lunes, 2 de noviembre de 2009

COMO DORIAN GRAY


Tras la cuarta salida a los caminos, parece que mi faceta de corredor se está normalizando. Tras la última salida del mes de octubre el pasado viernes, el primer día de noviembre, volvía a hacer treinta minutos por los caminos y carril-bici paralelos a la Circunvalación de Granada, desde La Bobadilla.
Al día siguiente, pasadas las dos de la tarde del día 2 noviembre, me atrevía con una ruta más dura y más larga que transcurre desde el pantano del Cubillas a Caparacena, para volver por el mismo camino. Nueve kilómetros que han supuesto una prueba de fuego a mis dolencias, siendo éstas inexistentes.
De ahí que ya pueda ir entonando una nueva victoria contra las lesiones, sin que aún deba entonar la canción demasiado alta.
Otras facetas del correr están ausentes lógicamente: la falta de ritmo, la irregular respiración....todas esas cosas que se pierden fácilmente. Pero es placentero volver a trazarse una nueva meta y seguir avanzando. Lo peor que le puede pasar a un corredor es lesionarse. Todo lo demás: la falta de forma, la falta de tiempo, la falta de ganas, la climatología, el ajuste de comidas... todos esos aspectos mundanos no importan ni impiden poder correr. En cambio las lesiones te dejan completamente seco y vacío.
Yo podría firmar ahora mismo un hipotético pacto con el diablo y erigirme en un Dorian Gray, en el que podría perfectamente renunciar a competir o a no hacer tiradas kilométricas, a cambio que me permitiera correr casi a diario ¿ No creéis que sería un buen pacto ?
Porque poder correr, poder hacer deporte, para muchos de nosotros, es un antídoto contra muchas cosas que nos rodean. Y si nos eliminan ese antídoto nos encontramos inermes.
Todos sabemos que correr es sinónimo de libertad. Desplazarse a través de senderos, de caminos, es un privilegio en los tiempos que vivimos.
Muchos otros preferirán lucrarse, corromperse, castigarse el hígado o los pulmones, amasar por amasar. En cambio, para nosotros lo importantes es que no nos falte ese antídoto. Cuestión de gustos.

4 comentarios:

Mario dijo...

habrías engañado al diablo con ese pacto, pero nunca hay que pactar con el diablo, siempre te estaria tentando.
Es mas satisfactoria la carrera diaria pero porque no una carrerilla de vez en cuando.

Paco dijo...

Como me alegro que la lesion remita! sabia que podias! yo mejorcillo, pero ahi sigue....Venceremos!! jajaja

Paco Montoro dijo...

¡¡Como me alegro de esa vuelta de Diario de un corredor!! me identifico con lo que piensas amigo.
Mas me alegro de que hayas podido correr esos 9 kms sin molestias alguna....un abrazo

José Antonio Flores Vera dijo...

Amigos, parece que esto va bien..muy bien. Gracias por vuestros ánimos. Os iré contando.