Hace ya tiempo que percibo que la faceta de correr no está supeditada solamente a un plano físico. Es esa la base, desde luego, sin la cual ninguna experiencia que rodea al correr sería posible. Pero correr son muchas más cosas. De hecho, existe una clara implicación emocional en esta actividad, que convierte el hecho físico en una experiencia única; existe toda una metáfora del correr que hace que esta actividad no sea sólo unidimensional o se limite a devorar kilómetros. Están las sensaciones, está el bienestar físico y emocional, está la increíble recompensa para salud y el cuerpo, por no hablar del plano mental; pero sobre todo ello levita toda esa gran red social que creamos los corredores , ya sea por medio de los nuevos instrumentos virtuales como éste; o bien por las invisibles alianzas que creamos todos con todos en las carreras o en los entrenamientos.
Todo se ve con otros ojos, incluso aunque éstos estén acostumbrados a mirar de forma distinta. Uno puede estar toda la vida estableciendo lazos de amistad con otra persona, pero un buen día os vais juntos a correr y se despliega un nuevo universo de comunicación.
De hecho, es algo que no nos sorprende a Paco y a mi mismo, principalmente porque son muchos lustros los que llevamos corriendo, en ocasiones de forma más regular y en otras con menos regularidad; ahora bien, llevamos lustros corriendo de una manera más emocional que física, y de forma muy distinta a la actual. Comenzamos corriendo en la adolescencia por los caminos de nuestra Vega, y en raras ocasiones por lugares más duros y míticos, como son Búcor o Caparacena; corríamos de manera espontánea, sin dejar de hablar de nuestras cosas y sin contar con ninguna prenda técnica de las que utilizamos ahora. Normálmente, no eran más de 5 los kilómetros que rodábamos, antes o después de tomarnos un cubata, de manera muy lúdica, y sin ánimo alguno de competir en competición alguna. Para nosotros era un divertimento como cualquier otro. En ocasiones solía venir su hermano u otros amigos, pero casi siempre acabámos corriendo los dos solos, ya fuera invierno o verano. Y la fuerza de la costumbre hizo que tampoco dejáramos de correr el día de Nochebuena, en mañanas frías, en las que el sol buscaba mil excusas para no mostrarse, trotando por los caminos duramente perfilados por el frío de la noche gélida de la Vega de Pinos Puente. Y así ha sido durante muchos años. Tengo anotado en mis agendas las veces que salíamos a correr, aunque creo que eso nunca se lo dije a Paco, y el correr ese día -y en ocasiones también en Nochevieja- se convirtió para ambos en una especie de particular secreto que ha continuado, lustros después, hasta nuestros días, convirtiendo esa actividad física en un verdadero lazo de reafirmación de amistad.
Ahora son muchos más ambiciosos los recorridos que hacemos; ya no son los cinco kilómetros de rigor, sino que convertimos nuestras salidas en 13 ó 15 kilómetros, pero los caminos siguen siendo los mismos, tal y como le comentábamos a Abel el pasado domingo cuando corríamos por la Vega, cita a la que también acudió Emilio.
El año pasado, también volvimos a salir a correr en Nochebuena, encontrándonos una Vega dormida entre la niebla e intentando resarcirse del frío de la mañana. En un momento de nuestra ruta comentó Paco que parecían bosques escoceses ya que apenas se perfilaban los árboles y los aislados cortijos de aperos de labranza. Pasamos junto al olmo negro y observamos su aspecto espectral, pero identificamos su perfil altivo y cercano; y ya cuando trotábamos junto al Genil, entre Fuente Vaqueros y Valderrubio, alguna garzilla parecía querer acompañarnos. En realidad en esas ocasiones las piernas no cuentan porque son muchas las emociones que penetran por los ojos. Cuando nos acercamos de nuevo a Pinos Puente eramos conscientes que el pueblo aún se encontraba dormido, intentando aún desperezarse para comenzar a preparar la noche familiar. Sin embargo, nosotros mientras tanto estábamos corriendo.
