Correr. Volver a reinventarse y correr. No han transcurrido más que siete días desde que corrimos la Media maratón de Motril y parece que ha pasado un siglo; es más por ahí resopla -como dijera un ballenero de Moby Dick cuando aparecía aquella metáfora blanca y enorme en forma de ballena- la casi media maratón de Guadix, la prueba de fondo del Melocotón, si bien uno nunca sabe si tiene piernas, corazón y sangre para llevar a cabo una carrera larga tras un tiempo de inactividad, unas piernas más blandas y unos kilos más de humanidad, máxime tras algunos días en los que los ojos se acostumbran a la tenue y ensoñadora mirada que separa el cielo del mar y en los que el correr ha estado ausente.
Veía por las mañanas, muy de temprano, a corredores y corredores que se esforzaban por la sólida playa, que comenzaba a desperezarse, y sabía perfectamente que no les emularía en absoluto. En mi caso, al contrario de otros conocidos, no es habitual que corra en días de descanso y tan sólo he incluido mis zapatillas en viajes de placer más largos y apartados de la vaguedad vacacional. Tengo que decir honestamente que mi afición por correr no llega a esos niveles de exigencia, si bien los efectos del no correr y sí mucho comer, y sí mucho desconectar, y sí mucho romper el ritmo habitual, suelen ser demoledores y es por ese y otros motivos por lo que prefiero vacaciones cortas y frecuentes, al tiempo que intempestivas.
Decía que veía esforzados corredores y corredoras y voluntaria o involuntariamente seguía sus pasos desde lejos, bien desayunando, bien tomando una cerveza, bien paseando; y no podía dejar de encasillarlos en varios grupos (¿será uno mismo encasillado por otros cuando corremos?): estaba el corredor sólo de verano, al cual se le veía trotar muy suave, sin apenas levantar los pies del suelo, embutido en un atuendo deportivo totalmente alejado de los cánones materiales mínimamente exigidos -nada de algodón, nada de bermuda-, dotado, no ya de una barriga prominente, pero sí algo más que fondón, con las piernas poco trabajadas por los kilómetros y totalmente ausente de técnicas depilatorias; también estaba el corredor cuarentón, delgado pero no extremadamente delgado, tal y como lucen los corredores habituales de fondo, corredor habitual pero no intenso, encasillado más en quien suele trotar todos los fines de semana del año y casi todos los días de los meses estivales, alzando algo más las piernas, que aparecen algo más trabajadas por los kilómetros y toqueteadas un poco por técnicas depilatorias; su ropa no es totalmente técnica pero sí evidencia algunos cánones estéticos y funcionales adecuados para correr y se nota que ha pasado por Decathlón; y por último estaba el corredor y corredora de todo el año, con piernas muy trabajadas, delgadez que evidencia la realización de algunos maratones y medios maratones, piernas depiladas, ropa técnica adecuada, velocidad de crucero y estilo propio de corredores aplicados. Y pensaba que seguramente cuando uno corre también es integrado en alguno de estos tres grandes grupos o algunos más que pudieran estar a mitad de camino de éstos.
Así que vuelves y sabes que tienes que comenzar a correr. Conectas el ordenador y lees los correos, que en buen número se habrán acumulado en tu bandeja de entrada. Compruebas los correspondientes a este blog y observas que no son muchos, pero elocuentes. Mario me viene a decir que va a dar más de sí mismo en la Media de Granada, por lo que sé que se esforzará en este mes y pico que nos queda por las calles y parques de Madrid. Jesús Lens, que ha corrido con mucho mérito la Media de Motril me comunica que me cita en su afamada columna -cuya lectura aconsejo pinchando aquí- de los viernes en el periódico Ideal, lugar donde compartimos en ocasiones afición a la literatura con nuestras respectivas columnas. Y curiosamente alguna de las indicaciones que le ofrecí antes de la carrera decía: "En la carrera de Motril tienes que ir de menos a mal", errata de esta última palabra en la que no reparé, escribiendo mal por más (¿ pero no ocurrirá a veces que las erratas no son más que un trasunto de nuestro propio inconsciente?), de manera que con su ágil y elegante pluma utiliza esa errata de manera proverbial hasta el punto que un sentido mucho más que sensato, ya que es bastante lo que se sufre en esta prueba. Así que leo su columna, como hago casi siempre que el tiempo no me asfixia, y observo que elabora todo un sabroso fresco de la prueba y su experiencia, exagerando incluso cuando me tilda de "gran corredor y articulista", si bien admito que ambas cosas las intento cultivar lo mejor posible, pero no siempre con satisfacción plena. Por tanto, todos esos elementos hacen que se vaya entrando en calor, tanto en el día a día como en nuestro mundo de corredores populares esforzados. Es decir, aquí estamos de nuevo.
Decía que veía esforzados corredores y corredoras y voluntaria o involuntariamente seguía sus pasos desde lejos, bien desayunando, bien tomando una cerveza, bien paseando; y no podía dejar de encasillarlos en varios grupos (¿será uno mismo encasillado por otros cuando corremos?): estaba el corredor sólo de verano, al cual se le veía trotar muy suave, sin apenas levantar los pies del suelo, embutido en un atuendo deportivo totalmente alejado de los cánones materiales mínimamente exigidos -nada de algodón, nada de bermuda-, dotado, no ya de una barriga prominente, pero sí algo más que fondón, con las piernas poco trabajadas por los kilómetros y totalmente ausente de técnicas depilatorias; también estaba el corredor cuarentón, delgado pero no extremadamente delgado, tal y como lucen los corredores habituales de fondo, corredor habitual pero no intenso, encasillado más en quien suele trotar todos los fines de semana del año y casi todos los días de los meses estivales, alzando algo más las piernas, que aparecen algo más trabajadas por los kilómetros y toqueteadas un poco por técnicas depilatorias; su ropa no es totalmente técnica pero sí evidencia algunos cánones estéticos y funcionales adecuados para correr y se nota que ha pasado por Decathlón; y por último estaba el corredor y corredora de todo el año, con piernas muy trabajadas, delgadez que evidencia la realización de algunos maratones y medios maratones, piernas depiladas, ropa técnica adecuada, velocidad de crucero y estilo propio de corredores aplicados. Y pensaba que seguramente cuando uno corre también es integrado en alguno de estos tres grandes grupos o algunos más que pudieran estar a mitad de camino de éstos.
