desde la lesión del
día 16 de diciembre hasta la recaída no total en la Media de Almería, el 27 de enero, había detenido la actividad totalmente durante 15 días, no tuve necesidad de parar, tras la recaída, cuatro semanas completas que es lo que hubiera sido conveniente en la primera lesión. Paré durante 21 un día exactos. El primer entrenamiento desde el fatídico 27 de enero, l o tengo computado el 17 de febrero, haciendo tan sólo 6 kilómetros con el grupo de Las Verdes, que comprobaron mi sangre fría cuando siguiendo a rajatabla lo que decía ese "libro" ese día, opté con Emilio, que también andaba lesionado, volver por el primer desvío que permitiera cumplir con esos 6 kilómetros previstos. Y ya no volví a correr hasta pasados 4 días, haciendo en esta ocasión un total de 9 kilómetros a un ritmo muy sosegado, pensando en todo momento en la evolución del soleo izquierdo. La siguiente salida fue también a los 4 días, completando en esta ocasión 10 kilómetros en la prueba de Albolote del Circuito, existiendo ya una clara diferencia recuperatoria con tan sólo atisbar la espontánea de la entrada en la Media de Almería y la de la prueba de Albolote. Esa semana había hecho un total de 19 kilómetros.





El siguiente entrenamiento lo espacio algo menos. A los 3 días de la prueba de Albolote ya estaba trotando por la Vega durante 10 kilómetros, aún suaves y sin resto de dolor en el soleo dañado, y sólo deje pasar dos días para volver a trotar otros 10 kilómetros, con me
jores sensaciones aún. Igualmente a los dos días trotaba de nuevo 10 kilómetros, llegando a un total de 30 en esa semana, 11 más que la semana anterior.

A los dos días, en la semana del
3 al 9 de marzo, incrementé el kilometraje, iniciando el entrenamiento el martes de esa semana con un total de 11 kilómetros, anotando el siguiente comentario cuando terminé la sesión "Muy buenas sensaciones. Ritmo alegre. Sin problemas soleo. Zapatillas Asics." Decidí esperar tres días en vez de dos con la idea de incluir 2 kilómetros más, haciendo un total de 13 kilómetros en el siguiente entrenamiento. Y a los dos días decidí hacer -con dudas- una "medio maratón" de 21 kilómetros con el grupo de Las Verdes -acompañado en todo el recorrido por Abel y Jesús Lens, si bien también salieron ese día Javi, Víctor, Paco y José Manuel -. El total de kilómetros esa semana fue de 45 kilómetros.





La semana del 10 al 15 decidí ser algo más cauto y bajar un poco ese volumen kilométrico, en compensación por esos 21 kilómetros últimos. En total llevé a cabo tres salidas esa semana de 13, 12 y 17 kilómetros respectivamente, confirmándose en la última de éstas la recuperación total, incluso a nivel aeróbico.

Y ha sido esta última semana en la que ya he despegado de una forma definitiva, llevando a cabo un total de 58 kilómetros repartidos en tres sesiones intensas: una de 17 kilómetros con Javi, Abel y Paco, a un ritmo casi de competición; otra de 13 kilómetros con Mario dotada de importantes subidas por el Llano de la Perdiz y la última de 27 kilómetros del pasado domingo por la Vega granadina, relatada en la anterior entrada.

¿ Recuperación de libro ? Yo diría que, al menos, sí muy sistemática y consecuente, acompañando la recuperación con masajes quiroterapeúticos, frío, calor, flexibilidad y abdominales.
Puedo volver a recaer, es algo de lo que no estamos libres los corredores, pero no será por no haber respetado los ciclos.

domingo, 23 de marzo de 2008

UN ENTRENAMIENTO MARATONIANO


















ESTA ES LA RUTA DE 27 KMS, REALIZADA ESTA MAÑANA DE DOMINGO, CONFECCIONADA EN GEOGLE EARTH POR ABEL. ( PINCHAD PARA AMPLIAR)

En el día que acaba esta festiva semana -más lúdica que religiosa-, la idea principal era hacer una ruta de 25 kilómetros por la Vega, desde Granada hasta Pinos Puente, de manera que se trataría de reeditar aquella ruta mítica, en la que erramos -erré- el trazado y nos colocamos en Fuente Vaqueros, cuando queríamos salir al Cruce de Pedro Ruiz.
La mañana era fría, tanto climatológica como ambientalmente. Muchos días de farra y mucho desperezo entre los pocos ciudadanos que a esa hora - las 10 de la mañana - se atrevían a pasear por una Granada desierta y en calma chicha. La cita la habíamos fijado en el decrépito Estado de la Juventud, estadio que había sido testigo de muchas gestas atléticas en otros tiempos, pero que ahora está a la espera de una remodelación íntegra que pretende llevar a cabo la Junta de Andalucía, con esa presteza que le caracteriza. Abel, Javi, Victor y quien esto suscribe, hemos sido los osados.
No sabíamos con exactitud quien vendría a la cita, porque curiosamente casi todos los mensajes de los miembros de las Verdes, introducián el "intentaré" estar ahí a las 10 de la mañana. Finalmente cuatro hemos sido los miembros que hemos decidido afrontar esta fría mañana, muy adecuada como decía Abel, para tomar unos churros en una cafetería tranquila, pero no tanto para correr. Y de qué forma. Con sentido común, toda vez que ir a Pinos Puente supondría volver en autobús, -sin posibilidad de cambiarnos de ropa a la llegada-, optamos por hacer una ruta que posibilitara volver de nuevo al lugar de encuentro, para poder contar con el apoyo logístico de los coches y abrigarnos convenientemente. La decisión fue muy acertada.

