En principio, en los días anteriores, los integrantes de este conocido grupo de las Verdes, no nos mostramos especialmente locuaces en cuanto a qué tirada hacer el fín de semana. Habíamos expresado nuestra intención y deseo de reunirnos el mayor número posible de miembros y hacer una ruta larga, de esas que se quedan en la retina, que contuviera elementos épicos, que destrozará las piernas, pero que también estuviera plagada de anécdotas, porque éstas siempre surgen. Nada claro había sobre el lugar, la hora, el cómo y el por qué. Unos se inclinaban por llano y otros por cuesta. Así que ya estando las horas del viernes muy avanzadas, con un arrojo decisivo Javi vino a decir en este blog que mira las horas que son y sin saber si vamos a salir o no; a mí, que me corresponde en alguna medida catalizar las opiniones a través de esta bitácora, no decía mucho: me había pegado una paliza dos días seguidos y no sabía si estaría dispuesto para otra paliza el sábado; por su parte, parecía escucharse el eco de Antonio con su famosa: ¡¡quedada, quedada!!, mientras que Abel, se encontraba fuera de Granada, Víctor cargaba con su dolencia de rodilla, Paco jugaba al fútbol, de José Manuel nada sabíamos y Jesús, sí, había sido explícito y conciso: "Contad conmigo". Por lo tanto, ya entrando casi en la jornada del sábado anuncié: necesito algo llano y no muy largo. Y, contundentemente, Javi terció igualmente contundente: "en Pinos Puente a las 17,30, pero no menos de 17 kilómetros."
El sábado por la mañana hablamos Antonio y yo por teléfono y aprecié en su tono de voz una sugerencia, instándome a que cambiáramos la ruta: la Vega, tanta llanura no me anima precisamente, vino a decir. Necesito mar o sierras. Claro, mar no iba a poder ser, pero sí podíamos buscar una ruta más quebrada. Así que pensé en hacer la ruta de los Montes Orientales, en dirección a Tiena.
La media Luna de Búcor, una destacada obra civil de principios de siglo, en el kilómetro 2,5 del recorrido.
Por esa ruta había corrido en bastantes ocasiones. Paco y yo siempre habíamos ido a Búcor, pero no más allá. Y hacía tres semanas que yo, en solitario, había llegado al cruce de Tiena, antes de encarar la cuesta diabólica. Pero no había subido al pueblo. Así que nada más apearnos de los coches solté: ¡nos vamos a Tiena! Y claro, percibí cierto estupor e interrogación en el rostro de los miembros de Las Verdes, que habían asumido que haríamos un recorrido por la Vega. "Tiena está por los Montes Orientales, no conocéis la zona". Efectivamente no la conocían, excepto Víctor, que sí tenía alguna idea de la ruta, aunque nunca llegó a entrenar por allí. Y fue en ese momento cuando comprendí que aquel grupo de amigos corredores tenían fe ciega en la ruta que propusiera, pero ¡no la conocían !; ¡Nada sabían de su dureza ! "No es un paseo", les advertí. Y heme allí rodeado de un valiente grupo de corredores, que nada objetaban a una ruta que barruntaban dura, seguramente.
Vista de Moclín, a cuyo municipio pertenece Tiena. Impresionante sus castillo, uno de los más destacados de la zona en época nazarí. Seís duros kilómetros separan a Tiena de Moclín, por un puerto de montaña.
