Esta mañana, cuando acudía a hacer una gestión administrativa a una oficina pública, recibí una agradable sorpresa cuando saludé a una persona. Al principio, nos costó reconocernos porque nuestra morfología, tras varios años sin saludarnos, había cambiado por mor de nuestra afición a correr. Se trata de una antigua compañera de Facultad, María, pareja de uno mis mejores colegas de estudios -al tiempo que amigos-, Pablo. Ambos abogados con despacho abierto en Granada. Eso lo sabía porque no hace muchos años acudí a su boda, pero no sabía que María era una gran corredora. No lo sabía hasta hoy porque tanto ella como su aspecto me lo han comunicado, sin que quepa lugar a duda alguna. También ella reconoció en mi a un corredor, si bien ya sabía por Pablo que el José Antonio que conocieron en la Facultad de Derecho, que no corría, ahora había dejado lastre y "parecía otra persona". En fin, tras un buen y agradable rato hablando (¿por qué será que a los corredores nos gusta tanto hablar con otros corredores de nuestro mundo?), María me va descubriendo su pasión y sus impresionantes progresos. Comenzó a correr como terapia opositora "para no volverme loca", según sus propias palabras, así como para acompañar a su hermana que quería dejar el tabaco. Su hermana alcanzó un nivel impresionante y ella también lo ha alcanzado. Corrió en un club de Granada, pero fue llamada por uno de los clubes más emblemáticos de España el Chapín Puma de Jérez, lugar en el que la tratan muy bien y con el ha conseguido cosas importantes en pista y cross. También participó mi amiga en el Circuito de Diputación Provincial de Granada años atrás, ganándolo. Asimismo, me contó sus entrenamientos que ocupan "siete días a la semana y trescientos sesenta días al año". Sus niveles y dedicación están más cerca de la élite que del atletismo popular, sin duda. Asimismo, me pregunta sobre mis distancias preferidas y considera que el tiempo de Madrid está bastante bien.
Actualmente está entrenando para saltar al 1.500, distancia en la que aún no tiene marca acreditada, pero seguro que pronto la obtendrá. Le pregunto cómo lleva el entrenamiento trabajando en un despacho de abogados en Granada y viviendo en un pueblo del área metropolitana de Granada "¿cuando entrenas?". "Entreno casi siempre de noche, José Antonio", me comenta, con una fortaleza y reverberación en sus palabras que me asombra.
Me comenta y aconseja que haga series, algo que no suelo hacer. "Con tu entrenamiento para maratón tienes fondo más que suficiente, por lo que te vendrían muy bien series largas para mejorar". "Estoy en ello, pero no consigo buscar el momento adecuado" le comento.
También hablamos sobre la relación de las mujeres con el correr y lo mucho que queda por avanzar en este aspecto. Realmente no son muchas las mujeres que corren en nuestro ámbito territorial, pero me consta porque las veo, que las que lo hacen lo hacen muy bien y con mucha dedicación y se "curran" las carreras a base de intenso de entrenamiento y dedicación, rompiendo el tópico de que la mujer prefiere emplear su tiempo en otras cosas mucho más prosaicas.
Nos despedimos, tras un buen rato de charla, sorprendidos ambos que tras cinco años de carrera jamás hayamos hablado una palabra de correr algo que es muy fácil de entender: ninguno de los dos corríamos. "De hecho, yo no quería ni subir escaleras", me dice.
Por tanto, una excelente y agradable sorpresa la obtenida esta mañana sobre este mundo nuestro del correr. Una de esas noticias que te deja muy buen sabor de boca.
Actualmente está entrenando para saltar al 1.500, distancia en la que aún no tiene marca acreditada, pero seguro que pronto la obtendrá. Le pregunto cómo lleva el entrenamiento trabajando en un despacho de abogados en Granada y viviendo en un pueblo del área metropolitana de Granada "¿cuando entrenas?". "Entreno casi siempre de noche, José Antonio", me comenta, con una fortaleza y reverberación en sus palabras que me asombra.