Así que vuelves y sabes que tienes que comenzar a correr. Conectas el ordenador y lees los correos, que en buen número se habrán acumulado en tu bandeja de entrada. Compruebas los correspondientes a este blog y observas que no son muchos, pero elocuentes. Mario me viene a decir que va a dar más de sí mismo en la Media de Granada, por lo que sé que se esforzará en este mes y pico que nos queda por las calles y parques de Madrid. Jesús Lens, que ha corrido con mucho mérito la Media de Motril me comunica que me cita en su afamada columna -cuya lectura aconsejo pinchando aquí- de los viernes en el periódico Ideal, lugar donde compartimos en ocasiones afición a la literatura con nuestras respectivas columnas. Y curiosamente alguna de las indicaciones que le ofrecí antes de la carrera decía: "En la carrera de Motril tienes que ir de menos a mal", errata de esta última palabra en la que no reparé, escribiendo mal por más (¿ pero no ocurrirá a veces que las erratas no son más que un trasunto de nuestro propio inconsciente?), de manera que con su ágil y elegante pluma utiliza esa errata de manera proverbial hasta el punto que un sentido mucho más que sensato, ya que es bastante lo que se sufre en esta prueba. Así que leo su columna, como hago casi siempre que el tiempo no me asfixia, y observo que elabora todo un sabroso fresco de la prueba y su experiencia, exagerando incluso cuando me tilda de "gran corredor y articulista", si bien admito que ambas cosas las intento cultivar lo mejor posible, pero no siempre con satisfacción plena. Por tanto, todos esos elementos hacen que se vaya entrando en calor, tanto en el día a día como en nuestro mundo de corredores populares esforzados. Es decir, aquí estamos de nuevo.
11 comentarios:
Querido amigo, aunque tu correr y mo trotar difieren en unos dos minutos el kilómetro, me identifico plenamente con tu forma de ver la vida.
Cuando nos vamos de vacaciones, si queremos romper, hay que romper hasta con las aficiones: correr, escribir, postear...
Lo que pasa es que, después de perder cinco kilos desde el 20 Julio aquí, cerca de tres semanas de parón serán demoledoras. Quizá haga una excepción y busque tiempo para trotar por tierras mayas, así como en Apocalypto...
Un abrazo atlético y bienvenido.
Fdo.- Patón
yo me apunto al grupo de los globeros. ¿para que sirve la depilación realmente?
¡Mario, vamos a montar una Media Maratón granadina globero-bloguera!
Fdo.- Patón
PD.- Los que terminen antes, que vayan pidiendo las birras
Amigo Patón: Si corres en altura por las tierras de Apocalypto, vendrás aquí y volarás. Confío en que te dé tiempo para ponerte en forma el 21 de octubre.
Mario: supongo que la depilación es más estética que otra cosa y eso por sí sólo no va a conseguir correr más rápido o mejor, pero en parícular para mí es cómodo y como si te sintieras más ligero, no sé....
José Antonio habrás disfrutado con ese parón yo diría que obligatorio, pues como dice Patón hay que romper con la rutina diaria y dedicarte a otras cosas. Es cierto que de ahora en adelante hay que volver a los entrenamientos, y esta vez con las pilas cargadas. Vienen muchas competiciones y en Febrero, aunque quedan seis meses, tenemos una cita en Sevilla. Un maratón muy llano para rebajar marca. Yo lo he terminado dos veces (3,33 y 3,15)y de veras que merece la pena.
Saludos y buenos entreno.
de los de los pedales varias explicaciones dan
- ante caidas, para que no se infecten las heridas
- para los masajes y sus cremas
- del aire se puede producir una carga de electricidad en los pelos de las piernas, llegando a producir calambres
Paco espero que también hayas cargado las pilas; de hecho, estoy meditando no ir ni a Guadix; luego viene una carrera en Almuñecar bastante agradable y nuestro plato fuerte granadino: la Media, que espero vengas. Estoy valorando seriamente ir a Sevilla. Saludos.
Yo creo Mario que esos apuntes que das sobre la depilación son más o menos igual en el correr. De hecho, noto como se le ilumina la cara al quiromasajista al que acudo de vez en cuando cuando voy depilado. Pendiente tenemos una salida por la Vega pinera.
Hombre, hay más grupos... pero su análisis es cercano. Por cierto, NO a la depilación del corredor dominguero!!
Claro que no Mondo, el corredor dominguero no debe depilarse hasta que esas piernas serranas se hagan corredoras. Saludos.
Soy Victor, otro corredor de nuestra admirada y bastante desconocida vega de Pinos Puente. nos conocimos este año.
Yo no puedo parar del todo mucho tiempo asi que cuando estoy saturado de correr me paso a alguna otra actividad. Si te pasa lo mismo prueba la bicicleta o natación. Un saludo
Victor qué tal? Sí es una buena idea y lo hacéis bastantes runners, pero reconozco que aún no loe he hecho. Práctiqué mucho ciclismo y me apetece volver a hacerlo. Saludos.
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