La cuna de esta dama íbera de aproximadamente el Siglo IV a.d. C que ilustra este post ha acogido hoy la XXXI edición del Medio Maratón “Ciudad de Baza”, acogedora ciudad del altiplano granadino, a mitad de camino entre Granada y el Levante español.
De esta prueba sabía por el año pasado que contaba con dos partes completamente diferenciadas. Una hasta el kilómetro catorce, aproximadamente, si no llana sí más asequible, y otra parte desde el kilómetro 14 en adelante donde se recrudece el recorrido de manera palpable. Con esas “dos carreras” había que contar.
No sabía cómo resultaría el haber hecho diez kilómetros, apenas catorce horas antes de la prueba. Es algo que habría que anotar para próximas carreras, tanto si la respuesta es positiva como sino lo es. Finalmente, ese hecho no ha sido un handicap que influyera de manera decisiva.
Tal vez la coincidencia con el Medio Maratón de Málaga, y probablemente el cambio de hora han podido herir de gravedad la participación en esta carrera. Calculo que no habría más de 250 corredores y corredoras, cantidad muy diezmada para una prueba de esta envergadura. Probablemente también influya la dureza del recorrido, que obtiene también una variante psicológica al ser su trayecto externo a la ciudad. Asimismo, en mi opinión, la falta de ilusión de sus organizadores en lo referente a una prueba de estas características, con escandalosa ausencia de alguna fruta en la llegada –particularmente plátano-, la total ausencia de trozos de naranja y esponja en el recorrido, la irregular señalización, la mezcla de tráfico en el recorrido e incluso en la ciudad, hace que esta prueba en vez de crecer decrezca, pudiéndose poner en peligro si no evita la coincidencia con pruebas mejor organizadas y más atractivas, o bien no existe un mejor esmero en su organización.
Salí rápido, ayudado por la falta de apelotonamiento en la salida y auspiciado por unos primeros kilómetros mucho más favorables para el corredor, hasta el punto de llegar a plantearme bajar mi tiempo en esta prueba hecho en el Medio Maratón de Almería. De hecho, el paso por el kilómetro 10 el cronómetro marcaba 42 minutos, es decir, poco más de cuatro minutos el kilómetro, en esos diez iniciales. Pero, está claro que esta carrera te pone pronto en tu sitio y comienza a mostrarte su verdadera faz a partir del kilómetro 14. Entre éste y el 15 existe un duro repecho que destroza las piernas y los pulmones, además – a pesar de que no ha hecho calor- el sol te observa de cerca y además hay que contar con el factor psicológico de vislumbrar las amplias carreteras por las que hay que pasar. Son los elementos más directos para poder llevarte a una pájara histórica, pero me encontraba fuerte. Pero a pesar de esa fortaleza unos metros antes del 15 cogí un botellín de agua en el avituallamiento y decidí evadirme entre este kilómetro y el 16. En ese punto kilómetro, mentalmente, me salí de la carrera y opté por vegetar mientras daba pequeños sorbos al botellín de agua. Pero pronto decidí que no quería más vacaciones, así que en el 17, aprovechando que entre éste y el 18 no existía demasiada inclinación, opté por ponerme de nuevo el traje de faena olvidando todo conato de debilidad.
Entre el kilómetro 18 y el 20, tal y como ya nos indicó la “computadora humana” que es Alberto Soria, iba a asomar de nuevo la dureza y por tanto el sufrimiento. Además, el viento del norte nos daba de cara y exigía más fuerza de remonte en las piernas. Un corredor viene tras de mi como si acabara de subir al Himalaya a tenor de su dificultad de respiración –en los vestuarios me comentó que tiene esa forma de respirar, pero que sus pulsaciones no suelen elevarse más de 155 por minuto-; así que cuando pasa a mi lado le interrogo: ¿no vas demasiado forzado?.Voy así desde que salí, me contesta. Se adelanta unos metros por delante de mí y por un momento pensé en seguir su rueda, pero finalmente opté por no seguirlo. No quería sufrir. Sabía que tenía una semana cargada de kilómetros y consideraba más importante correr esta carrera integrándola más en el entrenamiento que en hacerla excesivamente competitiva. Así que pegado a la izquierda de la carretera y con el aire en contra decido seguir mi ritmo. Es en ese momento cuando un Guardia Civil me comenta: “Es que hay que ir por la derecha”, situación casi mimética a la del año pasado. Pero este año no opto por callar. Hago caso de su indicación y cruzo a la derecha pero le lanzó: “Todos los años la misma película”. Se quedó respondiendo algo, pero supongo que no correría peligro mi libertad, que está el PP muy susceptible últimamente.
