miércoles, 16 de diciembre de 2009

ALGO MÁS FUERTE Y ALGO MÁS CONFIADO


Parte final de la ruta completada esta tarde

La tarde del miércoles, lluviosa y desangelada ha sido testigo de mi primer entrenamiento tras la Media Maratón del pasado domingo. Y para ello he elegido una ruta no demasiado fácil de 11 kms, como es la que transcurre entre el Pantano del Cubillas y Caparacena. La media kilométrica ha sido de cinco minutos el mil.
Con no mucho frío y algo de lluvia "gallega", he optado por la malla "pirata" Mizuno y me enfundado encima de la camiseta técnica Asics, el chubasquero técnico Joluvi que nos fue obsequiado el pasado 3 de diciembre en la clausura del Circuito de Diputación. También he preferido llevar los guantes técnicos Nike.
Correr esta tarde en esas condiciones atmosféricas y en la práctica soledad de la ruta, ha sido una gozada. El campo se encontraba limpido y relajado tras los muchos litros cúbicos que caídos horas antes a tenor de las huellas de los abundantes charcos en el asfalto.
Y me he encontrado fuerte por primera vez en mucho tiempo. Y esa fortaleza me ha tornado más confiado y con mejores propósitos atléticos para los próximos meses.
Soy consciente que tras la lesión ha sobrevenido el lógico abandono, incluso en las comidas y el leve aumento de peso. No ha sido algo excesivo, pero si cambiable.
Con la ilusión de la fortaleza de hoy, avalada por la satisfacción de haber acabado en buenas condiciones físicas la prueba del pasado domingo, me planteo mucho más en serio los siguientes entrenamientos y apuesto por más sacrificio y alguna calidad en las sesiones venideras.
Otra satisfacción más que me regala el correr.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya sabía yo que las aguas volverían a su cauce. A veces cuando nos lesionamos, es la desesperanza la que habla por nuestras vocas y nos volvemos un poco fatalistas. Ya no vuelvo a hacer esto y lo otro......... No hau esperanza para mí......

Pero en cuanto las endorfinas comienzan a hacer su labor, el mundo aparece de nuevo, la bruma se levanta y nos deja volver a ver el camino y con ello volver ilusionarnos.

Bueno parece que correr se parece al amor.

Un abrazo desde la Pérfida

Antonio dijo...

Eso voca ha sido un fallo garrafal, se me ha ido el dedo a la v.

Lo siento, duele hasta a la vista.

DelRoll dijo...

ale ai! mi padre tambien es corredor

José Antonio Flores Vera dijo...

Antonio, que no se ha notado ante la grandeza del comentario. Saludos

Artur, seguro que es buen padre entonces.

Jesús Lens dijo...

Endorfinas, endorfinas. Como dice Antonio, cuando hacen su trabajo, nos sentimos mejor que bien!

Me alegro un montón de este regreso a la plenitud atñetica.

José Antonio Flores Vera dijo...

Gracias Jesús, sí parece que estoy volviendo.

Gregorio Toribio Álvarez dijo...

Estás volviendo y yo creí que también iba a hacer lo propio pero aún no he arrancado. Cuando no es por h es por y. Pero vamos, tengo unas ganas...