viernes, 1 de agosto de 2008

PABELLÓN DE REPOSO



Hans Castorp no imaginaba que la visita a su primo Joachim en aquel intempestivo sanatorio de los Alpes suizos pudiera ser su pabellón de reposo casi definitivo. Una mirada de indiferencia los primeros días le bastaron para creer -más que afirmar- que su estancia allí sería efímera. Pero en términos hipocondríacos pudiera darse la enfermedad a la inversa: se está sano y de tanto considerarlo se puede acabar enfermo.
Y es algo que no quería que me pudiera ocurrir en mi vuelta a los caminos. Aunque nunca es posible saber con exactitud cuando estarás preparado para calzarte las zapatillas, existe alguna señal en el organismo o en la mente o en ambos sitios que te avisan, o al menos te ponen en la pista para suponerlo. Igual que existe un oído para escuchar las lesiones, existe otro para saber cuando la lesión ha dejado de surtir efecto. Por eso tenemos dos oídos, supongo.
Así que transcurridos esos 26 días alojado en mis Alpes suizos particulares, me dije que ya era tiempo de salir del pabellón de reposo, para que no sucediera igual que sucedió con el alemán sensible, protagonista de la Montaña Mágica. Y me tiré al ca
mino. Aunque en realidad no fue una "tirada" la que hice. Fuí convincente, anti-impulsivo y comedido. Actúe con cabeza. Pero eso sí, conté con una ventaja con la que no contó Hans, no me enamoré de rusa alguna en ese periodo áulico porque mis asuntos sentimentales estaban ya de antes mucho más que resueltos.
Y después de la
primera ruta de cuatro kilómetros ha venido otra de cinco y medio.



Comencé por necesidad orográfica por una acera corriendo -la que está justo a la salida del portal de mi piso, como ocurre a la salida de todos los pisos, en todos los portales- y me alarmé al sentir un pinchazo en la zona afectada. Pudiera ser -pensé casi en voz alta- que he de buscar todavía los terrenos blandos como advirtió la facultativa. Y efectivamente, cuando comencé a tocar terreno blando, en el parque que se observa e
n la foto, justo al lado de mi casa, el dolor desapareció.
Curiosamente esa zona de la foto siempre la utilizo para cuestiones totalmente dispares: para hacer series de 400 y para comenzar a salir del pozo de la lesión. Es así de ambivalente el terreno. Por tanto, tras no sé cuantas vueltas a ritmo muy sosegado, observando los limoneros y las adelfas del parque -qué otra cosa podía hacer- acumulé varias vueltas y el total de kilómetros antes indicados.
Pero mañana volveré a la selva. Al exterior. A los caminos exentos de civilización. A los caminos dotados de acequia árabes y vegetación por doquier. Volveré a la Vega.
Trotaré por la tarde, a partir de las 20 horas. Y ya me atreveré con ocho kilómetros porque respondiendo bien a esa distancia espero no tener que volver a hacer menor de diez si mi integridad física me lo permite.

5 comentarios:

Paco Montoro dijo...

Ahora, después de este parón involuntario, es el momento clave de reencontrarte con tu Vega granaina, y de que mejor manera que corriendo esos 10 kms que sin dudas disfrutaras.
Saludos

Gregorio Toribio Álvarez dijo...

Ya veo que vas a ir volviendo a la normalidad poco a poco. Yo he hecho lo mismo en julio (nada que ver con el año pasado que tenía una forma estupenda). Lo máximo que he hecho han sido tiradas de 10 km cada día a ritmos de 5' el kilómetro. Ahora ya si está recuperada la lesión de La Ragua y espero que me sirva de lección.

Puedo aconsejarte que sigas poco a poco, a ritmos lentos y sin dejarte llevar por esas mentes que se nos calientan pronto y nos dicen que ya estamos bien, cuando en realidad no es así. Quizás sea preferible ir lentamente que por tener prisa volver a perder una o dos semanas como a mí me ha ocurrido al principio de julio.

El domingo ya me voy para Lacalahorra y algún día haré parte de aquel memorable recorrido que hicimos hace poco. Seguro que me acuerdo de vosotros (Las Verdes) cuando por la verde montaña trote un poco.

Suerte en este mes de agosto porque de Internet poco tendré seguramente.

Anónimo dijo...

hola jose antonio en primer lugar desearte pronta recuperacion y permitame que te haga una pregunta: habeis ampliado el club de las verdes porque en la prueba de gabia (que por cierto este año ha mejorado bastante con rifa incluida de pulsometros y jamones aparte de tener marcados los kilometros etc )ha habido bastante gente que ha corrido la prueba con el club de las verdes feminas incluidas, por otro lado decirte que te hemos echado de menos esa semana larga que no has colgado nada por culpa de la informatica, espero que estes recuperado mdel todo para la media de motril y si no es asi tu tranqui que ya vendran mas pruebas saludos de roberto

José Antonio Flores Vera dijo...

Ha merecido la pena esperar, Paco. De nada vale arriesgarse para volver a recaer. Espero que la recuperación sea efectiva. Hoy me atreveré con diez kilómetros.

Te esperan días de disfrute en tu tierra de La Calahorra, de tan intenso recuerdo para nosotros. Disfruta de aquellos parajes.

Roberto: Llego algún tiempo fuera del circuito como has comprobado, y me temo que tampoco estaré en Motril, como sí anuncie, pero no será por motivos de lesión sino de viaje. El grupo de Las verdes sige sin féminas, aunque dos de ellas -verdes colaterales-ya están dando sus primeros pasos y esperamos que pronto debuten. Yo les he sugerido una carrera asequible: Atarfe, en Octubre-noviembre. A tí te veo tan animado como siempre. Eso está bien. Saludos a todo el club de Armilla.

Anónimo dijo...

La Montaña Mágica de Thomas Mann... un libro de los que no se puede prescindir... igual que de correr.!!
Mucho ánimo a todos/as los que mañana se atrevan con la subida al Veleta.