viernes, 15 de febrero de 2008

UN MUNDO SIN FÍN (CONTINUACIÓN DE LOS PILARES DE LA TIERRA)





Nunca he tenido demasiado interés por esos libros catalogados como "best seller". Acostumbrado a gozar de un libre albedrío a la hora de llevar a cabo el rito de buscar, seleccionar y leer el libro más adecuado para el momeno, jamás me ha seducido la idea de que nadie lo haga por mí. Siempre he admitido un buen consejo, de alguien que te inspira confianza lectora, a la hora de leer un libro; es más , creo que la fuente primaria de nuestras lecturas suelen ser los buenos consejos o críticas literarias de personas, revistas o programas dedicados a los libros, que es algo muy distinto de catalogar un libro como "best seller", que además, siempre me ha sonado a literatura de baja calidad, literatura de consumo para leer en una estación de autobús o de tren, sin otras pretensiones que entretener.


Pero era verano, me fue regalado el libro en la edición de bolsillo, me habló bien de él una persona de mi confianza y abrazaba la Edad Media - en pleno siglo XII -, tal vez, la etapa histórica más oscura y enigmática por la que ha atravesado el ser humano.




Además, su temática principal giraba en torno a un asunto que siempre me ha interesado sobremanera: la construcción de una catedral medieval, de tipo gótico, por lo que me dije que tantos millones de personas en el mundo no podían estar equivocadas, al tiempo que no tenía constancia de críticas furibundas en torno a este libro y a su autor Ken Follett. Así que aprovechando las noches del estío me sumergí en "Los Pilares de la Tierra", un libro que supera las mil trescientas páginas. Y a través de él me sumergí en la desdichada vida del maestro constructor de catedrales Tom y su azarosa familia, testigos generacionales del nacimiento de la catedral, el religioso bondadoso versus religioso malvado, el Conde avinagrado dispuesto a seguir disfrutando de sus privilegios incluído el "derecho de pernada" una ¿institución? jurídica que existió largo tiempo, demastrando que en más ocasiones de las debidas el derecho, la moral y la ética no siempre van unidos; y todo ello bajo el tapiz de una inmensa, gloriosa, excelente y única catedral, descomunal para un pequeño lugar como es Kingsbridge (que podríamos traducir como Puente de los Reyes. Curiosamente cuando leía esta novela pensé si Ken Follett no se inspiraría en la majestuosa Puente de la Reina -Navarra- para crear esa población ficticia, si bien existe una ciudad con la misma denominación en Inglaterra). Y disfruté de esa lectura. Con ella aprendía a ver las catedrales de otra manera; había visto las mejores catedrales españolas: la vieja de Salamanca, la de Ávila, la de Burgos, la de León, la de Vitoria...., algunas de ellas antes de leer la novela de Follett y otras trás leerla, y no podía mirarlas con la misma mirada desde que "aprendí" cómo se construye una catedral, cómo se elaboran sus mosaicos y vidrieras, el significado de la forma de sus naves...sus pilares.



Así que el otro día pasaba por una librería y observé el voluminoso libro "Un mundo sin fín", la denominada continuación de "Los Pilares de la Tierra" y a pesar de su voluminosidad, de su precio, de que ahora no disponía de demasiado tiempo para leerlo, no pude resistirme y lo adquirí, negándome a esperar a su publicación en tamaño bolsillo (que supone una ironía para libros de más de mil páginas). Sabía de este nuevo volumen que el autor inglés se había inspirado en la catedral gótica de Vitoria, concretamente, en su proceso de restauración, pudiendo asistir como testigo excepcional a dicho proceso, que le permitió atisbar y anotar los pilares de la catedral y otros elementos arquitectónicos que serán enterrados para siempre al acabar la restauración. Años atrás pude ver la Catedral de Santa María, de Vitoria, si bien no con la plenitud que hubiéramos deseado Mati y yo, debido al inicio de su restauración. Por tanto, no podía dejar más que sumergirme en la nueva entrega de Los Pilares de la Tierra, porque honestamente, al acabar su lectura comprendí que se trataba de una historia bien contada y la literatura estaba presente en sus páginas. Espero que su continuación siga la misma línea.

10 comentarios:

Unknown dijo...

Saludos, a mí me lo regalaron y ya tengo planificado el día que empezaré a disfrutar con su lectura mientras tanto hay otras lecturas que siempre bienen bien

Paco Montoro dijo...

Jose Antonio no he leido ninguna de las dos entregas, mi mujer si la primera y estuvo muy entusiasmada con su lectura. Por supuesto que pienso leerlo. Hace poco leí La Catedral del mar que me engancho, se que tu también la leíste...¿son parecidas, cual te gustó mas?

