Como ayer comentaba, era muy probable que esta mañana, en la que los cementerios se engalanan, llevara a cabo una sesión de entrenamiento matutina con Mario por la Vega de Pinos Puente, que se encontraba plácida, alegre y adquiriendo ya un aspecto de frío invierno, aderezado por tenues rayos de sol que parecen danzar iniciáticos ante un nuevo juego de seducción, que ya se extenderán hasta finales de febrero o quizá de marzo. Un juego de seducción que provocan en la persona que observa una fascinación sin límites, sobre todo cuando en los días de intenso frío y luz aciaga, las tardes o las mañanas de la Vega parezcan llenarse de vida al tiempo que la tierra, los árboles y las acequias se confunden con el frío. Y todo esa metamorfosis es lo más fascinante de la Vega: bella en invierno y bella en verano.
Y por esos caminos, en dirección a Fuente Vaqueros, nos dirigíamos a ritmo alegre pero tranquilo, conocedores que serían más de 12 los kilómetros a realizar, hablando plácidamente. Pero a pesar de lo bucólico de la descripción no ha sido mi mejor día de entrenamiento; o al menos, no lo ha sido en el último kilómetros. Tras varios días de excesos y desajustes gastronómicos, poco descanso y pocas horas de suelo, en la "Joya del Renacimiento andaluz", el cuerpo se resiente. Son pocos los días pero siempre se notan en la frágil cautela del corredor. Además, un desayuno copioso -nunca aprenderemos- y sin tiempo suficiente de digestión ha hecho el resto, algo que comprendí cuando subiendo la única dificultad a menos de un kilómetro de la llegada, Mario, que como buen ciclista sube muy bien las cuestas, aumentó el ritmo, al tiempo que yo comprobaba que mis piernas no iban y que mi estómago despedía el oxígeno respirado, pareciendo detenerse éste en una especie de nudo a la altura de la boca del mismo, obligándome a una respiración excesiva y a una ostensible bajada de ritmo. Y mientras comprobaba que mi compañero de entrenamiento se alejaba fácilmente, comprendí que ese kilómetro último tendría que hacerlo como pudiera y no como quisiera. Al llegar poco faltó para evacuar lo comido, dando gracias que ese malestar no hubiera ocurrido a mitad de recorrido. En fin, es algo que forma parte de nuestro día a día. Por tanto, como bien aconsejó Mario, si no hay tiempo para digerir lo comido, mejor no comer. Y así será en lo sucesivo.
UN HECHO LUCTUOSO
con la nota necrológica, por lo que no tengo duda que se trata de la misma persona, pero no conozco la causa de su fallecimiento, aunque ha debido ser algo trágico, toda vez que su última carrera fue hace un mes Y ahora hablaré de algo que me ha sorprendido tristemente, sin que tenga datos suficientes para afirmarlo, aunque estoy convencido que estoy en lo cierto. Me explico. Esta mañana ojeando Ideal, encontré una esquela necrológica anunciando la muerte de Juan José Flores Maza e inmediatamente me quedé pensativo: esos apellidos me eran muy familiares. La esquela anunciaba que había fallecido a los 37 años y que trabajaba en un organismo dedicado al empleo, tal y como evidenciaba esa esquela ofrecida por sus compañeros de trabajo. Inmediatamente busqué en las clasificaciones del Gran Premio de Fondo y comprendí que estaba en lo cierto. Se trata de un corredor habitual, cuyo nombre me sonaba, tal vez, por la coincidencia del primer apellido. Además, sus tiempos eran muy similares a los míos, hasta el punto, que relacioné su nombre con su aspecto, dado que en algunas carreras habíamos llegado en tiempos similares. Recordé que la última prueba en la que le vi fue en la dura carrera de Órgiva, y me sorprendió verlo andando antes de llegar a Lanjarón. También corrió en Motril, pero no le vi, aunque su tiempo y el mío fue muy similar, y he descubierto también, consultando las clasificaciones, que corrió en Guadix, si bien en esa carrera no participé, donde me sorprendió su excesivo tiempo, de más de 2 horas. He comprobado su edad y su nombre, y ambas cosas coinciden. Si algún lector de este blog conoce algo de este asunto, nos sería de mucha utilidad que nos diera más noticias. No obstante, mañana intentaré buscar más información sobre este hecho luctuoso, pareciéndome sensato que en la carrera de Santa Fé se dispusiera de un crespón negreo en las camisetas, algo que estoy valorando solicitar al equipo de deportes de Diputación. Si los datos que he contrastado son ciertos, sólo decir que lo lamento mucho, aunque jamás he mantenido una conversación con este corredor, y desearlr un descanso en paz.
Y por esos caminos, en dirección a Fuente Vaqueros, nos dirigíamos a ritmo alegre pero tranquilo, conocedores que serían más de 12 los kilómetros a realizar, hablando plácidamente. Pero a pesar de lo bucólico de la descripción no ha sido mi mejor día de entrenamiento; o al menos, no lo ha sido en el último kilómetros. Tras varios días de excesos y desajustes gastronómicos, poco descanso y pocas horas de suelo, en la "Joya del Renacimiento andaluz", el cuerpo se resiente. Son pocos los días pero siempre se notan en la frágil cautela del corredor. Además, un desayuno copioso -nunca aprenderemos- y sin tiempo suficiente de digestión ha hecho el resto, algo que comprendí cuando subiendo la única dificultad a menos de un kilómetro de la llegada, Mario, que como buen ciclista sube muy bien las cuestas, aumentó el ritmo, al tiempo que yo comprobaba que mis piernas no iban y que mi estómago despedía el oxígeno respirado, pareciendo detenerse éste en una especie de nudo a la altura de la boca del mismo, obligándome a una respiración excesiva y a una ostensible bajada de ritmo. Y mientras comprobaba que mi compañero de entrenamiento se alejaba fácilmente, comprendí que ese kilómetro último tendría que hacerlo como pudiera y no como quisiera. Al llegar poco faltó para evacuar lo comido, dando gracias que ese malestar no hubiera ocurrido a mitad de recorrido. En fin, es algo que forma parte de nuestro día a día. Por tanto, como bien aconsejó Mario, si no hay tiempo para digerir lo comido, mejor no comer. Y así será en lo sucesivo.
