miércoles, 18 de noviembre de 2009

AVANZANDO CADA DÍA



Los dioses me están siendo propicios.
Si viviera en tiempos del guerrero Aquiles, bien podría reconocer un pacto tácito con el dios Ares, por medio del cual mi compromiso de seguir derribando enemigos conllevaría una mejora considerable de esa parte vulnerable. Pero a día de hoy la solución tiene que ser otra. Que desde luego no conozco.
Haciendo abstracción de la literatura he de decir, clara y llanamente, que esa zona del pie que tan preocupado me ha tenido en los meses anteriores, está respondiendo perfectamente. Incluso, cuando supero la cifra de diez kilómetros.
Lógicamente, he hecho los deberes: reposo, vuelta a las plantillas expresamente diseñadas para mi pisada, especial cuidado de no calzar zapas desgastadas o maltrechas, abandonar -temporalmente, espero- las grandes cuestas, olvidarme de la calidad por el momento y estirar lo suficiente.
Muchos puntos a tener en cuenta, si bien no es difícil mantenerlos. De hecho, el estricto cumplimiento de todos estos puntos es lo que posibilitará mi permanencia en este deporte.
He ido dando los pasos precisos, sin aventurarme a incrementar de golpe el kilometraje, pero creo que estoy en disposición de poder participar el próximo domingo en la última, polémica y dura prueba del Circuito de Diputación de Granada: la prueba de La Amistad, que este año vendrá acompañada de numerosas rampas y un total de 15 kilómetros.
Allí estaré dispuesto a acabar la prueba al mismo ritmo que estoy entrenando actualmente, es decir, empleando una media de 5,05 5,10 el kilómetro. Además, la motivación de poder reencontrarme con la competición vendrá aderezada por la posibilidad de poder culminar las 10 pruebas mínimas necesarias para puntuar. De hecho, me gusta sobremanera acudir al acto de clausura y entrega de premios, ya que es una magnífica oportunidad de charlar con amigos y conocidos, algo que en las pruebas no siempre es factible.
Por tanto, nos veremos en Monachil, salvo catástrofe.

2 comentarios:

Paco Montoro dijo...

José Antonio, correr a veces es así de fácil. Solo debemos de no pasarnos de las normas establecidas. A veces, pecamos por excesos, el hombre es así por naturaleza y por ello vienen después los problemas mecánicos en forma de lesiones.
Ahora aprovecha e ir tan bien como vas, paso a paso y ya sabes corazón de piedra para esa carrera y respetar el ritmo estipulado.
Un abrazo

José Antonio Flores Vera dijo...

Paco, es estupendo comprobar que sales a correr tres o cuatro veces por semana y los problemas físicos no reaparecen. Para mí eso es más importante que competir, sin duda. El domingo -ya contaré- espero tomarlo como un entrenamiento, no estoy para más jeje. Saludos y ánimo en tu recuperación que ya estás viendo la luz al final del túnel.