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DEJAD QUE ME AUSENTE
Fue una preciosa frase pronunciada por el Dr. Sheehan. Se la leí por primera vez a Paco Montoro en su blog, porque nuestro amigo malagueño es un gran admirador del doctor que consagró su vida a correr, por encima de carrera profesional y otros aspectos de la vida.
Una frase que acuñó para indicar que yéndose a correr nada debía perturbarlo. Pero yo ahora me apodero de ella para ausentarme también, aunque en otro sentido. Dejo de correr. Al menos durante 15 o 20 días.
Esta tarde del viernes Emilio y yo hemos corrido cerca de 14 km., por un bello paraje junto al seco río Genil, desde Santa Fé hasta Fuente Vaqueros, volviendo a Santa Fé. Con calor en algunos tramos y aun ritmo algo inferior a 5 minutos el mil. Me he sentido muy bien, a pesar de la falta de rodaje, pero durante todo el tiempo ha permanecido en el soleo interior izquierdo. Finalmente, es normal que se apriete algo y quizá esa mayor velocidad ha provocado que el dolor en frío sea persistente. Y sé que no cesará si no me detengo. Por tanto, me detengo otra temporada, tal como hice a principios de año. Es lo más sensato. Por cieto, Emilio, a pesar de lo poco que puede correr, muy bien.
Poco hablaremos en estos días, por tanto, de correr. Pero hay cosas pendientes que subir a la bitácora. En los próximos días introduciré las fotos que me ha enviado Paco en su particular subida al Veleta, junto a José Manuel -podría haber hecho una llamada general, digo yo- . Y para el lunes hablaré de una historia que va a comenzar a acontecer. Vendrá de la mano de Manuel Pedreira, lector de este blog -escribe como Manolo- y periodista y articulista de Ideal. Se trata de una gesta muy bonita de la que hablaré aquí el próximo lunes, ya digo.
En los próximos días, mientras dure el reposo, aprovecharé para hablar de otros asuntos que me interesan sobremanera: los libros, el cine, la música. Pero poco de correr, porque obligatoriamente tengo que parar amigos. Se confirma que se vuelve a reproducir la antigua lesión. Lo asumo. Qué remedio.
12 comentarios:
Entonces tú, igual que los deportistas de élite: recayendo de sus lesiones... A ver si hubiera mejoría y no fuera a más.
Por cierto, a ver si me puedes enviar un correo a la dirección de mi blog para poder pedirte eso que hablamos.
Un saludo
No hay cosa que me de mas coraje que los paros forzosos, pero a veces no tenemos mas remedio y debemos de buscar ese reposo que nos llevará otra vez al disfrute total.
Espero que con este descanso se termine esa lesión.
Yo he sufrido de innumerables periostitis y constracruras en los Soleos, son muy puñeteros de quitar y esa molestia cuando se convierte en dolor es insufrible.
Descansa y ya sabes que comparto aficción hacia la lectura y cine (por cierto ya no hay dvd los viernes )
Te he enviado un e-mail.Saludos
Siento escuchar esto. Las malditas lesiones... pero como dices, mejor dejarlas tranquilas que reposen. Mi abductor, si corro despacio, me aguanta. Y como sólo me quedan 6 días para irme de viaje, aprovecharé para seguir rodando, que luego vendrá un parón tremendo.
Lo importante es que aproveches para cultivar otras artes y para darles aún más caña a las neuronas, ahora que los músculos se te han rebelado.
Ánimo y un abrazo.
¡¡El lunes será un gran día!!
Con paciencia y parón, Alberto, además de cuidados y masajes, no debe de ir a más. Son cosas que pasan cuando corres habitualmente. Entraré en tu blog y te indicaré una dirección de correo para entregarte lo prometido. Saludos.
Paco, qué te voy a contar de lesiones. Es nuestra cruz. Pero ahora me lo tomo con más resignación porque es un desgarro muscular en toda regla, visible incluso la zona agredida por el tono rojizo de la piel. Saludos
Alter, ha sido una sorpresa esa lesión inesperada, que con la salida de ayer se acabó de confirmar. Ahora parón y a disfrutar de lo que también te quita el correr. Bienvenido de nuevo.
Lo que admiro es que te lo tomas con una maravillosa filosofía, haciendo de la necesidad virtud. Que es lo mejor, desde luego.
Coincido con Lens, creo que te has tomado el asunto con mucha filosofía aunque sospecho que la procesión irá por dentro e incluso preferirás no darle coba al desaliento para que no se instale en tu ánimo. Algunas cosas, si no las nombras, mucho mejor.