UN HECHO LUCTUOSO
con la nota necrológica, por lo que no tengo duda que se trata de la misma persona, pero no conozco la causa de su fallecimiento, aunque ha debido ser algo trágico, toda vez que su última carrera fue hace un mes Y ahora hablaré de algo que me ha sorprendido tristemente, sin que tenga datos suficientes para afirmarlo, aunque estoy convencido que estoy en lo cierto. Me explico. Esta mañana ojeando Ideal, encontré una esquela necrológica anunciando la muerte de Juan José Flores Maza e inmediatamente me quedé pensativo: esos apellidos me eran muy familiares. La esquela anunciaba que había fallecido a los 37 años y que trabajaba en un organismo dedicado al empleo, tal y como evidenciaba esa esquela ofrecida por sus compañeros de trabajo. Inmediatamente busqué en las clasificaciones del Gran Premio de Fondo y comprendí que estaba en lo cierto. Se trata de un corredor habitual, cuyo nombre me sonaba, tal vez, por la coincidencia del primer apellido. Además, sus tiempos eran muy similares a los míos, hasta el punto, que relacioné su nombre con su aspecto, dado que en algunas carreras habíamos llegado en tiempos similares. Recordé que la última prueba en la que le vi fue en la dura carrera de Órgiva, y me sorprendió verlo andando antes de llegar a Lanjarón. También corrió en Motril, pero no le vi, aunque su tiempo y el mío fue muy similar, y he descubierto también, consultando las clasificaciones, que corrió en Guadix, si bien en esa carrera no participé, donde me sorprendió su excesivo tiempo, de más de 2 horas. He comprobado su edad y su nombre, y ambas cosas coinciden. Si algún lector de este blog conoce algo de este asunto, nos sería de mucha utilidad que nos diera más noticias. No obstante, mañana intentaré buscar más información sobre este hecho luctuoso, pareciéndome sensato que en la carrera de Santa Fé se dispusiera de un crespón negreo en las camisetas, algo que estoy valorando solicitar al equipo de deportes de Diputación. Si los datos que he contrastado son ciertos, sólo decir que lo lamento mucho, aunque jamás he mantenido una conversación con este corredor, y desearlr un descanso en paz.
6 comentarios:
Quizá sea por la coincidencia en edad... estas noticias te dejan machacado.
Muy buena iniciativa, querido amigo. Te honra.
Patón de luto.
Es increíble las malas pasadas que suele darnos la vida, son noticias que te deja el cuerpo helado.
Yo suelo correr si desayunar, tan solo me bebo un café solo. Me va estupendamente, ni flato ni nada por el estilo. Cuando termino si me tomo mi bocata con una cerveza o coca-cola y un yogur. Un saludo
Noticias como esta te dejan helado, impotente... apoyo esa iniciativa, en Santa Fe todos con crespón negro, en caso de confirmarse la noticia. No le conocia personalmente (o eso quiero creer) somos muchos los que nos cruzamos comentarios durante la carrera y no llegamos a conocernos, pero ante todo hemos sido compañeros de duras batallas, y en esta nos va a faltar uno. Además del crespón un minuto de silencio.
Un trotanoches
He estado esta mañana haciendo varias gestiones para esclarecer la confirmación de la noticia. He llamado a Deportes de Diputación, pero no se encontraba ningún responsable del Circuito, tal vez por el puente. No obstante, me han comentado que ha llamado alguna persona indicando la muerte de este corredor. También he llamado a su antiguo centro de trabajo y no conocían el suceso. A su centro actual llamé, pero no contestó nadie (el centro de trabajo actual lo conocí porque sus compeñeros de trabajo le habían dedicado la esquela necrológica). Finalmente he hablado con Lourdes, responsable de la carrera en el Ayto. de Santa Fé y me ha indicado que buscaría el teléfono haber si podía contactar con algún familiar, pero aún no he recibido la llamada que indiqué me hicieran. No obstante, Lourdes me ha comentado la idea de guardar un minuto de silencio en la entrega de trofeos en Santa Fé, y como alguno habéis indicado sería sensato hacerse de un crespón para anudar a la camiseta o al brazo. Seguimos sin tener la confirmación oficial pero, en mi opinión no ha duda de que se trata del fallecimiento de este compañero del Circuito de fondo. A ver si alguien aporta alguna información esta tarde.
Apoyo 100% la inicativa si hay que llevar algo pa Santa Fe se organiza rápido. Juan Francisco
Me parece buen ejercicio de recuerdo el portar crespón negro en la carrera. Los que no competimos, disfrutaremos cada zancada, cada jadeo extenuante y cada gota de sudor por aquellos que ya no nos acompañan y que como nosotros vivían con la ilusión de quemar día a día las "zapas"
Vaya un recuerdo en su memoria
Saludos
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