En los últimos kilómetros se había acumulado algo de público en la entrada a la ciudad y algunos espectadores amables animan con palmas y con frases reconfortantes del estilo: ánimo que queda muy poco. Se agradece, sobre todo cuando vas todo el trayecto sólo como ha sido el caso de este corredor hoy. No he sido capaz de unirme a grupo alguno ya que he pivotado entre grupos visibles pero no alcanzables, por delante y grupos mucho más lejanos por detrás que tampoco lograban darme alcance, si bien algunas unidades si llegaron hasta mi altura, algunos rebasando y otros quedándose. En ese aspecto ha sido una carrera rara, algo muy común, supongo, en pruebas de pocos participantes.
Le llegada a las calles céntricas de Baza es a través de una enorme cuesta que deja la respiración tocada. Es la culminación de esos dos kilómetros que van del 18 al 20. Justo en la señalización de este último comienza un callejeo serpenteante por la ciudad y arremeten coches por las estrechas calles, luego, pienso: ¿tan apremiante es la prisa de los conductores un domingo?; o bien: ¿tan insensibles son los organizadores municipales para no captar la idea que al menos un domingo al año el tráfico debería de estar totalmente restringido? Como hoy me encontraba locuaz y protestón así lo denuncio a una chica de protección civil que sabía positivamente no tenía responsabilidad alguna, si bien iba uniformada y alguna trascendencia tendría mi queja.
Finalmente, pasamos por una zona protegida de vallas, doblamos a la izquierda y llegamos a la meta, pero no sin sufrimiento, aunque, eso sí, con buenas sensaciones.
El resultado final no ha podido ser mejorado en cuanto a marca personal, pero lo doy por bueno si consideramos que no es una media maratón en la que se puedan destrozar marcas personales: 1 hora y 37 minutos, con algunos segundos, eso sí, once minutos menos que el año anterior.
En esta crónica he repetido varias veces el asunto de la organización, pero la carencia de ésta jamás se puede confundir con la labor de voluntarios, Guardia Civil, Policía Local, Protección Civil y Técnicos deportivos municipales, que en todo momento han sido generosos en su trabajo. Voy más allá: probablemente se trate de un asunto de presupuesto y, por tanto, - y algo de eso conozco- de poco empuje político para organizar esta prueba, que con algo de ilusión por parte de sus mentores podría convertirse en una prueba destacada del calendario andaluz.
Éramos pocos y, por tanto, vimos a bastante gente conocida: a Ángel Luís, con el que no tuve oportunidad de hablar mucho, a Manu al que doy gracias por su ánimo en los últimos metros, a Bernardo, a Eduardo, a Alberto Soria, que ya digo es una “computadora humana” en cuanto a cálculos de tiempos, promedios, porcentajes de subida y al que agradezco que al final confiara en mis 3 horas y media en el MAPOMA, “si bien no debes obsesionarte”, comentó; también vimos finalmente a Rafa Botella, con el que tuve oportunidad de hablar de política – por tanto, se supone que ya estábamos totalmente recuperados-, a Andrés Bellver, antiguo vecino de Bola de Oro. Saludar desde aquí también a Pilar y agradecerle su atenta lectura de esta bitácora.
Sin embargo, la coincidencia de la prueba de Málaga ha provocado la ausencia de ilustres como José, con el que acabo de charlar hace unos minutos por teléfono y que ha hecho una carrera repleta de buenas sensaciones en Málaga a pesar de que “he salido muy atrás”, con un tiempo inferior a la hora y veinte minutos; o la ausencia de Francis Tovar que ha completado otro éxito deportivo, quedándose subcampeón de España de Medio Maratón, en su categoría -¡vaya año, campeón! Probablemente otros que no vimos en Baza también estaban en tierras malacitanas. Por cierto, espero que a Paco de Jaén, que debutaba en la distancia, le haya salido la carrera que esperaba.
La bolsa del correr ha consistido en camiseta de manga larga roja, conmemorativa, zumo, agua, y yogurt. Como en otras carreras ha habido cerveza y refresco, peo ha brillado –repito- por su ausencia alguna fruta, muy necesaria después de correr 21 kilómetros. Tomen nota para otros años organizadores.