Piensa lo que tú siempre repites, que no eres un profesional, que no te vas a perder los Juegos por culpa del sóleo (los verás en la tele de puta madre) y ten por seguro que volverás a correr sin dolor y a recuperar tu estado de forma, tus sensaciones, tu adicción, etc.
Fuera tormentos, te lo dice uno que colgó las zapatillas por una lesión hace diez años (lo del lunes es un paréntesis). No sabes del calor que te vas a librar estas semanas... y lo que se sufre por esos caminos de Dios....
Un abrazo.
Qué remedio Manolo. Cuando uno va cumpliendo años ha de convivir con las lesiones. La recuperación ya no es la misma y las posibilidades de lesiones mayores. Pero es normal. Lo asumo.
Tu que lees este blog, comprobarías que hace seis meses no lo veía así, pero en seis meses he madurado, jeje. Bueno, lo que quiero decir es que asumo que la exigencia en entreno y competición traen lesiones. PUes nada, a parar unos veinte días y a evitar calor como bien dices. Gracias por tus ánimos. Muy reconfortantes. Saludos.
Me uno al clan de los soleo sufridores. Llevo 1 hora leyendo blogs con la Pda en lugar de estar corriendo. Ya nos recuperaremos.
Hay que estar bien, hay que estar bien... yo cuando termine lo del Veleta hago parada para recuperar esas articulaciones de mi pierna derecha.
Ayer fuimos a hacer un entreno en altitud Antonio, Javi y yo. Subimos desde Pradollano a la Laguna de las Yeguas, con un baño de piernas como premio en ese agua helada. Noté mucho la altitud desde el principio, las sensaciones en el tórax eran extrañas, los pulmoes parecían no llenarse y el corazón no terminaba de encontrar su ritmo para compensar. La falta de oxígeno en el cerebro provocaba sensación de mareos y hasta nauseas. Las últimas rampas tenía unas sensaciones tan raras que las subí andando y no por falta de piernas. Desde luego es importante hacer esa adaptación a la altitud para la subida al Veleta. Antonio y Javi subieron fortísimos, incluso haciendo alguna serie Antonio para "buscar sensación de ahogo"- decía-; y en el caso de Javi se escapó en los últimos 2 kms imponiendo un ritmo duro.
Un saludo y a reponerse de esa molestia.
Gregorio, yo creo que La Ragua nos ha castigado a casi todos. Un descanso siempre viene bien.
Víctor, ya me dijo Antonio que habías experimentado algún problemilla. Pero es normal. No te amedrentes por ello. El Veleta es tuyo. Pero eso sí, Javi y Antonio están fortísimos.
Yo ahora no puedo ni debo dar un paso. Mis quince días mínimo, no hay quien me los quite, pero mis ganas de correr están intactas.
COMPAÑEROS, HOY EN LA CARRERA DE DILAR, el grupo de las verdes , se ha visto reducido a dos corredores éste que os habla y José Manuel, con la moral por todo lo alto y unas ganas tremendas de probarnos, despues de haber tocado techo el pasado jueves en la salida al Veleta.
Os puedo decir que entrenamientos como esos sirven para que tus piernas respondan a cualquier subida, y así ha sido, nos hemos visto muy sueltos en la subida al pueblo de Dilar, Gojar y el último Km a meta desde la autovia, este último acompañado del amigo Roberto (Club de Armilla), en un cambio de ritmo espectacular.(TODO ELLO HA 40º A LA SOMBRA).
un fuerte abrazo Roberto estas que te sales.
La bolsa muy pobre compañeros, una camiseta de tirantes de todo 100, 1 dulce Zafra (cumplio) y una botella de agua mas caliente que la pipa un indio).
Y algún que otro despiste de la organización en la bajada de Dilar.
Compae, recuperate pronto. El dia 3 de Agosto te quiero ver en la subida de 11 Km al Veleta.
Sin otro particular, reciban un fuerte abrazo BUENA GENTE.
Fdo: EL COMPAE.
¡Cómo estáis todos los Verdes! Yo ya de bajada. Pensando en las vacaciones. Precisamente, hasta el 3 de agosto, cuando comenzaremos, presumiblemente, la preparación para la media maratón de Motril, cumpliendo un ciclo de un año que celebraremos convenientemente.
Compae, veo que el final de la Peña te ha puesto las pilar atléticas.
Víctor, la altura te obliga a redoblar esfuerzos y esos entrenamintos son esenciales no sólo para adecuar al cuerpo, sino para conocer los síntomas que te pueden alcanzar en la subida y estar en condiciones de vencerlos.
¡¡¡A darse caña!!!
Alter, paciencia, ahora. Toca correr con la mente.
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