martes, 26 de junio de 2007

BAUTISMO DE FUEGO

El cansancio que ayer experimentaba en ambas piernas hoy ha remitido, por lo que pocas cosas impedirán planificar la semana en torno a las cuatro salidas y alrededor de los 45 kilómetros, que me permitan ir acumulando poco a poco los hasta ahora apenas 40 kilómetros que llevo realizando semanalmente huérfanos, además, de entrenamiento de calidad -algo habitual en este corredor-, excepción hecha de algún cambio de ritmo sin demasiada consistencia. Si el viernes completé 15 kilómetros a un ritmo cómodo de 4,50, el sábado completaba diez con algún intervalo, sintiendo buena respuesta en las piernas. Así que el domingo reduciría algo esa distancia, dejándola en nueve kilómetros por la ruta que podéis comprobar, siendo visible la introducción en terreno agreste a medida que se aleja el camino de Pinos Puente (pinchando se amplía la imagen). Pero no nos engañemos: no es una ruta que sirva para la relajación de las piernas, ya que el trazado entre Pinos Puente y Caparacena es duro, compuesto de varios trazos rompepiernas y una espeluznante subida en el último kilómetro del trayecto.
Denominaba al título de este post "bautismo de fuego" y tiene una explicación de consumo interior que contaré: a eso de las dos de la tarde llamó Emilio y con ánimo resoluto me soltó: ¿Corremos luego? Sí, le contesto, tengo que correr esta tarde, ¿Dónde vamos? ¿Las alamedas de Santa y luego nos tomamos unas birras? ¿La Vega de Pinos y también? ¿ O vamos a Caparacena y corremos de veras y....también? Dicho y hecho: Caparacena. Y efectivamente, para Emilio fue un bautismo de fuego, ese que hemos tenido todos en alguna ocasión cuando estábamos convirtiéndonos en corredores. Llamé a Paco pero éste ya había hecho más de 15 kilómetros por la mañana, así que comenzamos a correr a las 8 de la tarde, aún con un calor apreciable en estos lares. ¿Pero cómo fue ese bautismo para mi amigo, incipiente corredor? Hay que decir que fenomenal. Como deportista vocacional que es sé que puso toda la carne en el asador y realizó esos duros y calurosos kilómetros a un ritmo extenuante pero que le ayudará a crecer como corredor ya que su condición física y mental las tiene de su lado. Fue precisamente cuando subíamos por la dura rampa cuando apareció Paco -y Paco Jr.- en moto, pudiendo comprobar que a pesar del sufrimiento, allí se estaba forjando un corredor. Cuando llegamos, curiosamente, Emilio me preguntó que cuando podríamos ir a comprar unos pantalones de competición, demostrándose que ya se va enganchando a este noble deporte.
Y al ver a Emilio correr con arrojo, pensé que todos, en alguna ocasión, hemos tenido un bautismo de fuego en esto del correr. Un día en el que algo nos ha indicado que ya estamos en la senda del corredor. Exactamente no sé en qué momento llegó ese bautismo para mí, pero probablemente fue aquel sábado que decidí emular la distancia del medio maratón y me lancé una mañana de sábado a hacer 21 kilómetros por los mismos lugares de la Vega en los que apenas había corrido más de 12. Cuando llegué al final no podía dar un paso y veía muy improbable que pudiera correr la Media Maratón de Granada de 2005 dos semanas después, pero llegó ese día y la corrí y, posteriormente, llegaron muchas otras. Esa es la grandeza de este deporte donde tú mismo eres tu más acérrimo rival al mismo tiempo que tu más entusiasta seguidor.
¿ Pero cuando percibistéis vosotros, amigos-as corredores, que llegó ese bautismo de fuego, ese día en el que sientes que ya estás en la senda del corredor?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo habitualmente tenía un recorrido desde casa hasta el Campus de la Salud y vuelta en el que hacía 9,5km, siempre el mismo recorrido y un afan por bajar de los 50 minutos. Hace un año un compañero me dijo que entrenar menos de una hora no era un entrenamiento de fondo así que cambie al recorrido que siempre mencionabas de la fuente de la bicha hasta avestruces y vuelta.
Desde ahí creo que mis recorridos de fondo son mas amenos y de mas calidad y me ayudan a mejorar en las medias.
En breve pienso incrementar esa distancia hasta Pinos Genil Ida +vuelta. Aprox.18 km, eso será cuando mentalmente y fisicamente este preparado para afrontar la maraton.
Por cierto llevo 5 semanas sin fumar nada (ya era hora del cambio).
Saludos a tí y a todos tus lectores.
PD: Para los que se van de vacaciones que no bajen el ritmo.

Paco Montoro dijo...

Mi bautismo de fuego en esto del correr, fue el 28 de agosto del 96, una tarde calurosa en El morro de levante de Málaga, había releído mi viejo libro Correr para vivir mejor, edición del 80 pues en aquellos años hice mis pinitos unos meses, pero que no cuajaron. Llevaba un año sin fumar, cogí un montón de kilos que luego rebaje por mi cuenta y me dije ¿porque no correr?.
Con unas pésimas zapatillas de 1.500pts, unas bermudas y una camiseta verde hice mis primeros 20 minutos, acabé ahogado, rojo como un tomate y me entusiasmo tanto aquellos 20 minutos que al día siguiente, y al otro y así hasta la fecha. Ahora me es imposible vivir sin correr, y lo digo de veras es mi hora sagrada durante el día, una hora inmaculada para mí, hay rachas, como ahora, en que no doy la talla en mis tiempos, pero eso no me preocupa con exceso, se que mas adelante me aproximaré a mis mejores tiempos, todo es cuestión de paciencia. Saludos

Mario dijo...

a ver cuando vemos al Emilio dando zancadas por ahi y saludamos, otro pinero más

José Antonio Flores Vera dijo...

Ángel Luis: Totalmente de acuerdo: no se mejora el fondo si no se recorre más de una hora, al menos dos veces por semana; como tampoco se mejoran los tiempos sin entrenamiento de calidad. ¿ Cómo va tu recuperación ? A ver si con suerte estás a punto para las importantes citas del otoño. Espero que sí. Y por supuesto nada de tabaco algo que extiendo a tu compañero Alejandro. Saludos y feliz recuperación.

Paco: Comprendo aquellas sensaciones que tuvíste en el 96. Comparas como estabas e aquel momento -sobrepeso, fumaador- con ahora y te satisface tanto el cambio que para nada quieres volver atrás. Pronto nos llegara esa mejora pos maratoniana.

Mario: Ya conoces a Emilio y sabes de su inclinación para el deporte. La verdad es que lo veo cada vez más enganchado al correr, a ver si debuta pronto. Pero sí, apunta maneras.