8 comentarios:
Sin que te lo tomes a mal, tienes que hacer algo con tu blog. Es una lástima que tus magníficas crónicas sean tan difíciles de leer por no poder poner puntos y aparte...
Lo siento.
Por cierto, enhorabuena por tu carrera¡¡
Y el caso es que pego la crónica desde formato Word, para asegurarme que respete los puntos y aparte e incluso en el borrador aparece con puntos y aparte, pero luego nada.
Ya parece que he buscado una solución, al menos provisional.
Gracias por tus felicitaciones. Saludos.
a pesar del relajamiento mu buen tiempo en Baza, al final no fui aunque con los amigos con los que voy a las carreras me picaron hasta el día de antes, pero varias circunstancias me hicieron no ir (el cambio de hora, que empezara tarde para ser una media, quizas si hubiera sido a las diez, la relativa lejania de baza... y mi salida cicletera el sábado) bueno ya la próxima es Madrid, y hay que afrontar los 30 km.
A veces no apetece correr cuando deberias, pero ¿y el contrario? te encuentras fuerte, confiado... y el pajaron aparece en su mas estricto sentido
José Antonio a mí si me aparecen los puntos aparte y toda la puntuación ortográfica, ¿donde te metiste al final de la carrera?
Un saludo,
En una media maratón tan difícil como la de Baza, has hecho un excelente crono. Comparada con la de Málaga la bolsa del corredor vuestra es muy generosa , además aquí tampoco dan esponjas y menos cervezas o refrescos, ahora eso si los doce euros si lo cobran bien. No me importa pagar pero por lo menos podían ser mas generosos.
Mi crono fue de 1:41:03 el cual me satisface mucho la pega es el isquiotibial derecho me molestó bastante, pisando muy mal aunque iba con ganas no podía dar para más . Espero que con estiramientos...
Ya estamos a 26, falta muy poco para nuestra gran cita en la capital.
Enhorabuena José Antonio, una media bastante buena para la dureza de la prueba y otro paso más en tu preparación para el MAPOMA que ya está a la vuelta de la esquina. Estoy seguro de que harás un buen papel en tu cita madrileña.
Como te comenté en mi blog, me encontré con José en el parking donde aparqué el coche, menuda casualidad, aunque apenas crucé con él un saludo. Le pregunté por vosotros (tú y Edu) y me comentó que estabais en Baza, poco más dio de si la conversación porque ya sabes que el café pre-carrera no es perdonable :-D.
A propósito, yo siempre escribo los comentarios en el editor de blogger y si es largo, cada poco lo salvo como borrador para no perder el trabajo. Ten en cuenta que el formato que Word de a un texto no es transmisible, como norma general, a otro editor.
Un abrazo.
Se me olvidó comentar algo sobre la organización de la prueba.
En Málaga no hubo esponjas o naranjas en los puestos de avituallamiento, pero no faltó el agua cada 2 o 3 kilómetros, incluso para los de la cola.
También tuvimos que convivir con el tráfico, sobre todo en la segunda mitad de la carrera, pero en ningún momento me resultó molesto este hecho y la abundante presencia de la policía local en esos tramos garantizaba la seguridad de la prueba.
En cuanto a la bolsa del corredor, no tengo las suficientes carreras encima como para dar una opinión con conocimiento de causa. No incluía fruta tampoco, pero si bebida isotónica, una barrita de estas tipo muesli, y una botella de agua, amén de una sudadera, una camiseta técnica de manga corta y una gorra.
Un saludo.
Mario: Baza fue una buena oportunidad para nuestro entrenamiento. Fue dura.
Edu: Entre saludos y más saludos se me fue el santo al cielo. Y para colmo en la ducha hice casi otra media maratón. Ví tu tiempo, que no es el tuyo, pero después de los problemillas que has ido acumulando dalo por bueno. Saludos
Paco: La media de Málaga es llana, pero hay que contar con la humedad. Por tanto, empleaste un excelente tiempo. Es lamentable que las ciudades grandes no se esmeren algo más, al menos en la alimentación al final de la carrera. Ha comenzado la cuenta atrás...
Paco: Sí, me dijo Jose que te vio y que preguntasté por mi y Edu. La carrera de Baza fue dura, pero la que me hacia falta para la preparación de MAPOMA. Como te comenté en tu blog, enhorabuena por tu primera media, superada con nota. Gracias por el consejo informático, lo seguiré.
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