CORRER CON LA CONSTITUCIÓN

Los 8 kilómetros aproximados que he llevado a cabo a las siete de esta tarde (martes, 4 de diciembre) han dado la medida de las sensaciones actuales, algo que es determinante cuando estamos a unas pocas horas de correr otra prueba larga, que en este caso será -como conocéis los más asiduos de este blog-, la VII Media Maratón de las Minas, en la ciudad de Linares el próximo día de la Constitución a las 10 de la mañana. Opté por no ir a Córdoba porque no encontraba la forma precisa para bajar la marca del año anterior, pero sí me mentalicé -otra cosa distinta serán los resultados- para dar todo lo posible en la Media Maratón Sevilla-Los Palacios del próximo día 16 de diciembre. Por medio se encontraba esta Media Maratón de Linares, mucho menos mediática y participativa y, casi desde el primer momento, decidí correrla para lo que me propuse en ésta un ritmo aproximado de ente 8 o 10 minutos por encima de mi actual marca, básicamente con la idea de no desgastarme demasiado para la Media de Los Palacios, diez días más tarde. Además, como ya comenté, están de por medio los días prefestivos, que siempre son peligrosos por aquello de las copas, las comidas, los trasnoches, si bien ya anuncié que no estaría inmerso en muchos de éstos saraos y me dedicaría a entrenar más que a ver el amanecer a través del vidrio. Así, que el próximo jueves a las 10 de la mañana estaremos en Linares para correr esta media maratón -espero- con nuestro amigo bloguero Nekerun, con el ya coincidí y conocí en la Carrera de San Antón de Jaén y en la prueba del Circuito en Loja, además de estar en contacto casi a diario con nuestros respectivos blogs.
Y decía al principio que las sensaciones experimentadas en el entrenamiento anterior a una prueba siempre son decisivas, así que las de hoy han sido muy buenas, encontrándome en todo momento liviano y fuerte, no percibiendo en ningún momento el paso de los kilómetros; y principalmente he sentido que las sensaciones han sido inmejorables en el último cambio de ritmo de unos 400 metros, en los que apenas he sufrido los efectos del lactato a pesar de ir muy fuerte en ese tramo último. Por tanto estiramiento y ducha a la espera de ver como transcurre la prueba en la segunda población jienense.
Pero es cierto lo que comentaba Abel, si te encuentras bien es muy difícil ir frenado en una prueba de competición. Resulta tremendamente complicado ir por debajo del ritmo que espontáneamente va surgiendo gracias al entrenamiento. No obstante, a pesar de que ese elemento será un inconveniente intentaré en todo momento no bajar de los 4'40'' o 4'45'' el kilómetro, algo que es vital si en realidad deseo correr en Los Palacios en torno a 4'25''. Pero, claro, son meras hipótesis porque luego será la carrera la que te pondrá en tu sitio, para bien o para mal.

Y sobre carreras y estados físicos y anímicos, soberbia me ha parecido la entrevista realizada a Haile en el ejemplar de Runner's de noviembre. Cada una de sus respuestas se convierten en antológicas y nadie que corra debería de perdérselas. La sencillez del campeón, su humildad, sus permanencia en la tierra, hacen del etiope no ya un excepcional atleta sino una excepcional persona, algo que deja en franca evidencia a tantas estrellas del deporte, siempre tan presuntuosos o supervalorados. Dos perlas de la entrevista: los sabios consejos que ofrece a quienes corremos y su enorme humanidad cuando unas horas antes de batir el récord del mundo en el último Maratón de Berlín, sentado en la habitación del hotel y con la tarde metereológicamente inestable, se pregunta: ¿ Qué hago yo aquí ?. Simplemente conmovedor.