Conocía perfectamente que iba con gente preparada para correr esa ruta dificultosa. Gente que se había forjado en los caminos y en las carreteras. De entre los cinco integrantes tres habíamos corrido un Maratón y varias Medias; y otros dos ya conocían esa Media distancia de 21 kilómetros sobradamente y sus entrenos normales estaban muy cercanos, si no por encima de esa distancia. Por lo tanto, problema en cuanto a que pudiera desmembrarse el grupo no lo había. Y con ese ánimo marchamos, a un ritmo tranquilo, pero en absoluto trotón, con escaramuzas de Víctor y Antonio incluidas. Por una carretera rompepiernas y con un paisaje totalmente distinto a los acostumbrado por aquellos lares, zona más propia de Vega (Pinos Puente, es una frontera natural entre la Vega y los Montes Orientales). A nuestra izquierda el río Velillos, a nuestra derecha peñascos y olivos. Con esos elementos nos encontramos a los 37 o 38 minutos de recorrido con el cruce de la bestial cuesta de kilómetro y medio que desembocará en la pedanía de Moclín. Y allí ya cada cual funcionó a su suerte o de acuerdo con sus posibilidades. Al poco el grupo se alargó: por delante Antonio y Víctor y por detrás Javi, quien esto suscribe y Jesús. Las distancias se fueron acrecentando hasta llegar arriba.
La vuelta, tras refrescarnos en un pintoresco pilar al que nos conducieron unos niños, fue otra historia. Aprovechando el buen terreno hasta llegar al Cortijo de Enmedio -que estuvo en los años 80 inmerso en experimentos de Reforma Agraria, en una zona muy dada a contar con una clase jornalera muy concienzada políticamente-, Javi destapó el tarro de las esencias y, claro, el malagueño que no "soporta" esas iniquidades se lanzó a por el jiennense. Y a la zaga, atento, Víctor. Inmediatamente, observé que aquel ritmo nada tenía que ver con el de bajada de Tiena, pareciéndose más al ritmo de competición que al de entreno. Así, que voluntaria o involuntariamente todos apretamos el paso. Para intentar amortiguar un poco el ritmo, me coloqué conscientemente el último del grupo, siguiendo la estela de Jesús, pero las piernas iban raudas para todos, observando que Víctor y Antonio, lejos de aminorar apretaban, comprendiendo Javi que no era eso lo que quería provocar. Y, claro, llegado ya a este punto, con ese tarro de las esencias ya en desbandada, cada cual adoptó el ritmo que pudo. Fue cuando percibí que no sentía las piernas y que para nada iba a entrar en esa batalla en ese estado, así que sin dejar de ir alegre -como íbamos los tres perseguidores -, opté por buscar mi ritmo. Iba con Jesús y Javi por delante, unos metros adelantado. Fue cuando aquel me dijo: "José, tira tú". Casi no dije nada, pero negué con la cabeza. Pero ya no había tregua. Antonio y Víctor cada vez se alejaban más y yo me situaba a pocos metros de Javi. Un poco más atrás quedó Jesús, al que opté por esperar un poco, temeroso que pudiera coger la ruta equivocada. De todas formas -me dije- no voy a avanzar mucho más. Javi siguió su ritmo y nosotros el nuestro. Y sí, comprobé que Jesús venía algo tocado, pero en absoluto trotón. Su fortaleza la demostraba a cada paso. Y también su decidida voluntad.
La llegada a Pinos Puente se hace a través de una cuesta, no demasiada pronunciada, pero excesiva ya a esas alturas. La superamos con tranquilidad y al llegar a Pinos Puente, comprendimos que esa ruta es necesaria llevarla a cabo para poder sentirte corredor, y sin embargo, -paradójicamente- ya hay que serlo para hacerla con garantías.
El sábado por la mañana hablamos Antonio y yo por teléfono y aprecié en su tono de voz una sugerencia, instándome a que cambiáramos la ruta: la Vega, tanta llanura no me anima precisamente, vino a decir. Necesito mar o sierras. Claro, mar no iba a poder ser, pero sí podíamos buscar una ruta más quebrada. Así que pensé en hacer la ruta de los Montes Orientales, en dirección a Tiena.
La media Luna de Búcor, una destacada obra civil de principios de siglo, en el kilómetro 2,5 del recorrido.
