jueves, 29 de mayo de 2008

LOS SÍMBOLOS DE LA HISTORIA (DIARIO IDEAL)

Amigos y amigas: siento incumplir de nuevo. Tal y como indica mi amigo y Alter Jesús Lens, la entrada del Proyecto Florens se retrasa un día más. Involuntariamente. Ya vaticinaba que iba a ser una semana movida para este blog y hablaba de la posible publicación de un artículo. Y éste ya está aquí. Se trata de una reflexión - de la que hablé en su día con Jesús Lens, tomando unas verdes o corriendo en esos primeros kilómetros de calentamiento -, sobre la Historia y sus símbolos. Es una reflexión que espero la podáis rebatir, argumentar, apoyar, en fín, lo que penséis sobre esta cuestión. No me es posible colocar la foto que sí ha insertado Ideal, en la edición en papel, argumento que da entrada al artículo.

Os reproduzco el artículo completo, así como el enlace por si deseáis leerlo directamente en la versión digital de Ideal. No obstante, los artículos leídos en papel siempre ofrecen al lector mejores sensaciones. Si optáis por esa vía tradicional y, desde mi punto de vista, preferible lo podéis hacer consultando Ideal, tanto en la versión de Granada como la de la Costa, Almería o Jaén.

Pero no olvidéis dirigiros a la parte última del periódico para leer el imprescindible artículo, perfectamente maquetado, de Jesús Lens sobre las secuencias de cine que nos han acompañado y nos acompañarán en nuestra vida. No obstante también podéis leer este artículo en su bitácora Pateando el mundo.
Pero recordar que justo debajo del artículo hablamos de un entrenamiento muy especial y muy aconsejable que seguramente os tentará hacer algún día.
SÍMBOLOS DE LA HISTORIA

LA polémica que surgió hace algún tiempo en torno a la retirada en Madrid de una estatua ecuestre de Franco por el Gobierno central, podría plantear interrogantes acerca del valor simbólico de estatuas de personajes tristemente célebres que se exhiben en calles y plazas de nuestras ciudades. Algo parecido ocurre con la toponimia.En mi opinión ensalzar con la presencia pública de una estatua a determinados personajes me parece obsceno; defender la no retirada de una estatua de estas características, incalificable. Distinto sería que existiera la posibilidad de que éstas estén contenidas en lugares públicos de visita -museos, exposiciones, etc., - donde sea posible seguir teniendo presente lo que nunca debió pasar -dictadores de cualquier pelaje, tiranos recalcitrantes,-.La colocación de estatuas de personas de esa ralea en lugares públicos es siempre polémica; en cambio, la preservación histórica, incluso simbólica, es siempre necesaria: ¿por qué olvidar lo ocurrido?Cosa distinta es el patrimonio legado consistente en obras civiles, militares o religiosas que no personifican a nadie, aunque, en determinados casos, también son testigos mudos de épocas desafortunadas de la historia. Obras que fueron realizadas a iniciativa de dictadores y tiranos para calmar la propia megalomanía y que en la mayoría de los casos se hicieron a costa de dinero público, desatendiendo de esa manera a quien más lo necesitaba para vivir (el pueblo), o bien, obras que exigieron en su momento una importante mano de obra mal pagada, obligada en la mayoría de los casos e incluso fenecida ante la dureza y el peligro de las técnicas de construcción antiguas. Todo eso podrá ser cierto, pero nada de lo construido meritoriamente a lo largo de la historia está exento de onerosidad. La cuestión acerca de si la construcción de todas estas obras -algunas de ellas verdaderas piezas artísticas-, obedeció a la idea de perpetuar una dominación por parte de un tirano o bien respondió a un verdadero impulso artístico siempre está presente, aunque son disquisiciones que el paso del tiempo se ha encargado de borrar, adquiriendo ya el carácter de patrimonio legado al tiempo que es historia testifical.En mi opinión, no creo que sea necesario que perdamos ese tipo de memoria histórica consistente en obras civiles, miliares o religiosas. Admiramos una catedral por sí misma, y el tiempo se ha encargado de borrar todo lo desagradable que la construcción de ésta haya podido conllevar, permaneciendo la esencia artística de la misma (independientemente de la carga religiosa que conlleve). Los acontecimientos del pasado, buenos o malos, después de que sucedan y pierdan su carga emocional o ideológica, seguramente, ya se integran en el concepto historia o en el concepto arte; o en ambas cosas, algo que negar no es posible. Es más, ya se convierten en materia de conocimiento y precisamente desde esta perspectiva es posible analizar lo sucedido con un carácter más científico: el que ofrece la distancia y la falta de arraigo sentimental. En ocasiones los sucesos históricos serán estudiados para que no vuelvan a suceder, en el supuesto de que lo sucedido haya servido tan sólo para empequeñecer a la persona y denigrarla; en otras ocasiones convendrá recordar lo sucedido porque ese hecho ha ayudado al ser humano en su devenir -el complejo sistema del acueducto romano, por ejemplo-. En definitiva, lo que ya ha ocurrido es historia y conviene tenerlo presente para bien o para mal. Si porfiadamente elimináramos todo lo que simboliza la historia de una país -España por ejemplo-, pocas serían las señas de identidad a las que acudir para poder interpretar esa historia, ya de por sí difícil de objetivizar. Para muchos, a modo de ejemplo, la llegada de los pueblos árabes a la península hispánica fue una invasión; en cambio para otros significó un avance cultural. Otros dirán que los verdaderos hispanos eran los visigodos, que además se convirtieron al catolicismo después de su militancia arriana; en cambio otros dirán que este pueblo llegó a nuestro territorio de manera no solicitada por los antiguos hispanos. Por todo, es conveniente identificar los sucesos pasados como algo que ocurrió sin más. Estudiarlos desde la óptica de quien desea conocer lo más objetivamente posible qué ocurrió. Sencillamente de eso se ocupa la historia y ésta no es nada sin el patrimonio heredero, pero -insisto- no considero que sea patrimonio histórico mostrar en calles y plazas ninguna estatua de cualquier personaje tristemente célebre, ya que no se persigue con ella mostrar estilo artístico alguno sino perpetuar lo que, tal vez, nunca debió existir.

