domingo, 3 de junio de 2007

XIX PRUEBA DE FONDO DE ÓRGIVA (3/06/2007)

Las poblaciones que abren la entrada a las Alpujarras granadinas han sido las protagonistas de esta prueba meridional del Circuito de Fondo de la Diputación de Granada. Estas poblaciones son Órgiva, un pueblo en torno a los 5.000 habitantes -uno de las más poblados de la comarca granadina- y Lanjarón, que necesita poca presentación; famosa por su agua y que cuenta con uos 3.500 habitantes.
Particularmente, era la primera vez que corría esta prueba, toda vez que el año anterior -mi debút en este mundo-, me encontraba recuperándome de una operación de varices; así que no podía faltar a la cita, a pesar de que este corredor no atraviesa su mejor momento. Sin embargo, las buenas sensaciones de los últimos entrenamientos, más el descanso tras MAPOMA, me convencieron para asistir a esta prueba, a pesar que descarté correr aquí, tras las malas sensaciones al terminar la prueba anterior, la del Esparrago. Ahora bien, debía de ir a buscar buenas sensaciones y a hacer la carrera lo más cómodamente posible. En definitiva: a disfrutar del correr por el correr. Y así fue. Fiel al planteamiento inicial, desde el primer momento asumí la mentalización de correr cómodo y con el menor esfuerzo posible. Y de esa guisa me dirigí libre y sin onerosidades algunas a la población alpujarreña a eso de las 9 y 15 minutos de una soleada -y ya casi calurosa- mañana de domingo.
Desde Lanjarón a Órgiva hay una sinuosa carretera comarcal de 9 kilómetros, cargada de curvas y continuas bajadas, así que intenté concentrarme en cada bajada que hacía con el coche e intentar visualizar cómo sería la subida, minutos más tarde, si bien en esta ocasión a pie. Definitivamente: las rampas son tremendas, algo que pudimos comprobar los corredores poco después. No es fácil comprender el por qué Lanjarón está más alto que Órgiva, toda vez que a medida que nos adentramos en Las Alpujarras, hasta culminar en Trévelez, como paradigma de altura, lo lógico es ir subiendo cada vez más. Esa duda se despeja fácilmente, cuando comprobamos que la "puerta" alta a Las Alpujarras se encuentra justo a la entrada de Órgiva, en dirección Pampaneira y Capileira y Trévelez, situándose Órgiva a ras de río, que continuará sus pasos por la Contraviesa Media y Baja hasta la Costa Granadina. Así que la subida es tremenda hasta Lanjarón. Por lo tanto, un duro test se presentaba para nuestras piernas.
Sabedor de la problemática de estas poblaciones, encaladas en la sierra, para aparcar el coche, no dudé en dejarlo en los primeros huecos que encontré a la llegada de la población. El ambiente, que duda cabe, era el propio de una carrera del Circuito. Junto a los más madrugadores del lugar se entremezclaba una pléyade de corredores ataviados -como es costumbre- con los colores más diversos. Todo indicaba que la prueba no tardaría demasiado en comenzar. Tenía pendiente de recoger el chips y sabía que encontraría a conocidos por el camino. Justo a mi lado aparcó Luis, compañero del nuestro Club Esquí Caja Rural y antes de llegar a la zona de recogida, encontré a Rafa Botello, indignado por el puente que ha llevado a cabo el Ayuntamiento de Granada, justo por la zona de mayor confluencia de corredores granadinos: El camino de la Fuente de la Bicha, lugar por el que él suele entrenar y por el que yo entrenaba cuando habitaba por la zona. Pronto encontré también al reencontrado Eduardo, administrador del blog "Un Padre que corre", que tras muchas vicisitudes se "reincorpora" al Circuito.
Ya dispuesto con el chip en la zapatilla, en breve se lanza la salida llegándose a los pocos metros a la zona de subida, que será ya continuada durante unos 4 kilómetros y algo, sin que deje de existir hasta la llegada hasta Lanjarón, si bien de manera más irregular.
Subiendo me encontraba bastante cómodo, ya que la media kilométrica era algo superior a 5 minutos el kilómetro. Sin embargo, era tan clara mi disposición a ser comedido y a correr cómodo que no me preocupó en ningún momento el ritmo sino las sensaciones. Y éstas eran excelentes, y lo fueron a lo largo de toda la subida hasta la población de Lanjarón: sólo tiraría en la medida que existiera total armonía entre piernas, respiración y mente. Cuando se diera esa rara armonía no tendría problemas en avanzar; de lo contrario me quedaría durmiendo esa especie de "sueño de los justos". A ese discreto ritmo fue evolucionando la subida, rodeados de un exquisito paisaje que Mario iba relatando, dado su conocimiento de la zona por sus rutas ciclistas. Hubo un momento que señaló a la izquierda y dijo: "mira, se ve la Costa"; y efectivamente, en las zonas más altas, ya cerca de Lanjarón, entre las montañas que conforman el sistema montañoso de Sierra Nevada, se podía vislumbrar, tenue y cargada de luz, la Costa granadina. Ni que decir tiene que toda esa recreación sobre la naturaleza fue posible gracias a la comodidad del ritmo impuesto.