Por esa ruta había corrido en bastantes ocasiones. Paco y yo siempre habíamos ido a Búcor, pero no más allá. Y hacía tres semanas que yo, en solitario, había llegado al cruce de Tiena, antes de encarar la cuesta diabólica. Pero no había subido al pueblo. Así que nada más apearnos de los coches solté: ¡nos vamos a Tiena! Y claro, percibí cierto estupor e interrogación en el rostro de los miembros de Las Verdes, que habían asumido que haríamos un recorrido por la Vega. "Tiena está por los Montes Orientales, no conocéis la zona". Efectivamente no la conocían, excepto Víctor, que sí tenía alguna idea de la ruta, aunque nunca llegó a entrenar por allí. Y fue en ese momento cuando comprendí que aquel grupo de amigos corredores tenían fe ciega en la ruta que propusiera, pero ¡no la conocían !; ¡Nada sabían de su dureza ! "No es un paseo", les advertí. Y heme allí rodeado de un valiente grupo de corredores, que nada objetaban a una ruta que barruntaban dura, seguramente.
Vista de Moclín, a cuyo municipio pertenece Tiena. Impresionante sus castillo, uno de los más destacados de la zona en época nazarí. Seís duros kilómetros separan a Tiena de Moclín, por un puerto de montaña.
Conocía perfectamente que iba con gente preparada para correr esa ruta dificultosa. Gente que se había forjado en los caminos y en las carreteras. De entre los cinco integrantes tres habíamos corrido un Maratón y varias Medias; y otros dos ya conocían esa Media distancia de 21 kilómetros sobradamente y sus entrenos normales estaban muy cercanos, si no por encima de esa distancia. Por lo tanto, problema en cuanto a que pudiera desmembrarse el grupo no lo había. Y con ese ánimo marchamos, a un ritmo tranquilo, pero en absoluto trotón, con escaramuzas de Víctor y Antonio incluidas. Por una carretera rompepiernas y con un paisaje totalmente distinto a los acostumbrado por aquellos lares, zona más propia de Vega (Pinos Puente, es una frontera natural entre la Vega y los Montes Orientales). A nuestra izquierda el río Velillos, a nuestra derecha peñascos y olivos. Con esos elementos nos encontramos a los 37 o 38 minutos de recorrido con el cruce de la bestial cuesta de kilómetro y medio que desembocará en la pedanía de Moclín. Y allí ya cada cual funcionó a su suerte o de acuerdo con sus posibilidades. Al poco el grupo se alargó: por delante Antonio y Víctor y por detrás Javi, quien esto suscribe y Jesús. Las distancias se fueron acrecentando hasta llegar arriba.
La vuelta, tras refrescarnos en un pintoresco pilar al que nos conducieron unos niños, fue otra historia. Aprovechando el buen terreno hasta llegar al Cortijo de Enmedio -que estuvo en los años 80 inmerso en experimentos de Reforma Agraria, en una zona muy dada a contar con una clase jornalera muy concienzada políticamente-, Javi destapó el tarro de las esencias y, claro, el malagueño que no "soporta" esas iniquidades se lanzó a por el jiennense. Y a la zaga, atento, Víctor. Inmediatamente, observé que aquel ritmo nada tenía que ver con el de bajada de Tiena, pareciéndose más al ritmo de competición que al de entreno. Así, que voluntaria o involuntariamente todos apretamos el paso. Para intentar amortiguar un poco el ritmo, me coloqué conscientemente el último del grupo, siguiendo la estela de Jesús, pero las piernas iban raudas para todos, observando que Víctor y Antonio, lejos de aminorar apretaban, comprendiendo Javi que no era eso lo que quería provocar. Y, claro, llegado ya a este punto, con ese tarro de las esencias ya en desbandada, cada cual adoptó el ritmo que pudo. Fue cuando percibí que no sentía las piernas y que para nada iba a entrar en esa batalla en ese estado, así que sin dejar de ir alegre -como íbamos los tres perseguidores -, opté por buscar mi ritmo. Iba con Jesús y Javi por delante, unos metros adelantado. Fue cuando aquel me dijo: "José, tira tú". Casi no dije nada, pero negué con la cabeza. Pero ya no había tregua. Antonio y Víctor cada vez se alejaban más y yo me situaba a pocos metros de Javi. Un poco más atrás quedó Jesús, al que opté por esperar un poco, temeroso que pudiera coger la ruta equivocada. De todas formas -me dije- no voy a avanzar mucho más. Javi siguió su ritmo y nosotros el nuestro. Y sí, comprobé que Jesús venía algo tocado, pero en absoluto trotón. Su fortaleza la demostraba a cada paso. Y también su decidida voluntad.