9 comentarios:

Antonio dijo...

He leido tu artículo, es un tema muy delicado, lo abordas bien, pero se podría ahondar más, ¿por qué se quitan estatuas de Franco? mientras se mantienen la de otros reyes absolutistas, o se ponen en málaga la de Canovas del Castillo, si sus ideas hoy serían consideradas como más radicales que la del mismísimo Franco, por qué a la vez que se demantela las imágenes de dicadores contemporaneos se alava al espadón de Loja, siendo un dictador, qué pasa con los nombres de calles y plazas dedicados en nuestro país a terroristas de ETA.
No soy partidario de dejar las estatuas de Franco, pero, ¿sólo sobran éstas?. En cuanto a otros monumentos, pienso, como tú, que hay que dejarlos tal y como están, y saber que es sólo eso, historia de España y que no hay que intentar convertir esos simbolos en motivos de disputa de Españoles de hoy, a los que, en su inmensa mayoría, nos quedan tan lejos como El Escorial.

José Antonio Flores Vera dijo...

Como habrás comprobado amigo, abogo por la eliminación de estatuas en calles y plazas para dejarlas en lugares de visita pública, como museos, exposiciones,etc. Eso sería lo más coherente. Y claro, se podrían poner más ejemplos, pero elegí el de Franco por ser el caso más reciente, pero igual se podría extender a demas personalidades nefastas de la historia ¿No crees que lo que ocurre es que se relativiza todo con el tiempo ? Yo creo que no hay que sucumbir a ese error del paso del tiempo, porque si el personaje fue un tirano lo será siempre, de acuerdo. En cuanto a monumentos civiles y religiosos si considero que han de estar porque evoca historia, además de arte. Igual opino en cuanto a nombres de calles. Algunas denominaciones como esas de etrras que mencionas deberían ser un delito. Y me hubiera gustado profundizar más, pero, ya sabes, en un periodico todo es más efímero. Excelente tu reflexión.

Anónimo dijo...

Peliagudo asunto: creo que habría que retirar todas las estatuas que aludan a dictadores y gente de dudoso recuerdo. Para ello, como dices, José Antnio, están los museos, pero no en calles y plazas. Por otro lado, la historia no se puede obviar, igual que el arte, luego sería complicado determinar cuáles sí y cuáles no, pues algunas obras pueden conllevar connotaciones positivas para unos y negativas para otros. En cualquier caso, estatuas de dictadores (sean como sean), calles de terroristas y personajes infames deberían retirarse, pues no para enorgullecerse unos van a sufrir otros.
Buff, vaya tema.

