miércoles, 19 de septiembre de 2007

REFLEXIONES DESDE LA INACTIVIDAD


Los seres humanos solemos ser contradictorios. Resulta que mientras llevamos a cabo una actividad, cualquier actividad que nos satisfaga, por lo general, esa actividad se lleva a cabo de una manera más o menos automática, sin que reparemos que hacemos eso precisamente porque nuestro libre albedrío lo ha decidido. Lógicamente en ese campo hay que excepctúar el trabajo, siempre que éste no se lleve a cabo de una forma vocacional. Soy funcionario y creo - que nadie se alarme - que lo soy por vocación, porque siempre me he inclinado hacia la cosa pública (res pública que dirían los juristas romanos). De hecho, muchas de las actividades que he llevado a cabo casi siempre han tenido una vertiente pública. Pero, en fin, por vocacional que sea el trabajo siempre es trabajo, ya se sabe. Sin embargo, lo que decide ese libre albedrío suele estar en la órbita de a qué dedicar nuestro tiempo libre. Y en ese siempre he procurado tenerlo claro; o al menos, no tener excesivas dudas al respecto. La lectura, la creación literaria, el cine, cierta música, el deporte en general, y particularmente en una época el fútbol; en otra el ciclismo y ahora correr. Pero siempre he intentado disfrutar al mismo tiempo que competir, algo que he hecho en las tres disciplinas, si bien nunca como una propuesta profesional, ni tan siquiera amateur, y mucho menos ahora, porque para mí correr significar pasarlo bien, mantenerme y bien y llevar a cabo una actividad original y, desde mi punto de vista, repleta de virtudes y experiencias.
Pero, como decía, curiosamente en estas cosas piensas cuando no llevas a cabo la actividad. Por ejemplo, mientras estás inmerso en la preparación de una prueba como el maratón no sueles pensar que eso lo haces porque disfrutas, es más, nadie de los que te rodean consideraría que estás en sano juicio si afirmas que haces en torno 30 kilómetros cada sábado o domingo porque disfrutas. No. Sabes que disfrutas a tu modo, pero eso no puedes trasladarlo al común de los mortales, que por lo general no suelen correr maratones. Pero luego acaba la prueba y reflexionas sobre esas largas tiradas, esas series que de vez en cuando haces y te dices: sí, he disfrutado.
Además ocurre que el mejor antídoto para saber si tu ánimo, tu afición o tu predisposición está plenamente convencida de que llevas a cabo una actividad a lo largo de todo el año, ya llueva, nieve, haga frío o calor, es precisamente dándose estos descansos - que tampoco deben ser excesivos - para poder recuperar no sólo piernas -como decía Víctor o Paco Montoro- sino para poder recomponer en tu mente y en tu ánimo la idea que siempre te mueve, que no es otra que: me gusta correr.

6 comentarios:

Mario dijo...

eso es, "pasarlo bien", bien sea corriendo una hora (que decir de 42 km) subir al Veleta dando pedales o hacerte un desnivel de 2000 metros andando (deberías probarlo José Antonio), siempre con la recompesa de que te espera, una cerveza fresquita... menos en la gabias que le vamos hacer, otra vez será Emilio

Paco Montoro dijo...

Dice el fallecido Doctor George Sheehan en su libro Porque y como correr, que un corredor debe de tener las muñecas estrechas, y por lo que veo en tu foto, si ese eres tu, eres de complexión delgada, algo que todo corredor buscamos.
También Tony Lastra dice que no le digas nunca a un corredor que está gordito, pues te puedes crear un nuevo enemigo.
Te noto con las pilas cargadas para esta temporada que empieza ya, una temporada cargada de emociones. no solo en las competiciones, sino también en el correr día a día, como tu bien dices se corre para disfrutar. Saludos.

José Antonio Flores Vera dijo...

Mario, eso de andar en un desnivel de 2000 metros suena bien y bien vendría para fortalecer piernas. Algún día quedaremos para eso. Emilio ahora no puede entrenar y lo tiene crudo para correr, pero correrá en Santa fé el 4 de noviembre, donde espero que allí si entregen camiseta. El pobre..
Paco: Sí el de esa rara foto en un ascensor soy yo, pero no creas que esa ha sido siempre mi complexión, eso lo hace el correr y el comer menos y mejor. Por cierto totalmente cierto lo que dice Tony Lastra; de hecho a quienes corremos nos agrada que nos digan que estamos delgados, pero nos cambia la cara cuando nos dicen que nos ven de buen año. Almuñecar está cerca y no debemos relajarnos. De hecho voy a comenzar mis entrenamietos un día antes de lo anunciado: mañana por la tarde. Ya tengo mono. Saludos.

Mario dijo...

que recorrido será? Hora?

Cientounero dijo...

El pasarlo bien es el control del cuerpo,ponerlo al límite, y hacer distancia que solo hace tres años no te creías capaz de hacer. El pasarlo bien es el ejercicio mental de dosificar tus fuerza, concentrarte en tu cuerpo y disfrutar de la carrera. El pasarlo bien es la satisfacción de acabar una carrera.
En cambio pasarlo mal es no poder salir un día a correr. Pasarlo mal es la inactividad por lesión.

José Antonio Flores Vera dijo...

Mario, en Almuñecar el recorrido es llano por completo -excepto una leve cuesta al final casi-, por un recorrido paralelo al paseo marítimo y hasta Velillla, dando la vuelta. Salida y llegada estadio Francisco Bonet. Es una carrera bonita.

Cientounero: Me han gustado tus descripciones, y quizá el culmen de pasarlo bien es acabar una carrera como comentas. Saludos.