Sobre un kilómetro y medio antes de entrar en Lanjarón ya nos cruzamos con los primeros corredores que vuelven desde aquella población. Entre el grupo de los 15 o 20 primeros saludo a Jose que va como un bólido, tal y como luego le dije cuando hablé con él por teléfono. Al poco tiempo ya vislumbramos las primeras casas de la "ciudad del agua". Lo peor ya estaba casi culminado.
Llegados a Lanjarón, una rotonda de la parte céntrica del pueblo sirve como referencia para la vuelta de nuevo a Órgiva. Sabía que habría que bajar todo lo subido, pero me impresionó sobremanera la espectacular bajada, en los últimos seis kilómetros, hasta el punto de sentir cierto escalofrío al pensar que minutos antes mis castigadas piernas habían subido por estas rampas dantescas.
La bajada siempre se agradece, pero no en esta carrera. Resulta que esa pronunciada y continua bajada es altamente agresiva para las articulaciones, ya que te "obligas" a ir a un ritmo alto debido al desnivel del terreno y la exigencia muscular y aeróbica es enorme. Por tanto, no es difícil contemplar cómo a algunos corredores se les cargan los extensores y les molestan las rodillas ante tanta bajada y tan rápida. Particularmente siento alguna molestia en la ingle izquierda pero no denota importancia, así que intento bajar rápido si bien, en la linea en que me he planificado toda la carrera, bastante conservador.
En la bajada, a falta de unos seis kilómetros para el final, compruebo cómo van avanzando los kilómetros. Me uno a un grupo y avanzo con ellos durante un tiempo. Voy a un ritmo cómodo y abrazo la posibilidad de circular con ellos durante el mayor tiempo posible; no obstante, observo que el grupo se va deshaciendo poco a poco y mis piernas exigen algo más de ritmo en un falso llano, así que por un tiempo me quedo sólo haciendo una especie de acordeón entre el grupo que abandono y el que pretendo alcanzar, en el que se encuentra Mario. A los pocos minutos lo alcanzo y sigo con ellos algún tiempo, pero se ve que la vocación de los grupos es deshacerse y no optar por la continuidad, de manera que éste también se hace añicos y me quedo junto a unos cuantos corredores que van en la parte central del deshecho grupo. Todo ese mecanismo muy propio de las carreras culmina en un buen número de kilómetros recorridos. Mis sensaciones siguen siendo magníficas y el agua es entregada -como no podía ser menos en la zona en la que corremos- con generosidad en los frecuentes puestos de avituallamiento. El agua suministrada, lógicamente, es Lanjarón y normalmente se ofrece una botella más grande - me pareció de medio litro-, en lugar de la botella de 25 cc que se suele ofrecer en el resto de carreras, algo natural si consideramos que la planta embotelladora de Lanjarón se encuentra a menos de cinco kilómetros.
El descenso termina casi a la entrada de la población de Órgiva y ya faltarán apenas 500 metros para la llegada, comprobando incluso al final de la carrera que apenas me había fatigado tras 18 kilómetros de carrera, sin que eso me llevara a pensar que debiera haber sido más ambicioso. Hoy no tocaba serlo ya que como bien me comentaba Jose, es mejor acabar con buenas sensaciones y no forzar para no perder esas buenas sensaciones en otras carreras.
Finalmente la clasificación oficial me sitúa en un tiempo real de 1 hora, 28 minutos y 28 segundos, a una media de 4 minutos y 49 segundos, tiempo discreto pero que doy por buen empleado, sobre todo si consideramos que esta carrera estuvo a punto de salirse de mi agenda.
En cuanto a la organización he de comentar que me ha parecido magnífica, probablemente una de las mejores hasta ahora. El hecho de dejar todo el trayecto Órgiva-Lanjarón-Órgiva, libre de coches un domingo por la mañana, día de mucho tránsito turístico por la zona, denota una gran convicción de los organizadores, que ya anunciaban nada más penetrar en el cruce que conduce a Lanjarón, desde la autovía -cuando lo sea- a la Costa, que el acceso a Órgiva se haría por Velez Benaudalla. Por tanto, una sincera enhorabuena a los organizadores por esa "valentía". Además, se trata de una prueba en la que se sortean productos típicos de la zona (jamones, chorizo, vino, etc), sin que sea ápice para que la bolsa del corredor esté bien dotada de camiseta -que ya debería de ser técnica en todas las carreras-, isotónico, dulces rehabilitantes, agua y yogurt. En definitiva, excelente dedicación del área de deportes del Ayuntamiento.
Vimos y saludamos a muchos amigos, como es habitual. Además de los ya citados, compartimos charla con Eduardo, Jorge, Bernardo, Antonio, Alejandro, Manu, entre otros, pero lamentamos no poder contar con la presencia de Ángel Luis, lesionado recientemente y al que doy ánimos desde este lugar y espero que al menos la crónica le haya hecho "correr" esta prueba, aunque sea mínimamente.
En definitiva, acertada decisión la de correr esta prueba y de haberla corrido de acuerdo con lo planteado inicialmente: la búsqueda de buenas sensaciones.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por tus ánimos.
Por supuesto que me has hecho revivir la carrera y recordarme la que corrí el año anterior llegando en 1 hora y 44 minutos.
A mi me costó sobre todo el tramo final de bajada y sin embargo la subida no se me hizo tan tremenda.
Magnífica crónica.
Saludos a todos.