Me comenta y aconseja que haga series, algo que no suelo hacer. "Con tu entrenamiento para maratón tienes fondo más que suficiente, por lo que te vendrían muy bien series largas para mejorar". "Estoy en ello, pero no consigo buscar el momento adecuado" le comento.
También hablamos sobre la relación de las mujeres con el correr y lo mucho que queda por avanzar en este aspecto. Realmente no son muchas las mujeres que corren en nuestro ámbito territorial, pero me consta porque las veo, que las que lo hacen lo hacen muy bien y con mucha dedicación y se "curran" las carreras a base de intenso de entrenamiento y dedicación, rompiendo el tópico de que la mujer prefiere emplear su tiempo en otras cosas mucho más prosaicas.
Nos despedimos, tras un buen rato de charla, sorprendidos ambos que tras cinco años de carrera jamás hayamos hablado una palabra de correr algo que es muy fácil de entender: ninguno de los dos corríamos. "De hecho, yo no quería ni subir escaleras", me dice.
Por tanto, una excelente y agradable sorpresa la obtenida esta mañana sobre este mundo nuestro del correr. Una de esas noticias que te deja muy buen sabor de boca.
4 comentarios:
Cuando dos amigos que corren se encuentran en cualquier parte, lo mejor para los acompañantes de ambos es irse a dar una vuelta, mientras que nosotros nos quedamos hablando de series, carreras, dietas, etc, Para nosotros esta muy bien, pasa el tiempo y no te das cuenta. Eso me pasa cuando tropiezo con algún amigo mio que se dedica en sus ratos libre a correr caminos, mi mujer y a veces la mujer del otro, se miran como diciendo: esto va pa rato, y es que no tenemos remedio, lo que pasa, por lo menos a mi, es que es raro tropezar con alguien que comparta tu misma aficcion, y cuando esto ocurre se nos va el santo al cielo.
Muchas razón llevas amigo Paco. Pero es muy curioso cuando te encuentra con alguien que conoces de años, sin que por entonces tuvieráis la misma afición. Entonces ahí la sorpresa es mayúscula.
No sé si lo compartes, pero para mí es ideal que amigos de diario compartan tu afición como pasaba cuando jugaba al fútbol. Es entonces cuando nuestras-os acompañantes acaban por pensar -como bien dices- que no sólo vá para rato sino que se te puede ir toda la noche hablando de las hazañas compartidas, cuando yo tiré y tu no podías; o cómo íbamos hoy....Creo que podríamos acabar por volvernos un poco cansinos a la vista de quienes nos acompañan pero, claro, cuando algo te apasiona no sueles comprender que no apasione a los demás....
y eso que correr dedicas dos horas a los sumo al día, no ocupa tiempo entre comillas, sí ademas montas en bici o te gusta patear el monte ,que se puede llevar a veces el dia o más... algo de tirria cogen quien no comparte esa afición física y mental, en todas ellas se esta tiempo en solitario, y en esa soledad está su atractivo. Domingo tenemos Gojar, creo que con cuestas tb... al menos tenemos ahi las Gabias que son aunque el pueblo no del todo, ahora que recuerdo, asciende en dirección a la Malhá (no se escribe asi?)
Efectivamente, Mario, es un tiempo bien empleado y son más los beneficios que las onerosidades. Siempre digo que nada da tanto por tan poco como el correr (y el deporte en general,claro). Por eso decía mi amiga que hay gente que no cree que las chicas entrenen a diario, que tienen otras cosas. Eso es una falacia, desde luego.
Tenemos Gojar-Gojar, pasando por Ogijares, Otura, Dílar y, sí será una carrera picada. Iremos tranquilos. La de Las Gabias, no es tan llana como parece y el año pasado no disfruté demasiado corriéndola, pero no sé si estaré por aquí el 28 de julio.
Según un amigo mío Luis, TTe. de Alcalde de ese pueblo se escribé La Malahá, creo que me dijo.
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