domingo, 2 de septiembre de 2007

XIV MEDIA MARATON INTERNACIONAL "CIUDAD DE MOTRIL"


La 24 edición de la Media Maratón de Motril no ha roto en absoluto las expectativas que hacia esta carrera habíamos vaticinado, vista y comprobada la carrera del año anterior. A decir de todos, esta carrera sólo tiene un handicap no achacable a cuestiones humanas: la meteorología; la humedad, el calor, si bien no posee un trazado complicado, excepción hecha de los últimos 500 o 700 metros, que suelen ser los más duros. Por lo demás, excluida la Media Maratón de Granada del Circuito de Fondo de Diputación, esta carrera se ha convertido por mérito propio en buque insignia del mismo, y todo en ella es excelencia. Lo es su alto nivel organizativo; lo es la bolsa del corredor; y lo es la alta presencia de corredores, venidos de muy distintos puntos e Andalucía, como hemos podido comprobar.
Pero a pesar de todos esos parabienes y la práctica llanura del terreno, la Medio Maratón de Motril no es una prueba asequible. Es más, es una prueba "traicionera" en el sentido atlético dada la humedad y el calor que acompaña al corredor a lo largo de los 21 kilómetros, convirtiéndose algunos kilómetros en muy duros por la escasez de sombra. De ahí que sea muy difícil establecer marcas, tal y como sí podría suceder en la Media Maratón de Almería o de Córdoba. Es por todo eso por lo que algunos corredores comentaban a la llegada, que el 2 de septiembre no es precisamente la mejor fecha para correr en la Costa, si bien es cierto que esas condiciones climatológicas hacen de esta prueba algo especial.

En particular, era la segunda vez que corría esta prueba. La primera, el año anterior, ya fui avisado de su dureza climatológica y es por ello por lo que fui muy conservador. Este año, conociendo la situación decidí no ir por encima de mis posibilidades pero sí eliminé parte del conservadurismo del año anterior, pudiendo bajar la marca en más de 6 minutos. Pero no se llega -nos ocurre a casi todos- a esta prueba lo suficientemente "fino", ya que se produce una fisura entre la última prueba del Circuito y ésta, quedando agosto de por medio, mes muy irregular en cuanto a entrenamiento metódico, dado que es un mes vacacional para muchos y ocioso para la mayoría. De ahí que sea muy difícil llevar a cabo un entrenamiento exigente.
La Media de Motril de este año la corrimos con un calor mucho más apreciable que el año anterior, por lo que la humedad también era mayor. De hecho, en los primeros kilómetros por las calles de Motril, prácticamente exentos de sol y aún alejados de la Costa, el sudor en las camisetas en las frentes de los corredores ya era apreciable y no pudimos evitar pensar que unos kilómetros más adelante el calor podría ser sofocante entre las 10 y las 12 de la mañana. Así lo debió de entender la organización porque cada año dispone de varios pasos de ducha, que vienen muy bien, sobre todo, en el aspecto psicológico, además de agua fresca suficiente y las siempre bienvenidas esponjas.
Comencé la prueba a un ritmo algo más vivo que en ocasiones anteriores, ya que es cierto que todo lo que se pueda avanzar al principio siempre es positivo, sobre todo si en los últimos kilómetros vas más tocado y tienes que reducir el ritmo. No obstante el ritmo vivo, siempre intenté conservar las máximas fuerzas posibles, porque era sabedor que a partir del kilómetro 17 o 18 se suele complicar la carrera, que además culmina en cuesta. Sin embargo, la dureza de las carreras siempre la elegimos los corredores en función del ritmo al que podamos ir.
En todo momento intenté no sentir momentos de debilidad en los primeros 12 o 13 kilómetros ya que si eso ocurre se torpedea enormemente el aspecto anímico, así que busqué las referencias casi kilómetro a kilómetro, comprobando que en el 7 el cronómetro apenas estaba en 32 minutos, algo que me hizo bajar un poco el ritmo porque aún quedaban dos tercios de carrera y el miedo siempre lo llevas en el cuerpo ante la incertidumbre de cómo estarás 7 kilómetros más adelante. No obstante, comprobé que al paso por el kilómetro 13 había empleado justo una hora por lo que el primer test importante ya lo tenía superado: los ocho kilómetros siguientes ya no importaría que los hiciera -en el peor de los casos- a cinco minutos el kilómetro; de hecho barruntaba que superar los 40 minutos en esos 8 kilómetros restantes sería bastante improbable, a salvo siempre de que pudiera entrar en una pájara, alguna lesión o, simplemente, un bajón producido por la mala transición metabólica de la energía, ya que suponía que esos primeros 13 kilómetros ya habrían acabado con las reservas alimenticias depositadas en el organismo. Todo ese pensamiento mal hilvanado -porque pensar en una prueba larga es muy difícil- me hizo confiar de mis posibilidades y relajarme enormemente, justo en los momentos en los que más dura se ponía la carrera, que es la ardua vuelta por el paseo marítimo en dirección a Motril, existiendo tramos, como decía, en los que no existía ni un atisbo de sombra.
A pesar de los fríos cálculos a los que ya uno se va acostumbrando a medida que se van realizando pruebas, siempre queda la realidad del asfalto, que es la realidad más cruda, y ésta se encara siempre en los kilómetros finales, particularmente, a partir del 18, porque ahí se aglutina el cansancio, el calor y las ganas de llegar, donde además, en Motril, te encuentras con una picada cuesta que te adentra en el Paseo de las Explanadas, donde está situada la meta.
En los últimos tres kilómetros -muy en particular en el último- bajé la media kilométrica, aunque si bien no de manera muy ostensible, sí apreciable, no pudiendo igualar la marca de 1 hora y 37 minutos realizados en las tres últimas medias -Granada, Córdoba y Almería-, acabando en 1 hora 39 minutos y 16 segundos, según reza el mensaje enviado por la organización a mi teléfono móvil. No obstante, esta prueba de Motril no tiene en común mucho con las otras tres pruebas indicadas y hay que dar por bien empleado el tiempo registrado, dadas las circunstancias climatológicas y la fecha de la prueba.