Espero que hayas empezado a correr, cuéntanos como vas. Un saludo

Anónimo dijo...

Lei un libro de Ken Follet y me gusto mucho, asi que me recomendaron los Pilares de la Tierra, que sera el proximo que lea (si termino algun dia Vida y destino...). Un Mundo sin fin ya me lo tengo pedido de regalo para mi inminente cumpleaños.
Mañana no podre estar con vosotros, es dificil encajar ahi con 3 mocosillas, que tengais una buena mañana. Un abrazo. Victor

José Antonio Flores Vera dijo...

Edu: Supongo que habrás leído ya Los Pilares... es imprescindibles leerlo antes. Saludos.

Paco: Ahora que has leído La Catedral.. si pudedo darte mi opinión de cuál de los dos me gustó más. Tienen lineas muy comunes (época, catedral, historia generacional..), pero me quedo con Los Pilares.. Te gustará, ya que es una novela construida para no decepcionar.
Mañana comienzo a trotar: poco y suave: ua sabes, si la paciencia es virtud en el correr es su elemento principal. Saludos.

Victor, te echaremos de menos...nos veremos el proximo domingo en Albolote.

Jesús Lens dijo...

Mi hermano dice que es el único libro que le ha tenido en vela, leyendo sin parar y provocándole ganas de no ir al trabajo.

Yo no lo leí. Y miedo me da enfrentarme ahora a mil y pico de páginas. Pero alguna vez, juro y perjuro que lo leeré.

Cientounero dijo...

Son muchos los libros que tengo pendiente de lectura, tanto por mi profesión como de literatura (por esparcimiento que es poco ahora). Por ello no lo he comprado aún. Pero espero que al menos nos digas en el blog que te ha gustado o no.

Yo también suelo huir de los bes-seller y probar con libros nada publicitados. Y por ello caigo en la tentación de cuando voy a una librería de comprar varios libros a la vez.

José Antonio Flores Vera dijo...

Jesús: Es una literatura que engancha, que duda cabe.

Cientounero: Nos pasa igual a ambos: desconfíamos de los best seller, pero Los Pilares..brillan con luz propia y tiene los ingredientes que ha de tener una novela de este género. Sobre éste último hablaré sin duda, por lo pronto está en los anaqueles esperando su turno. Como tu bien dices, hay tantos libros esperando su turno. Saludos.

Anónimo dijo...

Yo empecé hace dos años a leer los Pilares. Reconozco que consiguió engancharme, creo que está muy bien narrado. Sin explicación alguna, tras dos semanas, en la página 943, me cansé. No me apetecía seguir leyendo sobre temas medievales. No sé, siempre me ha pasado y creo que es lo correcto, hay que leer lo que apetece cuando apetece. Cambié radicalmente de tercio y cogí a Houellebecq. Dije que algún día lo terminaría. Aún no ha llegado tal día. Creo que ya no recordaría ni la mitad. Debería empezar desde el principio, y sinceramente me da un poco de pereza. Empecé casi por obligación, porque "todo el mundo lo ha leído y ha flipado", precisamente lo que me echaba para atrás, pero acabé sucumbiendo cuando me lo regalaron por cumpleaños. Ciertamente me parece bueno, pero tiene que apetecer enfrascarte en tantas páginas.
He empezado El Mundo, y me está pareciendo muy sugestivo. En la narración de su infancia inevitablemente todos debemos vernos en algún aspecto. Qué bueno lo del barrio de los difuntos, jaja, quién no ha tenido ese tipo de inquietudes a los 10 años! Un saludo

José Antonio Flores Vera dijo...

Por supuesto, Javi, que hay que dejar un libro cuando no te enganche o te haya dejado de enganchar. Yo lo hice con libros muy prestigiosos con La Madre de Gorki o la Sonrisa Etrusca de Sampedro. Al principio me costó encajarlo, pero luego lo ví lo más natural del mundo ¡¡hay tantos libros que leer!. Sobre Houellebecq nada he leído aún pero tengo dos novelas de él y sé que su escritura es ácida y politicamente incorrecta, por tanto me gustará.
Me alegro que hayas comenzado El mundo y te parezca sugstiva. Es una buena novela que tiene la virtud, entre otras cosas, de psiconalizar muy bien la infancia, cualquier infancia.

Anónimo dijo...

Houellebecq es algo más que ácido, algo más que politicamente incorrecto. Es... devastador, insolente, provocador, desasosegante, turbador... Plataforma es muy bueno, y al igual que Las Partículas Elementales, triste y como antes dije, redundando el adjetivo, devastador (el que mejor lo define)