La llegada a Pinos Puente se hace a través de una cuesta, no demasiada pronunciada, pero excesiva ya a esas alturas. La superamos con tranquilidad y al llegar a Pinos Puente, comprendimos que esa ruta es necesaria llevarla a cabo para poder sentirte corredor, y sin embargo, -paradójicamente- ya hay que serlo para hacerla con garantías.
21 comentarios:
La verdad es que esa tirada merece más entradas, sí señor. Ahora, desde la perspectiva la veo mucho mejor, es más, creo que me gustaría repetirla, pero es que cuando te enfrentas a una nueva ruta sin conocerla, de todo puede pasar. Nos lanzamos muy felices a ella, pero en seguida supe que no era mi día... Y si además sumamos la dureza del camino, pues salió lo que salió. Pero eso sí, esos son los días que endurecen, que te curten y qué leches, que como dices, llegamos y nos pusimos a tocar balones... cuando cualquiera se habría tumbado como gato panza arriba.
Creo que habrá que repetirla, pero por favor, más tarde, o por la mañana.
SALUDOS
De eso nada, a las 5 de la tarde es una hora estupenda, que temo a Javi en plenas condiciones.
La verdad es que la ruta me gustó, tuvo un poco de todo: primero señalar la compañía y lo bien coordinados que estamos, fuimos juntos hasta que quisismos y sin más, cada uno va como quiere y puede, sin malos rollos ni nada, estupendo; segundo la ruta, con cuestas, llanos, trazados sinuosos que cargan menos la mente, sitios donde apretar y correr y otros donde disfrutar del paisaje.
Por último le futbol, donde como dice el compae se vió mi depudarísimo estilo capaz de engañar, no sólo, al portero sino tambien a mi mismo.
Bueno compañeros, esta tarde toca sufrir, series de 400, eso sí con cabeza, voy a repetir el entreno del otro día, haciendo las series como se debe y olvidando eso de agonizar en todas, Voy a afinar la máquina, ya habrá tiempo de ponerla al máximo. Así que el que quiera que lo diga y coordinamos hora y sitio.
Ayer ví Indiana Jones, bueno sólo en ciertos instantes de la película apareció Indiana, lo demás parecía mas La momia o la familia Adams, los personajes secundarios, algo mítico en Indiana, eran totalmente insustanciales y ví a un Indi indulgente y enternecido. echaba de menos al truan ambicioso y un poco egoista. De tal forma que cuando llegué a casa vi I J y el Templo Maldito para irme con un buen recuerdo a la cama.
Un abrazo
Jaja, Antonio, hazle saber tu opinión a Jesús y la sometéis a intenso debate. Por cierto, cómo se llamaba la página excel de entrenamientos? VOy a buscarla.
Das miedo con las series, afinarte más aún? Yo lo intentaré hoy, pero aún estoy cansado. Si puedo, haré un 6 x 1000, me gusta más.
dos buenas fotos, la de la media luna años tendrá ya, y la vista de moclín que la retengan los que pretende ir hasta alli corriendo, se despues de 6 km de subida desde tiena, corona el puerto para tener no mas de dos kilometros en llano antes de la dura y corta subida al castillo que se ve al fondo.
Antonio no prefieres unas cuestas en el llano y animamos al paisano josé antonio ???