preguntaba a menudo si estábamos en Granada- Vegas del Genil- Cúllar Vega- Churriana- Armilla- Ogíjares y Granada. Un ruta más propia de ciclistas como comentábamos en el grupo pero no tan habitual para corredores. Tal era la sucesión de pueblos, urbanizaciones, casas, restaurantes, gasolineras, comercios, entre otros elementos, que Victor preguntaba si nos encontrábamos en Cúllar Vega o en Churriana. Y el misterio kilométrico lo solventó Abel con el siguiente mensaje a nuestros móviles: "La NASA nos confirma que la tirada ha sido de 27 kms. Saludos." ¡¡27 kilómetros!!. Para hacer los mismos hemos empleado un total de 2 horas y 13 minutos, lo que ha supuesto una media de 4 minutos y 56 kilómetros el mil, ritmo en teoría tranquilo, si bien en la práctica, cuando de tanto volumen de kilómetros se trata, no es posible hacer una interpretación lineal, ya que a la acumulación de kilómetros, que pesan bastante cuando se supera la media maratón, habría que sumar el fuerte viento y el intenso frío que hemos sufrido los cuatro durante gran parte del recorrido. Todo ocurrió de la siguiente manera:
que está a punto de debutar en la mítica distancia, luego ¿ Por qué no asumir el riesgo?. Y fue de esa manera como comenzaron a pasar ante nuestras pupilas pueblos y más pueblos. Llegados a Comenzamos tranquilos, intentando en todo momento calentar convenientemente las extremidades inferiores que tanto habrían de sufrir en esta mañana de domingo. El tránsito hasta Vegas del Genil, a través de la factoría de La Puleva es suave y agradable. No pesan los kilómetros, pero sí pesaba ya el frío. Llegados a las primeras casas de Vegas del Genil, sobre el kilómetro octavo, Abel pronunció la frase de inflexión: si queréis podríamos hacer una macrotirada que nos llevará a hasta Ogíjares y llegar a Granada a través de la vía de servicio. Nadie dijo sí, pero tampoco nadie dijo no. Sólo sabíamos que el ritmo era tranquilo y que a ese ritmo sería posible hacer un entrenamiento propio de maratón. Además, entre nosotros se encontraba Victor, que en pocos días debutará en la mítica distancia y había que solidarizarse con él; además, a mí en particular me apetecía rememorar esos largos entrenamientos previos a MAPOMA 2007. Pudimos optar por volver a Granada y salir a la altura de la Calle Arabial, muy cerca de Hipercor, pero no, había fuerzas y había ganas, a pesar de la mañana tan desapacible. El grupo iba compacto y el ritmo iba aumentando por momentos sin que se produjeran alteraciones en el mismo, así que decidimos atravesar Churriana, atravesar Armilla, donde nos detuvimos a beber un sorbo de agua de una fuente, y lejos de "cortar" para Granada optamos en seguir para Ogíjares, a través de la carretera local que se encuentra justo enfrente de la entrada principal de la Base Aérea de Armilla. Llegados a la conexión con la autovía, que algún año unirá a la capital con la costa granadina, doblamos hacía la posición derecha de la misma y nos adentramos hacia Granada por la vía de servicio, pero aun faltaban más de 5 kilómetros. Y por allí transitamos en grupo luchando con un fuerte viento que, además, recogía todos los rigores de la Sierra.
La llegada la hicimos a través del carril bici paralelo a la Circunvalación granadina, hasta el final de la Calle Arabial, lugar desde el que habíamos partido.
Llegamos y barruntamos que la distancia estaba por encima de los 25, algo que confirmó Abel como comentaba más arriba.
Pero no llegó el grupo diezmado, aunque sí las piernas agotadas, pero gracias al intenso frío, sin apenas una gota de sudor. Sabíamos los cuatro que había sido una burrada de kilómetros, pero es que somos corredores, pensaríamos en nuestro fuero interno.
El tercer tiempo, excelente como siempre. Además, nos encontrábamos en una zona muy dotada de buenos bares, así que después de amagar en un bar, inmediatamente nos fuimos a uno más castizo donde destrozamos unas cuantas verdes Alhambra 1925. Y la charla, excelente como siempre. Muy bien avenidos en nuestras opiniones y satisfechos de la ingesta kilométrica.
Casualmente en esos momentos llamó Antonio al móvil de Javi, que se encontraba mucho más ocioso que nosotros en ese momento¡¡ Probablemente de haber sabido que saldríamos de Granada y volveríamos a Granada se hubiera apuntado.
Una gran cita en esta fría e invernar mañana de pasión. Una ruta llana pero no exenta de dureza, corriendo en todo momento contra las adversidades: la primera el volumen kilométrico; la segunda el fuerte viento y el fuerte frío.

viernes, 21 de marzo de 2008

UNA RUTA DE PASIÓN


Esta es la ruta hecha esta mañana partiendo del Cementerio hasta el Llano de la Perdiz y bajando por la Silla del Moro. No es fácil delimitarla - que Mario me rectifique- dado que los caminos, al ser forestales, no son fácil de apreciar. Una dura ruta, como se aprecia. (PINCHAD PARA OBSERVAR CON MÁS AMPLITUD).