A la semana siguiente volvimos a salir: era la mañana de Nochevieja y Paco Jr., nos inmortalizó con su cámara digital, fotos que han ido apareciendo por este blog y que ahora vuelven a aparecer. Casi ha pasado un año y han sido muchas las carreras disputadas en un lugar en otro; en mi caso ha sido el año de mi debút en el Maratón de Madrid, y también Paco a saboreado el penetrante elixir de las carreras competitivas. Un año después en el que nuestra afición y amistad siguen intactas, por lo que el otro día apenas tuvimos que recordarnos que este año tenemos de nuevos dos citas. Serán muchas las obligaciones familiares o personales que podamos ambos tener, pero la familia que nos rodea siempre sabrá comprender que "nos vamos a correr por la Vega".
Todo se ve con otros ojos, incluso aunque éstos estén acostumbrados a mirar de forma distinta. Uno puede estar toda la vida estableciendo lazos de amistad con otra persona, pero un buen día os vais juntos a correr y se despliega un nuevo universo de comunicación.
De hecho, es algo que no nos sorprende a Paco y a mi mismo, principalmente porque son muchos lustros los que llevamos corriendo, en ocasiones de forma más regular y en otras con menos regularidad; ahora bien, llevamos lustros corriendo de una manera más emocional que física, y de forma muy distinta a la actual. Comenzamos corriendo en la adolescencia por los caminos de nuestra Vega, y en raras ocasiones por lugares más duros y míticos, como son Búcor o Caparacena; corríamos de manera espontánea, sin dejar de hablar de nuestras cosas y sin contar con ninguna prenda técnica de las que utilizamos ahora. Normálmente, no eran más de 5 los kilómetros que rodábamos, antes o después de tomarnos un cubata, de manera muy lúdica, y sin ánimo alguno de competir en competición alguna. Para nosotros era un divertimento como cualquier otro. En ocasiones solía venir su hermano u otros amigos, pero casi siempre acabámos corriendo los dos solos, ya fuera invierno o verano. Y la fuerza de la costumbre hizo que tampoco dejáramos de correr el día de Nochebuena, en mañanas frías, en las que el sol buscaba mil excusas para no mostrarse, trotando por los caminos duramente perfilados por el frío de la noche gélida de la Vega de Pinos Puente. Y así ha sido durante muchos años. Tengo anotado en mis agendas las veces que salíamos a correr, aunque creo que eso nunca se lo dije a Paco, y el correr ese día -y en ocasiones también en Nochevieja- se convirtió para ambos en una especie de particular secreto que ha continuado, lustros después, hasta nuestros días, convirtiendo esa actividad física en un verdadero lazo de reafirmación de amistad.
Ahora son muchos más ambiciosos los recorridos que hacemos; ya no son los cinco kilómetros de rigor, sino que convertimos nuestras salidas en 13 ó 15 kilómetros, pero los caminos siguen siendo los mismos, tal y como le comentábamos a Abel el pasado domingo cuando corríamos por la Vega, cita a la que también acudió Emilio.
El año pasado, también volvimos a salir a correr en Nochebuena, encontrándonos una Vega dormida entre la niebla e intentando resarcirse del frío de la mañana. En un momento de nuestra ruta comentó Paco que parecían bosques escoceses ya que apenas se perfilaban los árboles y los aislados cortijos de aperos de labranza. Pasamos junto al olmo negro y observamos su aspecto espectral, pero identificamos su perfil altivo y cercano; y ya cuando trotábamos junto al Genil, entre Fuente Vaqueros y Valderrubio, alguna garzilla parecía querer acompañarnos. En realidad en esas ocasiones las piernas no cuentan porque son muchas las emociones que penetran por los ojos. Cuando nos acercamos de nuevo a Pinos Puente eramos conscientes que el pueblo aún se encontraba dormido, intentando aún desperezarse para comenzar a preparar la noche familiar. Sin embargo, nosotros mientras tanto estábamos corriendo.
A la semana siguiente volvimos a salir: era la mañana de Nochevieja y Paco Jr., nos inmortalizó con su cámara digital, fotos que han ido apareciendo por este blog y que ahora vuelven a aparecer. Casi ha pasado un año y han sido muchas las carreras disputadas en un lugar en otro; en mi caso ha sido el año de mi debút en el Maratón de Madrid, y también Paco a saboreado el penetrante elixir de las carreras competitivas. Un año después en el que nuestra afición y amistad siguen intactas, por lo que el otro día apenas tuvimos que recordarnos que este año tenemos de nuevos dos citas. Serán muchas las obligaciones familiares o personales que podamos ambos tener, pero la familia que nos rodea siempre sabrá comprender que "nos vamos a correr por la Vega".