Esta prueba está muy bien organizada como decía, por lo que no podía tener una mala bolsa de corredor. Este año ha habido también un bonito trofeo -superior al del año anterior- conmemorativo, y la camiseta responde a los criterios técnicos que necesitamos para correr. Además, la organización nos ha sorprendido con un par de calcetines que, a priori, tenían muy buen aspecto para poder utilizarlos para correr. Además no ha faltado en ningún momento la fruta necesaria y la bebida necesaria - al menos en el momento de mi llegada-, existiendo detalles tales como el clasificar las camisetas por tallas.
El gran número de voluntarios, todos ellos distinguidos por una camiseta idéntica, el buen número de Policía Local, Guardia Civil y Protección Civil y personal el área de Deportes y el área de Servicios, han hecho de esta prueba que contenga todos los elementos necesarios para ser considerada como una prueba muy seria y profesional.
Como indicaba a algunos compañeros del club bromeando, esta mañana llegué muy temprano por estar pernoctando en la misma Costa granadina, por lo que no tuve ningún problema para aparcar cerca de la salida y llegada y poder tener el tiempo suficiente para llevar a cabo todos esos ritos que solemos llevar a cabo los corredores junto al maletero del coche.
En esta prueba vi a muchos amigos y conocidos. En cuanto a miembros del club, allí se encontraban Manu (que ha corrido algo lesionado), Bernardo, Fernando, Luis y Alejandro, entre otros; además corrí unos minutos con Antonio Faucón que venía de correr su primer triatlón; también acudió a esta prueba Mario -que ya no se pierde ninguna prueba-. Posteriormente saludé a José (Oliver) y a Jesús Lens, que al fin se decidía a correr una prueba del Circuito.
Por último, es grato correr una prueba que en todo momento respeta al corredor y que demuestra año tras año que organizan el evento con la mayor ilusión y profesionalidad.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Duro, pero duro. Esos tres kilómetros finales me machacaron. Y mirá que la primera mitad la llevé bien. A mis cinco minutos el kilómetro. Luego, en el 14, tuve un bajón. Pero me rehíce. Ahora que llegado el 17, ya me vine abajo. Sabía que terminaba, pero me costó horrores y me adelantaron un montón de corredores.

Eso sí. El orgullo y la satisfacción de terminar no te los quita nadie!!!

Un abrazo de Lens Patón.

Pd.- Unas fotillos...

http://blogs.ideal.es/pateandoelmundo

Paco Montoro dijo...

Una buena marca para una fecha tan difícil, poco entrenamiento, además del circuito y el clima. Saludos campeón.

José Antonio Flores Vera dijo...

Amigo, Patón, doble mérito: acabar y hacerlo en una muy dura. Gracias por referenciarme.

Paco: Te hubiera encantado la prueba. Mucho más calor que el año pasado e igualmente bien organizada. Sufrí algo al final, pero me encontré muy bien y doy por bien empleada la marca. Saludos y espero verte en la de Granada.

Mario dijo...

mu bien organizada la carrera, pero habría que haberlo hecho algo mejor, lo dejaremos para la media de Granada, creo que es el mismo recorrido que el año pasado

Anónimo dijo...

Hoy te he metido en mi columna de IDEAL y post de Pateando el Mundo, sobre esta carrera.

Patón

Anónimo dijo...

Soy corredor de ALCAZABA JAEN CLIMA,corro desde mayo del 2007 y era mi bautizo en una media.Mucho calor,pero no es muy dura,mi tiempo fue de 1 hora 57 minutos,sobre todo porque senti el mazazo del 18.LA MEDIA DE JAEN,el 26 de octubre del 2008,gran bolsa del corredor.