Paco Montoro dijo...

Has hecho un magnífico crono, nada de discreto. Al leer tus experiencias vivida ayer, se me han puesto los dientes largos y pienso que tendría que haber corrido esta bonita y gran prueba. Nunca he corrido en Órgiva, pero por tu artículo es una prueba que debería de tener en mi curriculum como corredor.
Ayer fue un día desastroso, aunque debo de admitir que corrí muy cómodamente a una media de 5,10 el km. Primero el circuito en San Pedro de Alcántara, en una zona media urbanizada y sin un solo árbol que diera algo de sombra. Luego habíamos unos 180 corredores, una organización muy mala y sin bolsa de corredor, tan solo una mísera camiseta de algodón.A la llegada un botellin de agua y una cocacola.
Yo lo tenía claro desde el principio, correr lo mas cómodo posible y en el km 15 me fuí al ritmo de 5 minutos, el ultimo km lo hice a 4,20. En total terminé la prueba en 1h49´47´´, contento por ser la media nº 31 en mi curriculum de corredor. Saludos

Anónimo dijo...

Hola José, revisa la foto de tu entrada en meta con el 260 (Manuel Arjona)en granadafotos.com
Por cierto, el tiempo conseguido creo que fue bastante bueno para el calor y la subida.
Saludos.

Anónimo dijo...

El del recordatorio sobre la foto era yo, se me fue el dedo. Foto por cierto muy heavy como la musica que escuchas en las carreras.
Bye

José Antonio Flores Vera dijo...

Ángel Luis: Me alegra haber contribuido a que disfrutes la carrera, al menos leyendo la crónica. Excelente tu tiempo del año anterior.
Gracías por informarme por la foto, no la había visto. Me veo con fuerza. Saludos.

Paco: Tal vez hubiera sido una buena opción haber corrido ayer en Órgiva. Verdaderamente me sorprende que Marbella no dedique más esfuerzo y medios a toda una media maratón. El próximo año no tendrás dudas a la hora de elegir, ya que esta carrera es realmente interesante.
Pero quedan muchas en el Circuito. Las próximas: Valle de Lecrín y Dílar. Ánimate, también son interesantes. Enhorabuena por tu enésima media maratón. Eso es lo importante.

Anónimo dijo...

Me gusta leerte los comentarios despues de una prueba, hacen que te hagas una idea muy acertada de como ha sido. Un saludo

José Antonio Flores Vera dijo...

Paco: Ese es el principal fin de esta página: transmitir lo que sentimos cuando corremos. Gracias por seguir este blog.

Mario dijo...

creo que hicimos muy buen tiempo, y unos muy buenos ultimos nueve o diez km (no se que pudimos hacer desde LAJARÓN a ÓRGIVA), quizás animados por cruzarnos con aquellos que vuelan más que corren, a pesar de que fue cuesta abajo, nos sobrepusimos a nuestro físico, que nos lleva a mas del 180 y a mas de los ochenta kilos... pero que tiene otras muchas ventajas.

José Antonio Flores Vera dijo...

No, pensándolo bien, no hicimos mal tiempo Mario, dadas las caracteristicas de la prueba, nuestro físico, etc. Hablaré sobre eso en el próximo post. Saludos festivos desde Granada.