23 comentarios:
Estupendo post Jose Antonio. Es emocionante que en esos días tan señalado os unáis Paco y tu ha hacer km por esos sitios tan bello. El correr nos da ese estilo de vida, en vez de ponerte hasta arriba de aguardiente nos da por correr y disfrutar de esas charlas o silencios que encontramos por esos caminos. Un saludo Jose Antonio.
no estoy de acuerdo al 100% con lo del aguardiente
Y pensar que yo tengo que correr casi solo, no puedo hablar corriendo.
¡¡¡Esto es una hermosa elegía a la amistad!!!
Impresionante. Enhorabuena.
si me permiten tanto Paco como usted el instrusismo, querria acompañarles en esos paseos navideños, en los alredores de nuestro pueblo, y decir que esto del correr (aunque yo no me considere corredor... aunque despues de linares no se) si hace que conozcas gente, ahi estamos ambos, que siendo paisanos y compartiendo amigos y conocidos, sólo dabamos para un saludo de paisanos y poco mas, 42 km nos metimos en Madrid.... y esta vez si acudire si me permiten ustedes
Y es que correr Paco - ya lo sabes - es mucho más que eso. Esas tantas cosas que se pierden los que abominan correr.
Mario: Está usted invitado paisano, pero, eso sí, nada del ritmo de Linares. Será una salida más lúdica que deportiva. Ya quedaremos. Comprobarás de qué forma se ven la Vega en estos días tan especiales.
Jesús. amigo perezoso, todo dependerá del ritmo. A un ritmo muy tranquilo hablar si es posible, claro, no como en la barra de un bar, pero hablar sí que se habla.
En competición ya es otra cosa.
Esa elegía, amigo Patón, surge del sentimiento. Y creo que se nota. Gracias por tus palabras.
¡¡Hombre Mario he puesto hasta arriba de...ahora una copita con los amigos no lo dudes!! ja,ja.ja, por cierto Jose Antonio espero que nos veamos en Sevilla. Poco queda... Saludos
Fantástica narración de lo que implica correr, cuando a ello se une el disfrutar de la amistad y la charla en un entorno tan privilegiado como tuve el que tuve ocasión de compartir con vosotros el pasado domingo.
Esas tradiciones, como el correr en días tan señalados, es lo que sin saber muy bien el por qué, crea unos vínculos emocionales practicamente irrompibles entre los amigos, que a veces con una simple mirada o gesto, se dicen más que algunas personas que parlotean durante toda una vida.
Quienes no corren, no saben lo que se pierden, física y emocionalmente, como bien dices, pero por otro lado, valoro que esto no se convierta en la "manada", como otros movimientos sociales, porque tambien queremos evasión al correr. Como bien dicen este mes en Runner's...Correr no es de cobardes, lo es huir!!
Saludos
Excelentemente captado amigo Abel. Ya conoces el privilegio de nuestra Vega, y la predisposición de mis amigos para correr (mucho mérito como te comenté porque vienen del fútbol). En Nochebuena -¿te apuntas?- correremos por el mismo recorrido, ahora eso sí, de una forma más lúdica.
Paco: ¡ Bien contestado !, si es que Mario es de sábados noche tomar. Por cierto, Mario si te apuntas en Nochebuena, que creo que estás por la labor, no vendría mal un poco de anís a ca Marino. De hecho, en Navidad de forma muy moderada yo me permito tomarlo con un buen bombón de licor (no sólo de correr vive el corredor).
José Antonio, trataré de asistir a dicho encuentro si me es posible, y por el momento no tengo compromiso en contra. El otro día disfrtuté del trayecto enormemente, como ya he comentado.
Hoy comenzó mi particular "calvario" de comidas de empresa de Navidad con clientes, ya sólo me quedan 5. Espero el jueves retomar mis zapas y alejarme del langostino, del cava y del consiguiente humo fumado de forma pasiva.