Como cabras. Es la sensación que tuve cuando Mario y yo llegamos al bar de Los Gemelos tras un prolongado ascenso y posterior descenso desde el Llano de la Perdiz, a través de la Silla del Moro. Como cabras porque es así la denominación que podríamos dar a esa descabellada ruta rompepiernas hasta el Llano de la Perdiz desde el bar citado, justo al lado del Cementerio Granadino y de las puertas de la Alhambra. Subíamos por el camino de atrás del cementerio en dirección al Llano y Mario propuso que siguiéramos por un camino forestal, que en realidad es un cortafuegos, a través de innumerables veredas con bajadas y subidas sucesivas, un lugar que hace poco fue pasto de las llamas, causando pavor en la ciudad granadina ante la proximidad de los monumentos nazaríes. Pero el espacio y las vistas eran maravillosas. Estábamos corriendo por medio de lo que fue - y aún queda- un amplio bosque de pinos, dejando a nuestra derecha amplios terraplenes y al fondo la capital granadina y la Vega. Nuestro ritmo no podía ser alto para tal terreno, además sabíamos - en realidad lo sabía Mario- que el terreno no iba a ser tan benigno como el hasta ahora transitado, con desniveles desde el principio, pero llevadero hasta el momento.
Pudimos subir directamente al Llano de la Perdiz por otro carril, pero optamos por bajar un poco e iniciar la subida, ya a la altura de Cenes de la Vega, aún por encima de la atracción veraniega Acuaola y la urbanización Cerro del Oro. Así que comencé a averiguar como sería la subida observando como se presentaba la bajada. Era obvio: si en ese momento bajábamos, posteriormente, hasta llegar de nuevo al Llano de la Perdiz, todo debería ser subida. Y así fue.
Hay varias categorías en las subidas: las que están prefijadas desde el principio hasta el final, bien delimitadas; y las subidas más anárquicas, a través de carriles, veredas, cortafuegos o caminos naturales. En esta segunda categoría nos encontrábamos. Particularmente nos enfrentamos con subidas que nos dejaron algo tocados y elevaron las pulsaciones hasta más de 180, según el pulsómetro de Mario; la primera, corta pero intensa, antes de llegar a la Urbanización Cerro del Oro; la segunda, pasada la urbanización, mucho más larga y más temible y terrible. No podría decir con precisión el porcentaje de inclinación, pero sí que costaba un mundo alzar las piernas y que aquel carril no acababa. Además, nos encontrábamos con la particularidad del terreno: roto y empedrado.
Cuando llegamos a la vereda del Barranco del Abogado, ya habíamos culminado esa subida, y desde allí hasta los campos de fútbol del Llano de la Perdiz ya no hubo más dificultades.
La bajada, como decía, la ejecutamos a través de la Silla del Moro, por la parte alta de los monumentos nazaríes, a muchos de los cuáles les oteamos los tejados.
De todo el recorrido, de belleza natural endémica, resultó particularmente fascinante la visión de la Abadía del Sacromonte a nuestra derecha, en la bajada.
Desde la cancela de salida del entorno de la Alhambra hasta el bar Los Gemelos, Mario puso los pies en polvorosa y provocó que ambos llegáramos en sprint, ante la mirada atónita de los cientos de turistas que se arremolinaban en torno a los aparcamientos de la Alhambra. Pero llegamos bastante enteros y así lo comentamos. Sabíamos que nos esperaban unas cervezas frescas y merecidas en el bar citado, que a esas horas se encontraba totalmente vacío. Un bar de aspecto antiguo, dotado de unas vistas a la ciudad impresionantes, donde pasamos un gran rato, el tiempo que duró la ingesta de tres Alhambras especiales - no había ningún tipo de cerveza verde en esta ocasión- cada uno.
Sabíamos ambos que habíamos hecho una ruta dura, con cuestas impresionantes y que la mañana del viernes santo había sido bien aprovechada, pero nos encontrábamos enteros.
Curiosamente, se dio la circunstancia casual de ir Mario y yo con la misma camiseta, que no podía ser otra cosa que verde: la de la Media Maratón de Motril del año pasado. El total de kilómetros recorridos estuvo entre 13 y 13 y medio, a un ritmo normal, si exceptuamos los últimos tramos de la bajada.
Sin dudarlo, ya incluiré esta ruta entre las más sugestivas, apuntando en mi bitácora personal que hay vida después de la Vega.

Y hablando de Vega, el grupo de las Verdes, tenemos una cita el próximo domingo para hacer un entrenamiento exigente de unos 25 kilómetros por la Vega granadina, desde la capital hasta Pinos Puente, pasando por los municipios de Vegas del Genil, Santa Fé, Fuente Vaqueros y Pinos Puente. Se trata de la ruta mítica que hicimos aquel domingo glorioso en el que erré en la dirección. Pero nos gustó el recorrido y hemos decidido reeditarlo. Si os parece, ya que será largo podríamos anticipar la hora de salida a las 10, quedando en el mismo lugar de aquel día: Estadio de la Juventud, en Camino de Ronda. Espero que podamos acudir todos los miembros del grupo y todos los que deseéis sumaros. Desde Pinos Puente volveremos en autobús, ya que como sabéis lo tenemos todo a mano. Nos vemos el domingo.

jueves, 20 de marzo de 2008

ULTIMAS NOVEDADES MARGEN DERECHO DEL BLOG

ENCUESTA:

Nos gustaría saber cuántas carreras piensas hacer en 2008

POLITICAMENTE INCORRECTO:

Seguimos sumando documentos polémicos. En esta ocasión hablamos de un líder destronado ¿Qué encierra el pasado político de uno de los primeros espadas del PP?

ÚLTIMA PELÍCULA VISTA EN DVD:

¿Qué secreto guardan los McCaan? Como digo una película entretenida que gusta ver cuando la mente se relaja y no pide otra cosa que entretenimiento.


TEMAS MÚSICALES IMPRESCINDIBLES:

En esta sección he incluído uno de los mejores temas de la banda finesa de Heavy Metal, Sentenced. El tema es "You are the one". Esta banda no la conocía (como no conozco muchas otras) y comencé a escucharla gracias al amigo Javi (del grupo de Las Verdes), que un buen día me trajo un precioso digiparck de esta banda nacida en Finlandia en 1989 y extinguida en 2005. Es una banda que cultivaba un Heavy Metal muy alejado de los riffs, con connotaciones melódicas, góticas y fúnebres. Impresionante su bajo y teclado que acompañan a una voz de tonos necrológicos.


MÚSICA PARA CORRER


Seguimos actualizando directos muy sugestivos. Hay tres nuevos:

- KREATOR. Una banda germana, creada en 1982 que cultiva el mítico Trash Metal alemán, caracterizada por elaborar riff brutales. Arrastra miles de seguidores en todo el mundo. En uno de los Piornos de Pinos Puente, esta banda suspendió a última hora su actuación y se quedó el Pabellón Cubierto con bastantes claros. Un 40% del personal había venido -incluso desde distintos paises de Europa- exclusivamente para ver esta banda.

-RAGE. Una banda de origen germano, fundada en 1984. Una de las más innovadoras en cuanto a la inclusión de música clásica en sus composiciones. De hecho el vídeo que podéis ver está grabado con la Orquesta Filarmónica de Praga, con su trabajo Lingua Morti Orchestra, en el Wacken Festival (tal vez el más importante Festival de Heavy Metal de Europa), del año pasado.

-RHAPSODY OF FIRE. Este grupo de origen italiano fue conocido hasta 2005, sólamente como Rahpsody, pero problemas legales le hicieron incluir Of Fire. Su Heavy Metal mezcla el Power Metal (que se suele entender como un subgénero del Heavy Metal, al parecer, iniciado por grupos como Judas Priest o Iron Maiden), con música clásica, folklore músical y arreglos orquestales hollywoodianos. Sus letras suelen hablar de elementos pertenecientes a la mística mediaval tales como dragones, demonios, castillos, etc. De su estilo han bebido bandas españolas tales como Tierra Santa y Avalanch.

