No eran más de las 9 de la mañana, casi recién comenzada la jornada laboral, cuando recibí una llamada de mi amigo Paco, corredor también y que compartió imagen con quien esto suscribe en aquellas fotografías navideñas por la Vega de Pinos Puente como recordarán los más antiguos amigos de este blog. "Te voy a pasar con una compañera corredora para que le digas que zapatillas se compra". "Pero Paco, yo sé algo de zapatillas, pero no precisamente de corredoras", le protesto, contestándome con rapidez: "como no vas a saber de zapatillas de mujer tu que le compusiste una Oda a unas Adidas tuyas" e inmediatamente me puso con su compañera corredora, Cristina, que corrió en Huétor Tájar y parece dispuesta a correr el próximo domingo en Dúrcal.
Sinceramente jamás me había parado a reflexionar acerca de la diferencia entre zapatillas para corredores y zapatillas para corredoras, a no ser que éstas cuenten con seis dedos en vez de cinco; por tanto, la diferencia debe ser mayormente la estética y, tal vez, en general, el menor peso que suelen tener las corredoras. Por lo demás no entiendo que existan más diferencias al margen de las estéticas, que también son muy discutibles.
Estas amiga corredora me confesaba al teléfono que ella siempre se compraba unas zapatillas, sin detenerse en que fueran para hombre o para mujer, por lo que me sorprendí recomendándole el ejemplar que veis en la fotografía que no es otro que las Adidas Supernova Woman, más que nada porque a mi me están resultando muy eficaces y adecuadas su versión masculina. No obstante, le insistí que buscara también -cómo no- en las grandes marcas del sector tales como Asics, New Balance o Mizuno, ya que en este mundo del calzado para correr -como en cualquier otro- los consejos no deben de tener un valor especial. En mi caso, daba igual que hace dos años me aconsejaran esta marca del gigante alemán, y de hecho muchos conocidos la usaban regularmente y me las recomendaban: las primeras que adquirí no me fueron nada bien como conté en su momento. Posteriormente las adquiridas con motivo de MAPOMA, son otra historia, más mérito de la casa deportiva que ha sabido incluir un I+D más adecuado, que por mérito de este modesto corredor que aconseja o desaconseja zapatillas, más basándose en sensaciones particulares que en teorías empíricas o no.
En otro orden de cosas, me referiré a lo que ayer nos comentaba Mario acerca del peligro que ha sufrido ayer nuestro monumento nazarí y de camino toda la Dehesa de la Alhambra debido a un majestuoso fuego que milagrosamente no ha tenido peores repercusiones. La zona es bastante conocida por corredores asiduos que acuden a correr al Llano de la Perdiz, pero gravísimo es constatar que a punto de nominarse las candidatas a aspirar a ese selecto club de las 7 maravillas del mundo, la Alhambra de Granada ha podido tener un verdadero percance, y es grave también, tal y como comentaba ayer Mario, por el espeluznante hecho de que acaba de aparecer el calor y lo que pueda ocurrir en estos dos próximos meses de hastío podría ser más que preocupante.
Sinceramente jamás me había parado a reflexionar acerca de la diferencia entre zapatillas para corredores y zapatillas para corredoras, a no ser que éstas cuenten con seis dedos en vez de cinco; por tanto, la diferencia debe ser mayormente la estética y, tal vez, en general, el menor peso que suelen tener las corredoras. Por lo demás no entiendo que existan más diferencias al margen de las estéticas, que también son muy discutibles.
Estas amiga corredora me confesaba al teléfono que ella siempre se compraba unas zapatillas, sin detenerse en que fueran para hombre o para mujer, por lo que me sorprendí recomendándole el ejemplar que veis en la fotografía que no es otro que las Adidas Supernova Woman, más que nada porque a mi me están resultando muy eficaces y adecuadas su versión masculina. No obstante, le insistí que buscara también -cómo no- en las grandes marcas del sector tales como Asics, New Balance o Mizuno, ya que en este mundo del calzado para correr -como en cualquier otro- los consejos no deben de tener un valor especial. En mi caso, daba igual que hace dos años me aconsejaran esta marca del gigante alemán, y de hecho muchos conocidos la usaban regularmente y me las recomendaban: las primeras que adquirí no me fueron nada bien como conté en su momento. Posteriormente las adquiridas con motivo de MAPOMA, son otra historia, más mérito de la casa deportiva que ha sabido incluir un I+D más adecuado, que por mérito de este modesto corredor que aconseja o desaconseja zapatillas, más basándose en sensaciones particulares que en teorías empíricas o no.
En otro orden de cosas, me referiré a lo que ayer nos comentaba Mario acerca del peligro que ha sufrido ayer nuestro monumento nazarí y de camino toda la Dehesa de la Alhambra debido a un majestuoso fuego que milagrosamente no ha tenido peores repercusiones. La zona es bastante conocida por corredores asiduos que acuden a correr al Llano de la Perdiz, pero gravísimo es constatar que a punto de nominarse las candidatas a aspirar a ese selecto club de las 7 maravillas del mundo, la Alhambra de Granada ha podido tener un verdadero percance, y es grave también, tal y como comentaba ayer Mario, por el espeluznante hecho de que acaba de aparecer el calor y lo que pueda ocurrir en estos dos próximos meses de hastío podría ser más que preocupante.
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