Javi te la he enviado por mail
Mario a mí me da igual, llano o Tres Juanes, eso sí podíamos quedar el jueves, así hago series hoy, mañana un trote regenerador y el jueves a lo que haya.
Un abrazo
Mario, apuesto por el jueves para subir donde sea (estoy desconocido). Hoy tengo que ir a Pinos Puente y aprovecharé para hacer series largas de 2500, mezclando con otras de 1000 al igual que Javi. Si queréis el jueves subimos al Llano o a la Ermita, me da igual.
Por cierto, Antonio, hasta ahora me estoy resistiendo a ver Indi -si bien a Jesús le gustó y me fio mucho de su opinión-, ya que uno tiene en la retina -como bien comentas- la tercera parte o las anteriores. Pero habrá que verla.
¿ Y Abel.....? Contamos contigo para el jueves ?
Amigos, un pequeño secreto ya voceado: El compae, libre ya de onerosidades futboleras. Nos la tenemos que arreglar para que se venga a subir cuestas..; Emilio, se librará los días de semana pero no el finde, jeje
el jueve lo tengo dificil, no lo se todavia, hoy o mañana bastante bien.
Antonio, ya vengo de inscribirme en la media maratón de la Ragua. La rodilla ya está más o menos en su sitio, pero esta semana no le voy a dar mucho castigo hasta la carrera de Órgiva.
Un saludo y a ver quién es el siguiente valiente en apuntarse!
Pues Mario si quieres y a los demás les va bien podemos quedar hoy y dejo las series para el jueves. ¿qué dices José Antonio?
Retiro la propuesta he quedado con Victor para las series esta tarde, si alguien se apunta, henos quedado a las 8.30
mu mal retirando esa propuesta... series con vosotros dos??? mentalmete no es estoy preparado, fisicamente no creais
Mario, que las vamos a hacer tranquilos, que yo no quiero forzar tampoco.
Eso, las pensamos hacer tranquiletes.
No está el horno para muchos bollos.
Te veo con muchas ganas Mario
DONDE? Y COMO SON ESAS SERIES?
Mario, series de 400 metros, en el carril bici que pasa junto al parque quehay un poco más adelante de la Inmaculada. El plan es quedar sobre las 8.30 dar dos vueltas al parque para calentar y despues hacer las series en el carril bici, tres tandas de 3 x 400, descansando al trote 45 segundos entre 400 y 2:15 entre bloques. La idea es empezar sobre 1:36 y acabar la última tanda en torno a 1:25.
Más información ya no tengo
Sí, tal y como dice Antonio, serían unas series muy aprovechables y al mismo tiempo no excesivamente duras. YO iría sin dudarlo pero tengo que a mi pueblo y aprovecharé alllí para hacer en llano series más largas. Pero sería buena idea "institucionalizar" las series en compañia, que según me comenta Jose se hacen mejor, con más motivación.
me liare una venda y acudire. En que parte del parque NOs vemos en la que donde esta el semafaro para ir a la inmacualada o en al parte contraria????.
Mario, si quieres podemos quedar en la puerta de mi casa que está en el parque, que es donde he quedado con Victor y hay sitio de sobra para aparcar. Mira si abres este vinculo y pinchas sobre el globo zaul encontrarás la direccion:
http://maps.google.es/maps?f=l&hl=
es&geocode=&q=C/+la+Malah%C3%
A1+n%C2%BA7&jsv=113&sll=40.396764,
-3.713379&sspn=15.0519,29.53125&ie=
UTF8&near=18006,+Granada
Has de pegar el vinculo unido
Mira que no funciona, llamame y te indico. Mi tlf es 696051900
Yo aún no me he recuperado de lo de Tiena y aquí os leo, con las series y demás. Uf. Es otra División. Ayer me tocó reunión de trabajo, comida de trabajo, ir al cine por trabajo y escribir por trabajo.
O sea que ni correr ni leches.
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