Jesús Lens dijo...

Es un tema delicado. Creo que este tema lo hablamos a resultas de la charla de Serrano y Sopeña, sobre la búsqueda de la verdad.

La historia es lo que pasó.

Vale.

Pero ¿quién sabe lo que pasó? Porque a lo que llamamos Historia, en muchos casos, no es sino la narración interesada de unos acontecimientos.

¿Qué pasó el 11-M?

Losantos está ahora mismo en un juzgado, precisamente, por ese tema. Y hablamos de algo que pasó hace cuatro años.

Mantener estatuas de franco es una vergüenza. Como tener las de Sadam en Bgdad o las de Stalin en Moscú.

Ahora bien, ¿dónde ponemos el límite espacio-temporal a las figuras históricas? ¿En el siglo XIX? ¿En el XVIII?

¿Es razonable que haya estatuas por ahí de Santiago Matamoros o echamos abajo el Pórtico de la Gloria? O le cambiamos el nombre y le ponemos Santiago Amamusulmanes...

Total, que tu artículo hace lo mejor que puede hacer un artículo: plantear dudas, preguntas, etc.

José Antonio Flores Vera dijo...

Si, coíncido con vosotros, es un tema muy peliagudo y sabía a que preguntas y dilemas me iba a enfrentar al redactarlo. Son de esos temas que te planteas pero que da yuyo tocar, pensad en lo de la memoría histórica, por ejemplo. Y como dice Jesús, ¿ dónde está el límite temporal ?; ¿ El paso del tiempo suaviza al tirano, al crápula, al dictador y lo hace más integrante del ideario popular que de lo que realmente fue? Dificil tema para abordar. Efectivamente, el artículo hace lo único que puede hacer: plantear, preguntarse. Es un tema que ofrece material para un ensayo...

Antonio dijo...

No os acompaño esta tarde, saldré algo mas tarde por cuestiones laborales, de todas formas voy a ver si hago unos 400, a medio gas pero para recordar al cuerpo lo que se el aproxima.

Por cierto Javi he visto Kayano 13 entre 70-80 euros

Anónimo dijo...

Ya están hechas, 3x3-400, despues de mas de un año desde que hice mis primeras series, creo que hoy he hecho las mejores, no por velocidad, la más rápida ha sido a 1:25. Lo bueno es que he empezado a 1:37 y he ido bajando 4 segundos clavados por bloque, saliendo más o menos 1:37,1:35,1.33-1:33,1:31,1:30-1:29, 1:27,1:25, de tal forma que podía haber metido una nueva tanda mas fuerte, pues me enontraba con ganas, pero he preferido reservarme. Bajando unos segundos los tiempos creo que esta es la mejor forma, pues mientras las iba haciendo me iba encontrando mejor, acostumbrando el cuerpo a sufrir.
Se nota que estoy contento, una lástima que no hayas podido venir Victor.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Tema polemico el que expones en tu artículo compae.
Mi opinión personal sobre el mismo es que estoy de acuerdo en que se retiren de la vista, no solo de los que pueden sentirse heridos en sus recuerdos ó principios, sino támbien de las personas que nos visitan , que no comprenderán que esas cosas sigan todavia presentes en un pais como el nuestro, que se supone está en los primeros puestos en democracia en el mundo.MENOS SENTIMENTALISMO Y MAS CULTURA.
Reciba un fuerte abrazo Sr. Flores.

José Antonio Flores Vera dijo...

Compae, comparto tu punto de vista. Demasiado daño hiceron los tiranos para tener que recordarlos en cada esquina. Ahora bien, la historia no debe olvidarse, para eso están los museos y las exposiciones. Estupenda reflexión la tuya.
Al final, hemos arreado por esos caminos Mario y yo, con una excelente recta desde Ánzola sumergidos por esa lluvía que nos ha sorprendido y nos ha llenado los pulmones de frescor y estupendo olor a tierra. Hubieras disfrutado. Hicímos la ruta del Olmo negro, a una media de 4,45-4,50. Hemos pasado toda la carretera con lluvia fuerte y a ritmo excelente, ya digo, hubieras disfrutado.