CORRER, CONVERSAR, COMER, BEBER ( Y NO NECESARIAMENTE POR ESE ORDEN)

No estaba previsto, pero lo cierto es que a las 16,15 mi amigo y compañero Antonio Membrilla (a la derecha de la foto), que corrió la Media Maratón de Granada última, y yo, aún estábamos contándonos las excelencias del vino en Oliver, donde una sólida barra franqueaba nuestro contacto con el buen Jose, que ya estaba a punto de acabar su jornada laboral. Pero lo curioso es que un poco antes Jose y yo habíamos compartido algunas viandas y un magnífico rato de conversación en torno a un excelente vino y una excelente ternera.

Santi (parapentista y ciclista) a la izquierda y Antonio Membrilla (buen jugador de tenis) a la derecha, en Oliver.

Esa conversación, como el vino y las viandas, se deslizaba con la sutil naturalidad de los mejores momentos o las mejores compañías y giraba en torno - no podía ser de otra manera- a nuestro mundo de corredores. Resulta que Jose tiene, entre sus muchas virtudes, la de vislumbrar asuntos profundos con la misma naturalidad con la que corre, habla o te sirve un café. Y en esta ocasión me comentaba que su entrenador pensaba que iba a descansar algún tiempo tras su "pinchazo" en el Maratón de Sevilla. Pero a Jose le había extrañado esa apreciación de su entrenador, con el que lleva ya algunos años; así que Jose le comentó que no, que para nada había bajado la guardia, aunque es obvio que se encuentra algo cansado. De ese tema saltamos a otro similar, relacionado con la apreciación del mundo por parte de los corredores, así que fue en ese momento cuando le dije a mi amigo que su conversación me estaba inspirando una entrada en el blog.

José, entre los primeros en la Prueba de Fondo "La Industrial", de Armilla.

Al hilo de ese interesante asunto de la apreciación del mundo del corredor, comenté a Jose el excepcional caso de nuestro amigo Francis Rodriguez Tovar, uno de los mejores corredores granadinos. Jose ha entrenado con él a las 7 de la mañana en días normales, y sabe que es muy difícil hablar con él pasadas las 9 de la noche. Por tanto, con el paso del tiempo Jose ha apreciado que Francis es como un reloj que jamás se salta un entrenamiento y que no acudiendo a la cita que hubieran programado, él indistintamente no espera y se va a su circuito a entrenar, "José Antonio, yo disfruto desayunando con mis amigos trás la sesión de entrenamiento matinal", me comentaba Francis tras la terminación de la Prueba de Fondo de Albolote, y son esos aspectos los que hacen de Francis una persona excepcional y un corredor muy consecuente, atributos que suelen ser comunes en grandes campeones. Pero resulta - le comentaba a José mientras comíamos- que en este mundo existe mucha gente que interpreta la existencia en función de sus entrenamientos, algo que les convierte en virtuosos de este complejo y excepcional mundo.

Francis, a escasos metros del grupo de cabeza en "La Industrial" (poco tiempo antes de había proclamado campeón de España de Medio Maratón, en su categoría).

Como causas del pinchazo Jose se preguntaba si probablemente algo falló en su preparación (igual que se preguntaba Paco Montoro en su blog). Y Jose -que suele afirmar casi interrogándose- sostenía que durante varios sábados tuvo programadas series en cuesta, por lo general miles, y que tras la paliza de trabajo y entrenamiento durante toda la semana llegaba a hacer las series muy agotado, de manera que no las hacía, o no hacia todas las que tenía programadas, de manera que, barruntaba, que ahí podría estar la causa de ese pinchazo. "Ya sabes Jose que cuando algo falla en la preparación para Maratón, esos se suele pagar a partir del 35 más o menos". Y razón no le falta, si bien no hay que desdeñar que además de causas físicas, también las cuestiones psicológicas juegan un papel importante ante el reto de la distancia de Filípides.
De esa manera transcurrieron los treinta minutos aproximados que Jose se da para almorzar, para luego seguir trabajando. Me despedí, pero al poco llegué de nuevo a Oliver con varios compañeros de trabajo; y yo, que no suelo llevar a cabo demasiadas sesiones de cerveceo y tapeo a mediodía hoy me encontraba con cierta gana, tal vez porque era el último día de la semana laboral y ya habíamos probado un mosto de Alhama de Granada que atesoraba muchas virtudes. Pero tenía hoy 15 kilómetros por la Vega de Pinos Puente, si bien también tenía ya varias cervezas y varios vinos y ya eran casi las cuatro. Las tardes ahora son más largas y confíe que un buen sueño acabaría con la leve presencia etílica. Pero no, la apreciación era más esperanzadora que real. Y aquí estoy con no demasiado buen cuerpo y sin haber corrido un metro.
Pero es algo que ya no me importa tanto como sí me importaba hace algún tiempo. Y de eso también hablaba con Jose. Programar un entrenamiento como algo obligatorio siempre hace que éste sea mucho menos placentero; al tiempo que ir dejando que pasen los días e ir postergando los entrenamientos, también puede ser frustrante. Tal vez, como diría Agustín de Hipona, en el término medio está la virtud. Hay que buscar el eclecticismo también en el correr.
Mañana no se podrán postergar esos 15 kilómetros, a sabiendas que el domingo habrá otros tantos con el Grupo de Las Verdes. La postergación excesiva también puede convertirnos en meros espectadores en detrimento del corredor que hemos atesorado a lo largo de mucho tiempo.

ADDENDA:

Mañana no tendré mucho tiempo, así que os emplazo amigos Verdes (presentes y futuros) a quedar el próximo domingo a las 11 horas, en el sitió acostumbrado: La Cruz de Granada. Desde allí nos desplazamos hacia el Campo de Fútbol para hacer la ruta que propuso mi Compae. Nos vemos pues.