TEST POSITIVO CON MEDIAS DE CONTENCIÓN

Bueno, pues acabo de hacer el test previsto. No ha sido por la Vega de Pinos Puente sino por mi barrio, por el "pabellón de reposo", que es un parque de 400 metros de largo que utilizo, o bien para series, o bien para recuperar lesiones -ya lo he comentado en ocasiones-, ¡vaya dualidad! E ido provisto de medias largas de contención, que no suelo utilizar y debería (exactamente iguales a las de la foto), ya que para quienes tenemos gemelos desarrollados van de maravilla, a pesar de que siempre temo el momento de enfundarme en ellas por lo engorroso del procedimiento. No obstante, son cómodas para correr y ofrecen una buena sensación de firmeza muscular, que es su principal fin. Causan impresión al que las aprecia por primera vez, pero cada vez más corredores las llevan en competición y en entrenamientos y el diseño está ganando enteros con el paso del tiempo, principalmente desde que las usan cada vez más atletas de élite (pareciera que estoy redactando un texto publicitario).


Nuevas instalaciones deportiva de la Av. García Lorca de Granada.

La idea hoy era correr algunos minutos y estirar, repitiendo estas acciones varias veces, de ahí que ofreciera mejores prestaciones el parque en mi barrio, por aquello de disponer de bancos donde estirar y seguir corriendo inmediatamente y al contrario. También ha sido de gran ayuda la valla separadora de las nuevas instalaciones deportivas de la Avenida García Lorca, donde además, mientras estiraba, me recreaba en el intenso entrenamiento al que sometían a dos jóvenes guardametas, con muy buenas formas ambos. Estiraba y al mismo tiempo la imaginación se iba a los años en los que yo era el protagonista de esos intensos entrenos. Ahora bien, con una clara diferencia: no disfruté del césped que ahora hay por doquier.
He de decir que las sensaciones han sido excelentes. No ha aparecido el temido dolor, probablemente debido a las prestaciones de las medias de contención, pero, principalmente, a que la lesión, como deseaba, no ha parecido consistir en microrotura fibrilar alguna, sino más bien en una pequeña carga muscular.
Que hubiera sido microrotura era harto improbable toda vez que éstas sólo surgen como consecuencia de un periodo de entrenamiento intenso, sin demasiadas sesiones de estiramiento o masaje. En mi caso, no parecía de recibo que así fuera ya que durante el mes de agosto los entrenamientos no han sido excesivamente intensos, de hecho, no he llevado a cabo ninguna sesión de calidad ni he competido en prueba alguna; y durante el mes de septiembre, debido al viaje, las salidas han sido solamente dos -exceptuando ésta-, a ritmos muy suaves. Por tanto, las únicas opciones serían, o recaída de la lesión de julio o molestia muscular. Sin saberlo con exactitud, parece más razonable sostener la segunda opción.
Hay que decir que no han sido muchos los kilómetros llevados a cabo, pero en la microrotura el dolor aparece inmediatamente, mientras que en las lesiones musculares aparece, principalmente, cuando el músculo afectado está cargado. Por tanto, otro dato más a tener en cuenta para descartar esa temida microrotura.
Y la pregunta del millón ahora es ¿ Qué hacer el domingo ? Cuando acababa la sesión de entrenamiento -tengo que decir, con una gran sonrisa en los labios-, me arriesgué con una miniserie de 50 metros por la acera, que es la superficie más dura de las posibles, para probar el resultado del músculo. Resultado: positivo. Es más, percibía una sensación aún mejor que corriendo a ritmo suave. Por tanto, mi confusión iba en aumento. El domingo se trata de una media maratón, ni más ni menos que 21 kms., y además, con algunas dificultades ya que es un circuito que conozco del año anterior, y si no hay cambios apreciables cuenta con dificultades. Correr en Guadix supone exponer mucho el músculo del gemelo izquierdo, que aunque hoy no lo haya percibido, el mal debe de estar ahí patente, encerrado, buscando salir al exterior cuando se acumulen un número considerable de kilómetros (el pasado miércoles apareció en el kilómetro 10). Por otra parte, debería de arriesgarme y correr por varios motivos: llevo sin competir desde el mes de mayo y apenas he completado las pruebas necesarios que tácita y expresamente tenemos pactadas en el club. Otro motivo fundamental es que se va a dar una congregación importante de Verdes y habrá tercer tiempo. En fin, consideraremos mañana como jornada de reflexión para observar si reaparece el dolor cuando esté el músculo sin actividad, es decir, recién aterrizado de la cama.