sábado, 6 de septiembre de 2008

QUEDADA EN EL PANTANO CUBILLAS (5/9/2008)


ANTES...


...DESPUÉS



LOS BENJAMINES, Paco y Miguel Ángel.

El entrenamiento de hoy llevaba la vitola de quedada. Y en nuestro argot “quedada” no es otra cosa que asistir a un encuentro de gente que tiene en el correr depositados anhelos que van más allá, incluso, del estar en forma y mantenerse bien física y mentalmente.

Personas que encuentran en el correr una forma de vida, probablemente vivida esa afición de manera más intensa o menos, pero que con toda seguridad será el quehacer cotidiano que más les place y al que se arrogan de una manera apasionada. Por tanto, si somos muchos los que experimentamos esa sensación y vivimos en un mundo contradictorio donde encontrar personas que participen de nuestra afición es una odisea ¿Por qué no quedar y hacernos unos cuantos kilómetros? De esa forma comenzó a funcionar el grupo de Las Verdes y, posteriormente, han surgido lazos de amistad y camaradería que trascienden el correr. Cuando nos reunimos a tomar unas cervezas o ir al cine sabemos que el correr siempre aparecerá, pero aparece en nuestras conversaciones sabiendo que somos partícipes de una actividad tan común que, en ocasiones, y por añadidura nos hace compartir otras cuestiones, aunque no siempre estemos de acuerdo en todo. Por supuesto.

Es la filosofía de la quedada. En un mundo tan diverso, las aficiones son diversas igualmente y, lógicamente, cada cual escoge la que le place, pero quienes corremos solemos compartir en muchas ocasiones la visión del mundo porque, supongo que calzarse unas zapatillas y recorrer caminos, veredas o calles, haga frío, calor, llueva o nieve, tiene que tener un denominador común.

En esta nueva etapa que ahora comienza existe un parecer bastante común, que fue el motor inicial del grupo de Las Verdes: hacer quedadas running-turísticas (soltar piernas, como decía mi Compae con gracejo), porque tiempo habrá en el resto de las sesiones para que cada cual elabore su propio plan más o menos exigente. Además, este tipo de rutas running-turísticas si van cargadas de kilómetros son de lo más efectivas para los corredores, ya que correr a un ritmo tranquilo durante mucho tiempo, te hace como corredor, siempre y cuando se mezcle con el entrenamiento de calidad necesario.

Por tanto, toda esa larga introducción ha servido para presentar la quedada de hoy en el Pantano del Cubillas, por una ruta que tiene su propio encanto tanto para verano, como para primavera, otoño o invierno. Porque rodea un pantano amplio, como es el del Cubillas, a pocos kilómetros de la capital Granadina, siempre es estimulante, y donde el sol pare señorearse en esa bandeja plateada en que se convierte el Pantano al caer la tarde.

Los asistentes a la quedada de hoy hemos sido los siguientes: Antonio, Abel, Paco Cid –Compae-, Paquillo Cid –primogénito del anterior-, Miguel Ángel, Manolo Pedreira y quien esto suscribe y en todo momento la filosofía ha sido correr, disfrutar del recorrido y conversar. A la cita nos han acompañado dos corredores jovencísimos. Uno de ellos deberá de rebajar un poco su kilometraje en entrenamientos; el otro, en cambio, deberá de aumentarlo algo. Pero todo dependerá de si este deporte les engancha. Particularmente, yo se lo aconsejo. Los demás, corredores mucho más veteranos hemos cumplido con el protocolo previsto, y sólo en los dos últimos kilómetros, ya con menos corredores (porque por distintas razones algunos han preferido no alargar esos –casi- dos kilómetros), ha subido algo el ritmo. Yo, que no iré a la Medía de Motril, porque como he dicho a esa hora estaré volando para Berlín con Mati, y estaré una semana sin correr, decidí estirar un poco la zancada en la última cuesta, corta pero intensa, con excelente respuesta de Manolo y Miguel Ángel, que eran quienes me acompañaron en ese tramo final.

DOS BLOGUEROS QUE SÓLO SE CONOCÍAN CIBERNÉTICAMENTE: Manolo Pedreira y quien esto suscribe.

Impresionante Antonio también, por todo lo contrario. Yo creo que a partir de hoy hemos de creerle cuando dice que el jamás inicia hostilidades algunas. Claro, no estaban su Álter ego atlético, Víctor, ni su compañero de piques Javi. Pero es cierto que controla perfectamente el ritmo. Ilusionante también la aparición de Abel, al que no me esperaba y que, como dice Antonio, a pesar de entrenar bastante menos, mantiene su espíritu. Paco, nos ha demostrado a todos que su afán sigue en aumento, mostrándose en todo momento alegre en su trote, percibiéndose claramente que ha entrenado este verano. Manolo se ha incorporado “ex novo”. Le conoceréis ya muchos por su blog dedicado a la preparación para correr en la Gran Manzana, el próximo 2 de noviembre. Nuestro amigo periodista demuestra maneras y, sinceramente, no creo que tenga dificultades para alcanzar los 42 kilómetros y 192 metros.