Saludos con nocturnidad y sin alevosía
Sería una retirada muy razonable. Con suerte tan sólo asistiré a dos de estas comidas, sin contar las que puedan surgir con amigos, que no suelen ser muchas; pero eso ya es otra cosa, y además como éstos saben que me dedico a correr, comprenden mi retirada cuando comienza el vidrío a enseñorearse. En la mañana de Nochebuena nos esperarán 15 kms. y posteriormente si no existen prisas haremos una visita a alguno de los excelentes bares de mi pueblo; esperamos contar también con la presencia de Mario, que también es de Pinos Puente.
compae, transportarme a esos tiempos tan maravillosos, has hecho que la emoción penetre en lo más profundo de mi ser, hasta el delicioso olor del sudor en medio del esfuerzo casi ha llegado a mi olfato, o el acompasado ritmo de nuestros pasos en la soledad del campo. No me digas que no es pura épica. SUBLIME
Compae: Ahora comprendo lo de los lagrimones sobre el teclado que tanta hilaridad nos ha provocado hoy por teléfeno ¿ nos estaremos haciendo mayores ? Impresionante tu comentario.
Hola José Antonio.Soy Javi (javirunner), últimamente frecuento el blog de nekerun.A partir de ahora seguro que haré lo mismo con éste tuyo, porque le das una dimensión espiritual al correr muy necesaria, que siento como mía yo también. No he podido leer con atención todos los comentarios de este post (estoy de guardia ahora mismo en un instituto) pero me gustaría saber qué días exactos y hora tenéis pensado salir a correr en Navidad, puesto que vivo en Churriana de la Vega y estaría interesado en acudir a esas citas, siempre que no os importe, claro.
A pesar de que tengo que ir a mi pueblo de Jaén en estas festividades, haré lo posible por escaparme con vosotros y disfrutar de la vega acompañado, por primera vez.
Un saludo y mis felicitaciones por el blog.
Como sigáis sumando gente a las convocatorias atléticas, la autoridad competente os va a declarar manifestantes sediciosos y peligrosos.
Yo me uniría a las mismas si:
A.- Fuese capaz de aguantar vuestro ritmo.
C.- Fuera capaz de llegar al punto de partida (contando con que no conduzco)
Ergo...
¡¡¡Que lo disfrutéis mucho y bien!!!
PD.- Y contadlo luego.
ambas premisas no tienen peso
Bienvenido Javirunner: Como dice Patón pronto seremos un grupos sedicioso. Muy fácil: indicaré en el blog el día, lugar y hora y basta con estar allí unos minutos antes. Los que estemos salimes porque al contrario que lo que ocurre en el fútbol no tenemos que esperarnos. La próxima salida tal vez sea en Nochebuena, ya lo indicaré. Saludos.
Patón: lleva razón Mario, el no conducir no implica problema: autobús, otros corredores que vamos desde Granada; y el ritmo, pues tampoco, ya que cuando se hacen grupos de corredores, se adoptan distintos grupos y se crean grupúsculos, y siempre habrá gente pareja a tu ritmo.
grupúsculo.
(Del fr. groupuscule).
1. m. Grupo poco numeroso de personas que interviene activamente en algún asunto frente a otro u otros grupos mucho mayores.
Compae para la salida de Nochebuena ya tienen confirmada su asistencia:Los cominos, Salvador el Merlu, , balin, Los Carboneros, El chirichi y Garules.
Patón , acompañanos te puedo asegurar que nuestro ritmo si que es tranquilo , nos da tiempo a ir cogiendo caracoles.
Lo malo es que el día de Nochebuena, trabajo. Salimos antes, pero creo que me toca currar lasta las 13.30. Y mira que el plan que habéis montado es apetecible, vive Dios!!!
Compae, me parece que te ha faltado el Navarrete, todo dependerá si abre o no el estanco. Será un día de disfrute, sin prisas, saboreando nuestra Vega.
Lástima que trabajes amigo Patón, per habrá más quedadas. Lo contaremos y espero haya fotos.
Por mi parte, como ya anuncié hace unos días, salvo catástrofe, allí estaré para disfrutar de un día de disfrute corriendo, que para machaques ya están las carreras y las series.
Yo acudiré desde Granada y a disposición de quien lo necesite queda ofrecido mi transporte.
José Antonio, ¿que tal va la preparación para los Palacios?, que no nos dices nada.....estás agazapado como quien acecha a la presa...en tu caso...devorar tu plusmarca.
Saludos
Inseguro, Abel, inquieto e inseguro, entrenando poco porque siento las piernas cansadas y con un medio resfriado. En esas condiciones supongó que habrá que dejar para mejor momento mi "plusmarca", pero salvo imponderables, allí estaré en la campiña sevillana, yendo a por todas. Hablaré de todo ello. Saludos y esperamos verte el 24.
Publicar un comentario