Traigo aquí este logotipo de uno de los tres periódicos que se publican en Granada en papel para hacer mención de una amplia carta que envié acerca del Gran Premio de Fondo de Diputación, en concreto a los formidables desajustes de las dos últimas carreras, algo que como sabéis quienes seguís esta bitácora he denunciado aquí.
Resulta que, normalmente, los medios de comunicación suelen limitar el número de líneas en las cartas al director, asimismo como reservarse el publicarlas, no publicarlas, extractarlas o no extractarlas. La idea es enviar la misma misiva a las tres cabeceras de Granada (Ideal, GranadaHoy y la Opinión), pero los dos primeros - en Ideal es donde suelo colaborar como articulista -, son muy estrictos a cuanto a amplitud de la carta, por lo que tendré que resumirla. No obstante, como digo, la Opinión de Granada, la ha publicado este viernes, 3 de agosto, tal y como la envíe, dándose la circunstancia que dada su amplitud es la única carta que publica. No obstante, como soy consciente que muchos no leéis este periódico, bien porque es bastante nuevo en estos lares, o bien porque no os llega, os dejo la carta totalmente íntegra porque en las otras dos cabeceras, de publicarse se hará mucho más extractada.
No suelo andarme por las ramas cuando se trata de denunciar algo, sea políticamente correcto o no, sobre todo si es algo que considero justo denunciar y, estaréis conmigo, que las dos últimas carreras nos han tratado como verdaderos donnadies. La crítica no persigue otra cosa que hacer mejorar lo que funciona mal, precisamente porque soy de los que piensan que nuestro Circuito de Diputación es un privilegio que no debería menoscabarse ni sucumbir a los despropósitos puntuales que se producen en algunas carreras.

Os dejo el texto enviado a los medios:

XX GRAN PREMIO DE FONDO DE DIPUTACIÓN DE GRANADA

No mucha gente lo sabe, pero cada dos o tres semanas, entre los meses de febrero a finales de octubre o principios de noviembre –excepto agosto-, un nutrido grupo de más de cuatrocientos corredores y corredoras de media, venidos desde distintos puntos de la provincia de Granada, pero también de Málaga, de Almería, de Jaén y otros lugares de Andalucía, nos vestimos de corto y trotamos por distintos pueblos de la provincia. Se trata del popular Gran Premio de fondo de Diputación de Granada que lleva ya 20 ediciones.

Los corredores que participamos en estas carreras lo hacemos por el placer de practicar nuestro deporte favorito y comprobar cómo se dispara la euforia y las endorfinas al vernos correr todos contra todos, pero que en realidad corremos para nosotros mismos. De hecho, la mayoría solo buscamos mejorar personalmente, al tiempo que procuramos mantenernos en forma.

Como decía, mucha gente no lo sabe, pero un domingo al año tomamos las despobladas calles de cada uno de los quince municipios que conforman el circuito, rompiendo el plácido letargo dominical y corremos de entre 10 y 21 kilómetros, dependiendo de que tipo de prueba esté programada. Y he de decir que la idea de que exista este circuito fue muy bien concebida y sigue siendo loable que se mantenga. Por tanto, agradecer a autoridades y trabajadores del área de deportes de Diputación y las respectivas áreas de deportes de los municipios porque esa iniciativa se repita cada año, a pesar de la inexplicada baja de la Media Maratón de Granada que era la carrera estrella.

Sin embargo, dicho esto a tipo de introducción, como en todo, existen algunos puntos negros. Los últimos han sido vividos en las dos últimas carreras: la prueba de fondo de la Mancomunidad de Municipios del Río Dílar y la prueba de fondo de Las Gabias.

En la primera existió un despropósito descomunal relacionado con el tráfico de vehículos, principalmente en el trayecto entre Otura y Dílar, y particularmente al paso por la primera población. Este despropósito pudo costar algún que otro accidente a los más de cuatrocientos corredores, los cuales tuvimos que ir sorteando coches a nuestro paso, cuando lo correcto y obligado es cortar totalmente el tráfico al paso de los atletas, tal y como hacen perfectamente la mayoría de los municipios, siendo muy destacable el corte de la carretera en la prueba transcurrida entre Órgiva y Lanjarón –ida y vuelta- en el mes de junio. Pero en Otura no ocurrió nada de eso. De hecho, resultaba increíble presenciar cómo los coches venían en sentido contrario y por detrás de los corredores, demostrándose en algunos casos cuan alejados están algunos conductores de la práctica deportiva.

El segundo jarro de agua fría fue el pasado sábado, 28 de julio en Las Gabías. Por lo que me comentó un responsable de Diputación, los municipios han de cobrar una cantidad –que suele ser pírrica- para correr, algo sorprendente si de lo que se trata es de fomentar un deporte popular poco practicado. Sin embargo, la mayoría de los pueblos –hay que decirlo- no suelen cobrar, pero Las Gabías, que se encontraba en fiestas, sí optó por hacerlo. La línea divisoria entre poder correr y no poder correr eran 2 €, dándose la circunstancia que muchos corredores no habituales en el circuito estaban en la cola de inscripción, vestidos de corto, y por tanto, de esa guisa sin dinero alguno, tal y como ocurrió con dos amigos míos que no son corredores habituales del Gran Premio. Y créanme si les cuento que fue lamentable la situación de ida y venida de corredores a sus coches a por la calderilla para poder correr 10 kilómetros, por el gusto de hacerlo, a 36 grados de temperatura. Otros sin embargo no pudieron correr por tener los coches más lejos y ya no hubo tiempo para la inscripción. Sin embargo, el aldabonazo final vino de la mano, igualmente, de la organización. Resulta que en todas las pruebas se entrega una camiseta conmemorativa que suele hacer ilusión sobre todo al corredor primerizo. Pero no, en Las Gabias hubo prisa por cobrar esa ridícula cantidad pero no la hubo para entregar la camiseta, ya que no existió, sencillamente. A esto hay que sumar despropósitos como no señalar los puntos kilómetros -algo que es muy útil para la dosificación de los que corremos-, entre otros detalles.

Efectivamente, insisto que el Gran Premio de Fondo es una excelente idea y pocas provincias lo tienen, pero siguiendo en esa línea fenece.

JOSE ANTONIO FLORES VERA

Lic. federativa GR-1928