Por tanto, excelente tarde de entrenamiento. Una tarde en la que la luz coqueteaba demasiado pronto con el ocaso, tal y como atestiguan las fotografías posteriores al entrenamiento. Una tarde en la que un grupo de corredores se han reunido ajenos a mundanales ruidos y otros entretenimientos menos prosaicos con los que nos sorprende, a nuestro pesar, el día a día.

9 comentarios:

Gregorio Toribio Álvarez dijo...

Ya imaginaba que la experiencia de esa quedada iba a ser de lo más reconfortante. Lástima que las circunstancias, de momento, no me permitan acudir a tal ruta turístico-deportiva. Muy bien dices que hay sesiones en las que lo importante es acumular kilómetros a ritmos no muy elevados para ganar ese fondo que luego será necesario para las carreras largas.

Celebro que lo pasaseis tan bien y os deseo un feliz viaje por tierras alemanas.

Saludos a ti y a tus "verdes" colegas.

José Antonio Flores Vera dijo...

Sé que te coge lejos Gregorio, pero una quedada en tu compañia sería muy interesante, dado que eres una persona muy comunicativa y activa. Algún día podrá ser, supongo.
Gracías por tus deseos, tomáremos una cerveza a tu salud en Berlín. Hasta pronto.

Anónimo dijo...

Compañero comparto tu planteamiento de correr y a la vez disfrutar de la conversación con los amigos. No todo va a ser sufrir! estos dias de entrenamiento suave son efectivos para el cuerpo y sobre todo para la mente.
Saludos

Anónimo dijo...

Muy buena crónica, José Antonio. Gracias por las fotos. Ya he puesto una en mi blog. Por lo que no pienso darte las gracias es por ese esprint continuado que iniciaste en cuanto empezó la cuesta y luego alargaste en el llano. Por un instante vi mi corazón flotando delante de mis ojos.

Paco Montoro dijo...

José Antonio me hubiera gustado saludarte en Motril, ya habrá mas ocasiones sin dudas.
Correr nos hace sentir muy bien, esa hora mágica y el bienestar que sentimos al tener los deberes hecho, relajados... es impagable. De ahí el "mono" que sentimos a las 48 de no correr.
Os deseo un buen viaje...Berlín...un año de esto espero correr su gran marathon...
Un abrazo

José Antonio Flores Vera dijo...

Paco, ese tipo de entrenamientos son más útiles de lo que nosotros creemos. Lo hace la élite -pero claro dentro de sus ritmos. Por ejemplo, lo ha Chema Martinez, que en ocasiones dice que es muy conveniente ir tranquilo a "sólo" ¡4' el mil!-.

Manolo, es que eso fue imperdonable. Pero claro, yo me dije: "cómo no voy a Motril", pero, leche, tú sí que ibas y te pegaste a mi rueda como una lapa. Pero nos pasamos con el benjamín Miguel Angel. Bueno...que vaya aprendiendo, jeje.
Impagable la tarde.

Paco: Lástima no ir a Motril, pero quien se pierde Berlin!. Esa Maratón la tengo entre ceja y ceja. Suerte en nuestra costa.

Miguel Ángel dijo...

Vaya, vaya... Pues si lo llego a saber planto un ataque continuado desde la glorieta del campo de golf, es broma compañeros, muy buena tarde en el Pantano y aunque haya sido una "soltada de piernas" la verdad que te hace psicológicamente ser cada vez más amigo de los 10 km.
Ese sprint me vino de lujo y entiendo que sois mejores, aver si llego a vuestro difícil nivel, un saludo y te esperamos pronto hombre...

Anónimo dijo...

Miguel Ángel, aguantaste de puta madre. Sólo te quedaste en los últimos 30 metros. Con tu edad y con lo que ya andas, en dos años te vemos en los podios y sacándonos quince minutos en cada prueba. ¿Somos mejores? ¿A ver si llegas a nuestro difícil nivel? Pero si ya estás en él. Tú vas para arriba y nosotros...
Un saludo.

Miguel Ángel dijo...

Sí Manolo, la verdad que esos 30 metros son lo que me falta a mí y ojalá en dos años esté donde tú dices. Pero de todas formas ojalá pudiera hacer en dos años también alrededor de 40 km como vas a completar tú en muy poquito tiempo en Nueva York jeje, mucha suerte en tu gran hazaña compañero y espero que vuelva a correr en tu compañía, un saludo.