martes, 18 de marzo de 2008

UNA SEMANA SANTA SIN TREGUA


Nueva sesión del grupo de Las Verdes. Últimamente, por motivos de vacaciones, trabajo, familia y otros imponderables que surgen en el día a día, no es fácil que el grupo se cite al completo, así que vamos quedando grupúsculos de tres, de cuatro, de cinco para hacer los entrenamientos en los circuitos que vamos proponiendo.
En Semana Santa tampoco paramos, es más, estos días de asueto suelen venir muy bien para entrenar, particularmente - como es mi caso- si no existe interés alguno para acudir a los actos lúdico-religiosos de estos días.
Hoy nos hemos citado cuatro miembros: Abel, Paco, Javi y quien esto suscribe, siendo la propuesta hacer el circuito que propuse y que había realizado en solitario el pasado domingo. Así que a las cinco de la tarde ya estábamos en el lugar habitual - La Cruz de Granada - para endosarnos esos 17 kilómetros de ruta por la Vega, pero como se comprobaría (ver foto de Google Earth), no exento de algunas dificultades, algo no demasiado habitual cuando se trata de lugares, por lo general, llanos como son los caminos de la Vega. Pero hoy sí nos hemos encontrado con un terreno no terrible, pero si bastante picado durante al menos 2 kilómetros, sobre todo teniendo en cuenta que ya llevábamos andados 10 kilómetros y todavía quedarían otros 7 más. Precisamente al comienzo de la zona más dificultosa contemplamos a lo lejos a Paco, que había salido unos 10 minutos antes, lo que denotaba que el ritmo que habíamos impuesto Abel, Javi y yo no era bajo en absoluto, y no decayó en los dos kilómetros aproximados de subida, que coincide con el paso de las localidades de Zujaira y Casanueva. No obstante, atisbar a Paco a lo lejos fue debido principalmente a su vistosa camiseta amarilla más que a la distancia cercana; de hecho, no pudimos darle alcance hasta pasados tres kilómetros, ya en el Cortijo de Anzola, por lo que su ritmo de subida no fue nada desdeñable. Curiosamente, el lugar donde alcanzamos a Paco fue el que exactamente el teorizó ¿ Cómo lo pudo calcular tan ajustadamente mi amigo?
Hasta ese momento -kilómetro 12 y medio aproximádamente-, el ritmo del trio indicado tal vez estaba un poco sobredimensionado. Así que al llegar al Compae, se puede decir que hubo armisticio y ruptura total del grupo. Javí, con una forma física endiablada, siguió su ritmo constante, mientras que mis piernas no encontraban ese "puch" que hasta ese momento atesoraba y me conformé con seguirlo a unos 50 metros, sufriendo todos rachas de viento en el despejado camino de llegada a Pinos Puente. Abel comunicó que seguiría con Paco y eso sirvió para que mi amigo hiciera los últimos kilómetros más rápidos.
Llegamos a Pinos Puente, obviamente, cansados pero no extenuados y creo que con buenas sensaciones. En mi caso particular, me ha parecido reencontrarme con el inicio del momento de forma que había perdido; o al menos la recuperación tan rápida experimentada así lo indicaba, pero sobre todo las buenas sensaciones.
Me ha sorprendido la media realizada esta tarde: en torno a los 4,35 minutos el kilómetro, algo que barruntábamos ya que a diferencia de otros días, el ritmo ha sido alto desde el primer momento.
Posteriormente, como no podía ser de otra manera, hemos sacado un rato para tomarnos unas verdes y hablar de cosas varias. Nuestra charla hoy se ha centrado mucho en el cine: películas fetiche, actores, actrices. Poco, pero agradable rato en un mesón de la localidad de Pinos Puente.

lunes, 17 de marzo de 2008

CIRCUITO INÉDITO Y ALGUNAS NOTAS DE REPROGRAMACIÓN


El circuito que el domingo llevé a cabo era inédito en su concepción global, pero no en cuanto a buena parte de su trazado. Cuenta, además, con un elemento que no suele darse en la Vega: algo de cuesta, si bien nada temible ni terrible, pero algo molesta ya que se encuentra entre los kilómetros 10 y 12, aproximádamente, del mismo.
Lo particular que percibí ayer también tuvo que ver con el horario de inicio del entrenamiento: las cuatro de la tarde, con cierta sensación de alta temperatura en determinados trazos, los más desdotados de elemento arbóleo alguno.
La salida se inicia en el camino que introduce a la Vega, al lado de la Cruz de Granada, también denominado en el lugar como Camino de Fitena. Este camino entronca con una (casi) larga recta, de aproximádamente cuatro kilómetros, que fenece justo en la vertiente de la carretera local que une Fuente Vaqueros y Valderrubio. Estamos a caballo entre los Municipios de Pinos Puente y Fuente Vaqueros. La opción ahora es seguir dirección a Valderrubio. Pasamos por los lugares más emblemáticos del universo lorquiano, lugares citados repetidamente por el dramaturgo y poeta en muchas de sus obras. Precisamente justo a la altura de la mítica Fuente de la Teja, doblamos a la derecha, hacia un camino asfaltado, denominado de S.Pascual. Este camino nos conducirá directamente a la carretera comarcal que une Illora con los pueblos más cercanos a Granada y con la capital misma. Es en este momento -kilómetro 10 aproximádamente-, cuando se inicia - en la misma carretera- el terreno picado hacia arriba. En esas condiciones se corren unos dos kilómetros aproximádamente, atravesando el contorno de la población de Zujaira, el barrio de Santa Adela y Casanueva, lugares todos pertenecientes al Municipio de Pinos Puente y plagado todo ese transcurrir de diversos bares, pequeños restaurantes y pub de verano y amplías terrazas, que hacen de esta zona un lugar muy recomendable para soportar las largas horas del hastío nocturno.
Justo cuando acaba la zona picada, antes de salir de la última población: Casanueva, nos adentramos por la última calle de ésta, que nos conducirá directamente a la pedanía de Ánzola, retomando de esta forma rutas más conocidas de la Vega. Desde Ánzola hasta Pinos Puente, ya apenas quedarán unos cinco kilómetros. El total del recorrido son 17 kilómetros, aproximádamente.

