miércoles, 10 de octubre de 2007

CUIDÁNDONOS

"Somos corredores populares que, en principio, no estamos llamados a ganar carrera alguna, pero si queremos rendir en las competiciones nos tenemos que cuidar casi tanto como los que las ganan", es lo que le venía a decir la mañana del martes al corredor Alberto Soria, cuando nos encontramos en una céntrica calle de Granada. Y, efectivamente, ese comentario estoy seguro que lo podemos suscribir muchos de nosotros, corredores populares. Nos encontramos en una tenue frontera en la que si queremos rendir lo mejor posible, mostrarnos físicamente lo más en forma posible, no acumular demasiada adiposidad ni calorias basura, debemos de planificar nuestro día a día con el mayor de los cuidados. Comentaba el corredor malagueño Paco Montoro que una boda le impedirá venir a la Media de Granada y, seguro estoy que a muchos de estos actos sociales vamos muy motivados y emocionalmente implicados, pero no podemos negar que nos sesgan nuestro camino de corredores exigentes. Asimismo nos lo comentaba el corredor bastetano Antonio Faucón a Paco y a mí, tras la carrera de Cájar: "si hay humo y copas, no acudo a comunión o boda alguna". Es algo que comprendemos quienes estamos dedicados a esto. Son muchas horas de sacrificio, robadas a familia, ocio, cine, lectura, amigos y tiempo libre en general, para que un ágape nos haga dar de bruces contra nuestro entrenamiento. Pero, claro, por otra parte no somos profesionales, ni tan siquiera amateurs y es por eso por lo que, en ocasiones, encontramos voces a nuestro alrededor de reprobación.
En mi caso particular es bastante mejor llevado ya que quien convive conmigo le interesa también una vida tranquila y de calidad, algo que posibilita que yo me pueda dedicar con mayor ahínco a asuntos que exigen una vida ordenada y tranquila, pero me consta que hay casos en los que hay que conciliar una vida tranquila, sana y ordenada, dedicada al entrenamiento, con otro tipo de vida más disoluta y anarquizada.

En otro orden de cosas, he debido de esperar a hoy miércoles para iniciar la semana de entrenamientos. El lunes nunca puede ser y el martes se fue en cuestiones mundanas, así que hoy tocaba incrementar el kilometraje y nada mejor que visitar la Vega de Pinos Puente, si bien iniciando el recorrido por una nueva zona ya que el conocido y antiguo puente de Alitaje diseñado para el paso de carruajes y como mucho tractores que vienen de desarrollar su trabajo en las hazas de la Vega, no ha podido soportar la presión del duro desarrollo actual que pasaba por mantener el equilibrio ante el paso diario de enormes camiones cargados de productos de la Vega (ya que un individuo ajeno a tradiciones y preservación del medio ambiente ha optado por explotar la bucólica Vega sin reparar en que las infraestructuras viarias son decimonónicas no haciendo nada por evitarlo). Curiosamente, los vecinos del lugar ya advertían que ese puente, con más de un siglo de existencia, pronto caería si no cesaban de pasar esos camiones que superaban el peso permitido de manera descomunal. De hecho, el padre de un amigo -Fernando-, sabedor de mis colaboraciones en prensa me llamó a ver si se podía sacar algo en ésta y a los pocos días el puente cayó con camión incluido, si bien no hubo -milagrosamente- víctima alguna. Por tanto, cortada esa vía, la enorme hetereogeneidad de los caminos de esta zona me permite iniciar la ruta por otro lugar para acabar atravesando Fuente Vaqueros y volviendo a salir a Alitaje pero, en esta ocasión, volviendo a Pinos Puente por la parte oriental de la población, justo en el camino situado junto al Restaurante La Cruz de Granada. En total, en función del tiempo empleado - 1 hora y 3 minutos -, y de acuerdo con el suave ritmo adoptado estaríamos hablando en torno a los 13 kilómetros y medio, que han resultado estimulantes y totalmente cargados de buenas sensaciones. Espero poder acercarme esta semana a los 60 kilómetros, incluyendo los 10 kilómetros de la prueba de Salobreña del próximo domingo en la que ya me he inscrito y de la que hablaré en el próximo pos.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Es verdad que, para ser aficionados, a veces tenemos comportamientos que la gente consideraría sociopáticos. Pero el correr y el entrenar no es la "enferdad" sino el "síntoma" que nos hace ver la vida más allá de las copas, el sofá y la molicie generalizadas.

Yo he tenido broncas sobre ese particular con conocidos, no tanto con amigos, que no entienden porqué "prefiero" salir a correr que irme de cañas con ellos.

Menos mal que quienes compraten nuestra vida, entienden esa necesidad que tenemos de, una hora al día, buscar un hueco en que hacer deporte...

Fdo.- Patón.

PD.- Seguimos sin coger un ritmo digno, aunque en el baloncesto, las piernas demuestran no estar tan mal... es cosa de cabeza, mayormente.

Mario dijo...

yo no lo veo así, tal vez sí dejara mi vida mundana mejoraria, pero hasta el día de hoy el tomarme una cerveza o una copa no me ha impedido disfrutar del "moverme", y ejemplos los tengo...eso sí, este año no tengo que ir a ninguna boda el dia antes de la media de granada.

Paco Montoro dijo...

Es bastante casualidad que tenga una boda, pues mi vida social no la tengo muy saturada, y precisamente el día antes de la media de Granada. Pero los compromisos...Si por mí fuera esa noche hubiera cenado un buen plato de pasta (es lo que ceno la noche antes de la competición o carrera larga) y acostándome no muy tarde acompañado de un libro.
En estos once años que me dedico en mis ratos libre al correr, he pasado por todas las etapas: he estado mas gordo, mas delgado, muy delgado. Cuando mejor me ha ido ha sido cuando me he cuidado y mas delgado me he encontrado. No lo podemos negar si nos alimentamos a base de hidratos y algunas proteínas y nos olvidamos de los fritos, grasas, azucares seguro que rendimos muuucho mas.
Suerte en Salobreña y ya te contare como me ha ido los 10 km de la carrera urbana Ciudad de Málaga. Saludos.

José Antonio Flores Vera dijo...

Amigo Patón: Conviene qu así sea, que al menos quienes nos rodean a diario comprendan que nuestros desvelos diarios se van en correr. Comprendo que nos hayas tenido recuperación para la media de Granada. Saludos.

Mario: Espero verte en Salobreña. Y en cuento a lo de cuidarse siempre es muy subjetivo, pero es que si yo no lo hago mi cuerpo y mi mente no rinden como quiero (pero oye, ya sabes que en nuestro pueblo sacrilizamos los bares como las vacas en la India).

Paco: Sí es mala pata un ágape el día antes de una bonita prueba, pero estamos en el mundo (también lo está la élite). Ya nos contaremos las carreras. Saludos.

Anónimo dijo...

Hoy hice unos kilómetros más dignos. Creo que acabaría la carrera, pero no sé el tiempo. y lo malo (¿o lo bueno?) es que tengo a algunos amigos picados para participar en la Media de Granada...

Fdo.- Patón