Ayer, estudiaba este recorrido en Google Earth - pinchad para observar mejor los detalles del mismo- y me imponía la necesidad de hacerlo a un ritmo algo inferior a los 5 minutos el kilómetro, para ir adentrándome en las mejores sensaciones, últimamente perdidas por mor de la lesión y la falta de rodaje, consecuentemente. Y se podría decir que el objetivo se ha conseguido, si bien, el hecho de rodar a 4'50'' el kilómetro supuso que los dos últimos kilómetros los percibiera aún excesivos.
Probablemente el viernes afrontaré con Mario y otros miembros de las Verdes que estén disponibles, una ruta más ambiciosa, en torno a los 26 kilómetros, entre Granada y Granada, atravesando varios municipios: Vegas del Genil, Santa Fé, y finalmente Granada. Y será un reto ya que se trata de entrenamientos que el año pasado habíamos reservado para afrontar Mario y yo el MAPOMA 2007.
Si todo sale correctamente y es posible asimilar esas tiradas de más de 25 kilómetros, sin resentimiento en soleo y con el ritmo aeróbico correcto, en la semana siguiente comenzaré a afrontar algún entrenamiento de calidad, sesiones en cuesta y técnica de carrera, de cara a la Media Maratón de Málaga y a la amplia temporada venidera, que será más selectiva que el año anterior. No quisiera acabar con más de 15 pruebas, planteándome la posibilidad de hacer un Maratón, si lo hubiera, muy a final de año o ya esperar a los primeros maratones de inicio del año siguiente: Sevilla o Valencia.
Entre esas 15 pruebas oteo la posibilidad de llevar a cabo, en total, unas doce del Circuito de Fondo de Diputación de Granada y cuatro medias maratones, al margen de los previstos en el Circuito, a excepción del de Baza. Esos medios maratones bien podrían ser: Málaga; Úbeda-Baeza, Granada y, probablemente, vuelva a intentar el de Savilla-Los Palacios, ya en el mes de diciembre.
Como he comentado en alguna ocasión, nuestro deporte siempre es menor de edad y necesita redefinirse en todo momento, sobre todo cuando se sale de una lesión, que si bien - si no es grave- no suele ser larga, pero que obedece a connotaciones no sólo tempestivas sino que influyen factores psicológicos y anímicos. Si eso ocurra, siempre es mejor dejar pasar el tiempo necesario y volver a reprogramar entrenamientos, competición, alimentación y ese largo etcétera que nos posibilita enfundar el traje de corredores habituales.

domingo, 16 de marzo de 2008

TIRADA DOMINICAL DE UN NUTRIDO GRUPO DE LAS VERDES

Este fín de semana, el grupo de Las Verdes diezmó sus entrenamientos, en función de disponibilidad, conciliación familiar-deportiva, y otros imponderables. El viernes, tres (Abel, Paco y yo) fuímos los que salimos a entrenar, tal y como relataba, y en la mañana de domingo otro grupo - con alguna doble sesión incluída- Abel, Victor, Javi, Mario y Antonio) tenía previsto hacer una tirada en cuesta hasta el Llano de la Perdiz, si se ha cumplido lo previsto.
No pudimos acudir otros miembros, si bien a las 4 de la tarde este que suscribe tiene pensado cubrir este circuito cercano a los 17 kilómetros, que en soledad será algo más duro, si bien es Vega y no habrá dificultades importantes, excepetuando la subida por la Carretera de Illora, desde Zujaira hasta Casanueva, que si está bastante picado hacia arriba. Este es el Circuito:




Pero esta entrada está pensada para que vosotros, amigos Verdes, nos contéis las peripecias, las anécdotas, la sensaciones, el recorrido que habéis llevado a cabo esta mañana. Adelante.

sábado, 15 de marzo de 2008

ARTICULO EN IDEAL

Hoy sábado ha sido publicdado en Ideal un artículo de total actualidad. A ver qué opináis.

ARTICULO IDEAL

viernes, 14 de marzo de 2008

UN ENTRENAMIENTO DISTINTO, UNA TARDE DISTINTA.


ESTA HA SIDO HOY NUESTRA RUTA, INCREMENTADA POR MI ABEL UNOS DOS KILÓMETROS, EN LOS CUALES EXISTE UNA DURA SUBIDA.

Tras el entrenamiento de hoy en el Pantano del Cubillas y el tiempo Verde en El Chaparral, una pregunta me quedaba en el aire cuando conducía por la A-92 en dirección a Gran
ada: ¿Que inescrutables e insondables caminos conoce mi Compae Paco cuando con su coche, delante del mío propio y del de Abel, buscó una salida insólita, intransitable, perdida, que probablemente conducía a un rústico campo de espigas? Y el caso es que ponía muy claramente: GRANADA 6 kms., y no había ingerido Verde alguna, tan sólo Coca-Cola, erigiéndose además en nuestro Cicerone en la salida de la complicada salida de la población. Y, lógicamente, hube de llamarle, con una voz apenas impercibible por la hilaridad de la situación, intentando buscar respuesta a ese cambio de ruta: ¿una parada estratégica? ¿ Una necesidad fisiológica? "Que no Compae, que no, nada de eso, es que no veo por la noche".
Y es que ha sido colofón a la cita de hoy de tres miembros de Las Verdes que hemos contado con disponibilidad para entrenar, y ese encuentro no podía ser otra cosa que mágico y vitalista, tal como ha sido el entrenamiento a través del perímetro del Pantano de Cubillas, en un circuito en
progresión picada, rodeado de naturaleza y misteriosa belleza y en el que el Pantano por momentos adquiría el tono grisáceo de una pulida bandeja de plata. Un recorrido que acaba de manera drástica a través de una intensa cuesta que culmina en la antigua carretera de Jaén.

EL CHAPARRAL. PEQUEÑA POBLACIÓN DEL MUNICIPIO DE ALBOLOTE, EN LA QUE HA TRANSCURRIDO EL TIEMPO VERDE Y HAN SUCEDIDO HECHOS DIGNOS DE SER CONTADOS.

El ritmo ha sido tranquilo en todo momento pero no apagado, mostrando Paco un empuje excelente, siguiendo en todo momento los pasos de Abel y los mios. A la llegada al tramo final, Abel y yo hemos decidido rodear un poco en dirección a la zona urbanizada del campo de golf de Medina Elvira, para subir por una tortuosa pero muy bella cuesta encerrada entre pinos, que volverá a desembocar a las mismas puertas de la carretera antigua de Jaén, justo en el puente que atraviesa el opulento pantano y acabar en el Restaurante Romero, lugar en el que Paco ya se refrescaba de su más que meritorio entrenamiento. En total han sido 10 los kilómetros corridos por Paco y 12 los hechos por mí y Abel ¿ Y el tiempo Verde? Intenso e inmenso. Seamos pocos o muchos los componentes del grupo que quedemos para entrenar, siempre el encuentro se convierte en algo mágico, en un lugar común de armonía, charla, verdes y amistad. En esta ocasión ha tocado visitar unos parientes de Paco que regentan un bar-restaurante en El Chaparral, pequeña población de colonización controlada tras el fastuoso terremoto de Albolote de principios de siglo. Y ha sido en ese simpático lugar en el que hemos compartido una intensa charla, cargada de historias, de anécdotas y buenas sensaciones, así como diversas presentaciones y saludos. Y para que nada quede desprovisto de magia, tras penetrar en vestidores para saludar a familiares de Paco, nuestra sorpresa ha sido encontrar en la salida un flamante coche -creo que de marca Suzuki-, envuelto en un gran lazo rojo. La explicación nos la daba Mariano, titular de la hostería y a la sazón primo de Paco: es un regalo de una señora a su marido, que nada sabía y salía - o lo sacaban - atolondrado del bar sin saber qué decir o pensar, y cómo reaccionar. Abel tomó alguna foto en el móvil, que espero podamos ver. Un poco después, mi Compae, tal vez embargado por las fuertes emociones de la intensa tarde, decidió probar las virtudes campestres de su Seat León.
Una tarde distinta, en la que la mezcla de entrenamiento duro y aprovechado con una buena dosis de charla e ingesta verde, nos ha dejado un gran sensación a los tres componentes del grupo, el cual volverá a reeditar su entrenamiento el próximo domingo, si bien con una asistencia también mermada.

jueves, 13 de marzo de 2008

¿ TODAVÍA SIN LOGOTIPO ?

Pues sí, el grupo de Las Verdes aún sigue sin logotipo. Y no es por que no haya habido propuestas, que las ha habido, algunas de las cuales han pasado por aquí y otras que hoy pasarán.
Este espontáneo gru
po que surgió con el nacimiento del año, como todos conocéis, cuenta con equipación; es probable que no muy original -de hecho, en la prueba de Albolote pareciera que el grupo contaba con cincuenta miembros-, pero es una equipación consensuada, que probablemente pasará a ser la segunda equipación, la utilizada en campo contrario, en el momento en el que nos inspiremos y busquemos un juego de colores adecuado (a ver si Jesús nos encuentra algo en Senegal, que es una idea espontánea que se me acaba de ocurrir, porque sobre correr ese país seguro que algo sabe). Bueno, bromas aparte, lo que sí necesitamos es un logotipo adecuado que nos distinga y al mismo tiempo cree el sentimiento de pertenencia. Y, ya digo, ha habido y hay varias opciones. Hoy mostraremos las últimas enviadas por uno de los socios fundadores deñ grupo, Abel. Son éstos los logotipos, que simbolizan mitología griega:




En mi opinión son símbolos muy adecuados para la actividad que desarrollamos, de manera que si optamos por simbología seria, alguno de éstos podrían ser el logotipo adecuado ¿ Que pensáis?



Por su parte, este fin de semana el grupo de Las Verdes estará fraccionado, pero habrá quien haga sesión doble.
Mañana viernes haremos la primera quedada. Será a las 17,30, justo en el Restaurant
e Romero en el Pantano del Cubillas, en la antigua carretera de Jaén. La ruta será la siguiente: Una vuelta completa al Pantano de Cubillas, que en total consta de 10 kilómetros y poco más (ver foto en pos de hace unos días), y si hay ganas y tiempo, podría ser buena idea aumentar la distancia en unos seis o siete kilómetros más, bajando a Caparacena y llegando de nuevo al Restaurante Romero. En cuanto a la dificultad del circuito, no negaremos que no será llano, ya que no se trata de un típico recorrido de Vega. Nos encontraremos con varias dificultades, alguna de ellas en el trayecto que rodea el Pantano y otras, tanto en la bajada a Caparacena, a la altura de la Urbanización Los Cortijos, así como viniendo de Caparacena justo a la altura de la Residencia Montealamos. Por tanto, se podría sostener que se trata de un circuito no demasiado fácil, pero asequible no obstante, ya que el ritmo que se impondrá no será alto. Está confirmada la asistencia de Paco, José Manuel, Abel y quien esto suscribe, pero no podrán acudir Mario, Javi, Antonio y Victor y Jesús, que probablemene queden en alguno de los días del fin de semana, por lo que leo, probablemente para subir al Llano de la Perdiz o bien al Fargue, en cualquier caso, subida pura y dura.
A ambas quedadas estás invitado amigo lector y corredor. Y a buen seguro habrá segundo tiempo verde, por supuesto. En la primera quedada, la de mañana, Paco proponía visitar a un pariente -al que tiene descuidado- que posee hostería en la pequeña población de El Chaparral, justo en la misma autovía A-44, kilómetros antes de llegar a Granada; en el segundo caso no sé el lugar, porque dudas no tengo de que habrá ese esperado tiempo. Por tanto, excelentes opciones para el comienzo de la Semana Santa. Y qué mejor comienzo que corriendo, que es lo que realmente nos gusta hacer.

miércoles, 12 de marzo de 2008

UNA SESIÓN DE ENTRENAMIENTO ESPIRITUAL

Hoy mi entrenamiento ha consistido en 13 sabrosos kilómetros entre La Cruz de Granada de Pinos Puente- Fuente Vaqueros y vuelta a la Cruz de Granada. El ritmo sigue siendo superior al 5 minutos el kilómetro, pero es normal en esta fase post-recuperación, si bien a medida que acumulo kilómetros percibo que voy olvidando la lesión del pie izquierdo, algo que es muy importante a nivel psicológico y que es preciso solventar antes de pensar en otro tipo de mejoras aeróbicas, anaeróbicas o técnicas. El correr siempre es menor de edad y basta con descuidar, aunque sea por poco tiempo, el entrenamiento para sentir la sensación que hay que comenzar casi desde el principio, aunque en realidad , a medida, que se van acumulando las sesiones es más fácil reencontrarse con el estado de forma que se tenía hace un mes, dos meses o un año.

No obstante, se pe
rcibe claramente que la puesta en escena tras una lesión no es la misma. De hecho, cuesta mucho más mover las piernas y se percibe que se ha perdido el "puch" que un día se atesoró. Por poner un sólo ejemplo, en este mismo recorrido suelo emplear entre ocho a diez minutos más del empleado hace tres o cuatro meses , incluso, cuando llevaba a cabo entrenamientos suaves. Pero es algo que, sinceramente, no me preocupa, ya que jamás me he obsesionado con hacer marca alguna. Entrenas, corres, disfrutas y un buen día obtienes unos tiempos más que reconfortantes, pero, ya digo, eso no importa demasiado, es positivo, simplemente, para correr con más facilidad y menor esfuerzo.


LAS ACEQUIAS SIEMPRE ESTAN PRESENTES EN EL RECORRIDO


Lo que
quizá sí sea importante es sentirse bien corriendo. Y precisamente te sientas bien corriendo cuando más y mejor forma tienes, porque ir arrastrando los pies, sin apenas levantarlos, es algo que no nos gusta a los corredores. Nos gusta vernos ligeros, ágiles de piernas y con sensación de ir sobrados, que son atributos que van llegando a medida que devoramos kilómetros y sesiones de entrenamiento.

Pensaba esta tarde mientras
que corría, que suele ser muy distinta la luz de la Vega, en función del horario que la visitemos. Los domingos por la mañana existe una luz virgen, tenue, fresca y exenta aún de perturbación cromática. Sin embargo, esta tarde a las seis y media, la luz era muy distinta. Aparentaba un color como anaranjado, alejado del color amarillento de las mañanas. Una luz mucho más cargada de tonos y más cromática, algo que se refleja en los campos, en las acequias y en los árboles.


CAMINO QUE UNE LA CARRETERA CON ALITAJE, AL FONDO EL CORTIJO DE LAS CRUCES.

Pero no sólo ca
mbia la luz, también cambia la configuración social de los lugares más poblados, como es el caso de Fuente Vaqueros. La mañana del sábado que fue la penúltima ocasión que visité la Vega, encontré a un pueblo dormido, sin apenas presencia ni bullicio (se pasa justo por el centro de la población), sin embargo esta tarde, ya cerca de las 7 horas, se apreciaba un bullicio distinto, una tarde cargada de ambiente y coches.
Al corredor que atraviesa la población lorquiana todo eso le influye poco desde luego, pero es inevitable percib
irlo y estar atento a los vehículos principalmente.
Decía a
l principio que habían sido 13 sabrosos kilómetros, y sí, lo fueron por varios motivos. En el primer tercio de la ruta, antes de llegar a la población lorquiana, me encontraba muy ligero de piernas y percibía como la zancada era ágil y natural, algo que no ha decaído en casi ningún momento de la ruta.



EL FRONDOSO CORTIJO DE LAS CRUCES

Acompañando a esa buena sensación física, que se transmite espontáneamente al estado de ánimo, comprobé como la tarde caía y oscurecía perceptiblemente, justo en el momento que dejaba la carretera local para penetrar en el camino, que entre secaderos, cortijos, hazas y acequias atraviesa el Cortijo de Las Cruces y te va acercando a Pinos Puente. Ese camino es estrecho y algo accidentado por lo que hay que ir atento para no perder el equilibrio y en ese momento comenzaba a sonar The Siren of the Woods de Therion, que podéis escuchar entre los temas imprescindibles con un magnifico fondo visual de secuencias de El Señor de los Anillos. Por tanto, el camino algo misterioso, rodeado por acequias sobre la que se asoman troncos de árboles ya viejos y desgastados y algo fantasmagóricos, se abría a la amplía extensión de la Vega de Pinos Puente, un vasto horizonte de luz y crepúsculo a esa hora. A ese paisaje contrastado se sumó la melodía de ese tema y como epílogo las buenas sensaciones física y la convicción mental de tener recuperado el soleo. No siempre, cuando corremos, se suele apreciar la coincidencia de tantas sensaciones y matices emocionales, pero esta tarde sí, de manera que han sido diez o doce minutos mágicos. Así que cuando acabó el tema volvía a activar el Ipod que permitiera la repetición del mismo. Y ahora ya no existía el camino estrecho con las acequias apelmazadas y los árboles desvencijados, que en algún momento me recordó el libreto de imágenes siniestras y góticas del grupo finlandés Sentenced que me ha prestado Javi; ahora lo que se apreciaba era de nuevo, pero de forma más nítida, la amplitud de la Vega que agotaba su vasta extensión a la altura del Piorno, en Pinos Puente, y el tema que escuchaba volvía a apoderarse del entorno, adaptándolo a su melodía misteriosa, como si sonara música de otros tiempos antiguos y mundos ancestrales. De esta forma terminé mi ruta, ya casi de noche, en La Cruz de Granada, con la impagable sensación de haber llevado a cabo una sesión de entrenamiento no consistente tan sólo en eso, sino que ha sido una hora y siete minutos de ofrenda personal, esa que no es posible pagar con ninguna cantidad posible de vil metal. Y pensad que existe gente que todo ese tiempo lo dedica a amasar fortuna, putear a los demás, domesticar almas, manipular espíritus...¡¡Dios!!..


martes, 11 de marzo de 2008

¡¡ IBAS SÓLO Y YA LLEVAS MEDIO PUEBLO ¡¡


El conocido Pantano Cubillas que ayer fue testigo de nuestro paso.


Hay determinados aspectos en los pueblos que no ayudan a permanecer en ellos, pero uno siempre valorará su sabiduría popular, ese conocimiento que parece heredado de la tierra, de los árboles, de los pájaros. Soy de pueblo y reconozco esas virtudes. Y es que ayer cuando partíamos desde el Campo de Fútbol de Pinos Puente para iniciar nuestra ruta de 21 kilómetros los siete integrantes de Las Verdes que ayer nos dimos cita, un conocido de mi pueblo soltó esa sabía frase que da título a esta entrada. No pude evitar una sonrisa franca al tiempo que le decía a Jesús Lens: ya tengo título para una entrada en el blog. Luego el vecino completó el comentario:" antes te veía a tí sólo por ahí por la Vega o por Caparacena y ahora, mira, llevas medio pueblo". Sencillamente genial.


Este circuito es el que rodea el Pantano, constando de algo más de 10 kms y que propone Paco hacer el jueves, si bien se podría alargar hasta Caparacena ( Es el circuito que continuaron Victor y Javi)

De la ruta de ayer, recuerdo un
recorrido accidentado de pendientes y bajadas y un hermoso paso junto al Pantano Cubillas, además de acabar con la sensación de que no eran 21 kilómetros los que atesoraban nuestras piernas, sino muchos menos. Y esa sensación fue debida, particularmente a la buena compañía, a la animada charla y a un ritmo tranquilo y sosegado, pensado para que nosotros, los corredores, adquiramos el fondo necesario y, como dice Abel, endurezcamos las piernas. Además, sentí satisfeacción por mi Compae, ya que a su llegada denotaba felicidad, porque sé que está dedicándose con interés, y porque ayer superó con éxito la ruta que casi le hace perder el sueño. En su espontáneidad natural -le conozco desde niño- un buen día lanzó la ruta a través de un comentario a este blog y sé que le estuvo dando vueltas (¡ pero para que está su compae sino para actuar de Cicerone!). Así que todo salió a pedir de boca y lástima que el tercer tiempo no fuera más largo, algo que se agradece siempre en favor de las " primus inter pares". Lógicamente echamos de menos a Mario y Antonio, consagrados ya con sus respectivas frases: ¡vamos hasta con tensión! y ¡lo que haya! Pero habrá miles de oportunidades, sin ir más lejos en la semana que acabamos de entrar, en la que está ganando peso el correr el próximo jueves, que bien podría ser a las 6 de la tarde y es posible que hasta tenga el mismo Pantano Cubillas como escenario. Vosotros diréis.

Plaza de la pequeña y bucólica aldea de Caparena, una de las referencias de nuestra última ruta y lugar muy frecuentado como circuito por quien esto suscribe. Es un lugar al que profeso un enorme cariño por muchos motivos.


Pero seguimos insistiendo q
ue nadie que desee correr con nuestro grupo se debe privar de ello, ya que encontrará excelente ambiente, solidaridad a raudales, buenas tertulias y buenas verdes. Y buena gente, como dice Paco.

lunes, 10 de marzo de 2008

RUTA PINOS PUENTE - CAPARACENA -PARQUE PANTANO CUBILLAS (GASOLINERA)-VUELTA: DISTANCIA MEDIA MARATÓN






















La mañana de domingo era electoral, pero nuestra opción más clara era hacer 21 kms, por una ruta (PINCHAD EN IMAGEN PARA VER MEJOR) que propuso mi Compae Paco, dura, rocosa, asfaltada, desestructurada, pero muy interesante para una tirada de domingo. Y allí estábamos prestos, como un reloj un nutrido grupo de Las Verdes, con las únicas ausencias de Antonio y Mario, pero, eso sí, ausencias justificadas las de ambas. Antonio ya nos advertía a lo largo de la semana que no estaría en Granada y Mario me envíaba un mensaje a este blog diciendo que le era imposible conciliar horarios. Así que los "héroes" de hoy hemos sido: Paco, José Manuel, Victor, Javi, Abel, Jesús y quien esto firma. La salida, desde el Campo de Fútbol de Pinos Puente y la llegada -para volver por la misma ruta-, la entrada a la Urbanización Parque Cubillas, justo hasta la gasolinera que nos servía de referencia kilométrica, que prevíamente había medido Paco. Todos hicímos esa ruta, excepto Victor -en tareas premaratonianas- y Javi, que sintiéndose fuerte decidió acompañar a Victor para rodear el Pantano Cubillas y sacar unos cuantos kilómetros más.
Mi concurso iba a ser de perfil más bajo, todo lo más rodar 15 kilómetros, dado que ayer, sin apenas recuperación, realizaba una ruta de 13 kms., por la Vega. Ahora bien, al comprobar que el ritmo que adoptamos era muy tranquilo y no sentía molestía en soleo izquierdo alguna decidí seguir en compañia del grupo, algo de lo que no me arrepiento, ya que era la primera ocasión en la que andaba 21 kilómetros tras el segundo reposo tras la Media Maratón de Almería. De hecho, el ritmo era el adecuado para muchas cosas: en primer lugar para obtener ese fondo que necesita todo corredor que se precie; en segundo lugar, para ir adaptando y adoptando la musculutara post lesión - en mi caso- a las mayores distancias. Finalmente la media no bajo de los 5 minutos y 15 segundos el kilómetro, siendo la vuelta algo más rápida que la ida.
Esta ruta, como decía, dura y rocosa, cuenta con diferentes dificultades tanto en la ida como en la vuelta. Además se trata de un circuito psicológicamente más exigente, en la medida que transcurre por una zona de baja sierra, de visión muy agradable, pero no tan notificante como la llanura y la frondosidad que nos ofrece la Vega.
Hasta Caparacena la ruta es muy llevadera e incluso se podría decir que hasta las primeras urbanizaciones del nuevo campo de golf; no obstante, la subida hasta la antigua carretera de Jaén e incluso por la misma carretera es algo dura si bien no mortificante; además el ritmo adquirido por el grupo era muy asequible tanto para quienes querían hacer fondo y trabajar homogéneamente la musculutara como para quienes íbamos más pendientes de la pierna que de las cuestas. Pero no nos engañemos, no se trata de un circuito asequible a cualquier condición física, siendo un requísito fundamental salir a correr con cierta habitualidad para poder llevarlo a cabo. No olvidemos que son 21 kilómetros y con diferentes dificultades. Es por eso por lo que siempre escribo que nadie que quiera disfrutar de un buen rato de correr y con unas condiciones mínimas debería de privarse de salir con este grupo de Las Verdes, ya bastante consolidado.
Y hemos hablado de muchas cosas, tanto en ruta - creo que subiendo una de las más duras cuestas estaba yo abordando algo relacionado con las monarquías históricas españolas ¿ O era Jesús ?-, como en el tercer tiempo en el bar de El Chino, en la hora de las verdes. Y entre las cosas que abordábamos se encontraba la posibilidad de ir rotando los días de entrenamiento del grupo para, como ahora se suele decir, conciliar vida familiar y deportiva, en este caso. Las propuestas están abiertas y hay fechas que nos vienen bien a muchos y otras no tanto. Como días iniciales podríamos citar el mismo domingo pero a una hora más temprana, cambiando las verdes por un copioso desayuno; el sábado por la tarde, a las 5 aproximádamente; incluso el mismo sábado por la mañana, así como el viernes por la tarde, que ya se llevó a cabo la semana pasada. Eso posibilitaría mejor disposición y -ya digo- esa siempre necesaria conciliación familiar ¿ Cómo lo véis?
El tercer tiempo, o la hora de las verdes, ha sido magnífico como siempre, si bien ha sabido en esta ocasión a poco. Finalmente nos quedamos a la sombra verde sólo Jesús Lens y yo hablando de libros, de escritura, de política, de la vida. Por tanto, ya va procediendo una cita gastrosocial donde podamos dedicar el tiempo que se merece a quien se lo merece, sin duda; ahora bien, horas antes de esa cita hay que hacer una buena ruta para ir abriendo apetito. Id pensando en fechas adecuadas, lechones.